Teoría antropológica de Platón


opinión de los hombres, a los que llamará «Ideas» o «Formas», que se imponen a todo espíritu razonable y constituyen


el objeto del conocimiento verdadero.


ANTECEDENTES DE LA TEORÍ

A DE LAS IDEAS


A la teoría platónica de las Ideas se le pueden encontrar estos antecedentes: la investigación de sócrates sobre la


definición, que supone el intento de encontrar lo esencial de lo definido; el Uno de parménides, que conduce a la


noción de la realidad abstracta; la matemática pitagórica, que considera que la realidad esencial de las cosas no está


en sus componentes materiales sino en su proporción —en su estructura ordenada y armónica (logos)—, y el Nous de


anaxágoras, como ordenador del cosmos.


No es de extrañar que, con todos estos elementos, la teoría de las Ideas sea básicamente racionalista. Aunque


platón tiene en cuenta un elemento irracional, la Necesidad, vinculada a la existencia de la materia, es en último


extremo una Inteligencia o Razón (el demiurgo) la que, como el Nous de anaxágoras, ordena el mundo en que


vivimos, desde fuera del mismo, de acuerdo con las Ideas, y en particular con la Idea de Bien.


CONCEPTO Y CarácterÍ

STICAS DE LAS IDEAS



En sus escritos, platón se plantea una serie de interrogantes sobre las Ideas que no quedan plenamente resueltos


aunque forman, sin embargo, el núcleo de su teoría. Entre otros, el concepto de Idea, su naturaleza, de qué cosas


puede haber Ideas, cómo se relacionan con las cosas y cómo se accede a su conocimiento.


EL CONCEPTO DE IDEA


platón parece entender siempre la Idea como forma única de algo múltiple. Sería e( modelo arquetípico de una clase


de objetos, por ejemplo, Idea de árbol, Idea de belleza. Cada una de ellas es una realidad única, eterna, inmutable,


absoluta. No son de naturaleza material, pero tampoco puros conceptos mentales. Tampoco son cualidades propias


de las cosas.


Esta forma de entender las Ideas le creará dificultades a la hora de explicar cómo se accede a su conocimiento. Tanto


es así, que en uno de sus últimos diálogos, Parménides, llega a sugerir que las Ideas pudieran ser «pensamientos de


la mente».


platón inicia así un tema que va a tener mucha importancia a lo largo de la historia de la filosofía: el del tipo de


realidad que corresponde a los conceptos que representan las cosas particulares. Este tema también lo tratará


aristóteles. Pero es, sobre todo en la Edad Media, cuando adquiere toda su importancia y da lugar a la famosa


«Controversia de los Universales».


Tipos de Ideas y su jerarquización.


En cuanto a qué tipos de Ideas puede haber, admite Ideas que son formas matemáticas -igualdad, unidad, pluralidad,


etc.-, también otras que son valores -justicia, bondad, belleza, etc.- y, por fin, otras que son formas de cosas naturales


-agua, fuego, hombre, etc.- aunque a veces duda de la existencia de éstas.


Para platón, las Ideas están organizadas jerárquicamente aunque establece distintas jerarquías entre las Ideas en


función de los distintos puntos de vista desde los que enfoca la teoría. Así, en La república, la Idea de «Bien» aparece


como la suprema. En cambio, en El sofista, las Ideas de «Existencia», «Igualdad y «Diferencia» son las dominantes. En


otros diálogos, influido por el Pitagorismo, habla de las Ideas-números o mundo matemático de los números. En


éstos, la Idea suprema es la «Unidad».


La teoría de las Ideas permite a platón construir, por una parte, una teoría de lo que hoy consideraríamos «valores» y,


por otra, una interpretación del universo (cosmos*) como la realización de un orden ideal, que plasma el demiurgo


(genio ordenador) de acuerdo con las Ideas, como nos cuenta en el Turneo. En él se narra el proceso de fabricación


del mundo y las dificultades que el «hacedor» encuentra para plasmar las Ideas en la materia por la resistencia que


ésta ofrece. A esto se atribuye la imperfección que se encuentra en el mundo sensible.


la teoría ANTROPOLÓGiCA.-Síguiendo las doctrinas de la religión órfica, Platón concibe al hombre como un ser dual, compuesto de alma y cuerpo, y da poca importancia al cuerpo, presentándolo siempre con connotaciones negativas, como prisión material del alma de la que ésta aspira a librarse. La vida que Heve el hombre en este mundo influirá, sin embargo, en el des-tino posterior de su alma.


LA DOCTRINA DEL ALMA.- Para platón, el alma es anterior al hombre al que constituye; ya existía antes de su vida terrenal y seguirá existiendo después de la muerte. La uníón entre el alma y el cuerpo es accidental y sólo por algún tiempo, ya que el cuerpo es mortal y el alma no. El alma está encarnada y condicionada, en su actividad cognoscitiva, por las carácterísticas del cuerpo en el que se encuentra encarcelada.


Como ya hemos apuntado anteriormente en la teoría política, platón fundamenta la división de la sociedad en tres clases sociales en la naturaleza tripartita del alma. Distingue, pues, en ésta tres partes, concupiscible, irascible y racional, que en cierto modo luchan entre sí y representan distintos aspectos de las actividades psicológicas del hombre: los apetitos, las pasiones nobles y la razón. El alma propiamente humana, el alma racional, es inmortal y su atadura al cuerpo le impide vivir una vida feliz. Sufre encarnaciones sucesivas y sólo dejará de reencarnarse cuando su contemplación del mundo de las Ideas, de la «verdadera realidad», la libere de la materia y la equipare a los dioses. En el diálogo Pedro, platón explica la división del alma en racional, irascible y concupiscible a través del mito del carro alado: el alma humana es como un carro con alas tirado por dos caballos de los cuales uno es dócil y el otro difícil de conducir. El auriga que conduce el carro representa el alma racional, el caballo bueno representa el alma irascible vinculada a los elementos pasionales superiores (valor, desdén, etc.); el otro, el caballo malo, representa el

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