Sociedad ilustrada

1.-El problema del hombre y del conocimiento


La alineación del ser humano:
Producir es la actividad esencial de los humanos, lo que los distingue de otras especies Producir significa transformar la Naturaleza, y al transformarla el ser humano expresa su rasgo esencial. De ahí que el trabajo sea el concepto fundamental para entender al ser humano. El trabajo, como actividad productiva libre, es la actividaden la que el ser humano expresa su humanidad, su
verdadera naturaleza. Todo lo producido de esta forma es la esencia de la vida humana convertida en un objeto físico.
En su obra “El Capital” hace un análisis de la mercancía. Ésta posee un doble valor: El valor de uso que se basa en una carácterística de la mercancía por la que consigue satisfacer una necesidad y el valor de cambio es la cantidad de trabajo socialmente necesario para producir dicha mercancía. En la sociedad industrial, el trabajador no controla el producto de su trabajo. El producto en el que se objetiva su trabajo no le pertenece, convirtiéndose ajeno al trabajador: su actividad transformadora no le pertenece, no es considerada como suya, sino que deviene propiedad de «otro». «El objeto que el trabajo produce, su producto, se enfrenta a él como un extraño, como un poder independiente del productor… El trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño». Además, en la medida en que el producto se convierte en una mercancía, el trabajo objetivado en él es tratado también como mercancía, por lo que el mismo sujeto productor se ve sometido a un proceso de cosificación, terminando por ser considerado simplemente como cosa, como mercancía.


¿En qué consiste entonces la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser ; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo, fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado”.El trabajo se convierte en una actividad alienada y alienante, cuando los seres humanos producen objetos sobre los cuales ya no ejercen ningún control, que no ponen de manifiesto su humanidad, ya que no resultan de su libre actividad, sino de una actividad que es «para otro», que ya no les pertenece porque le pertenece a quien haya pagado su salario. De esta manera es el capitalista el que, con la apropiación del producto, se apropia de la actividad de los demás, resultando para ellos una actividad enajenada,.
Marx encontrará en la teoría del valor de David Ricardo el punto de partida para su propia teoría del trabajo. Según Ricardo, el valor del trabajo equivale a lo que cuesta renovar, regenerar, lacapacidad de trabajo consumida. El patrón ha de pagar al trabajador, es necesario para que recupere sus fuerzas y esté en condiciones de seguir trabajando, lo que abocaba a los trabajadores a la percepción de salarios de estricta supervivencia. Pero el trabajo, observa Marx, es una mercancía especial: su consumo no sólo satisface una necesidad sino que, además, genera
un producto superior a lo consumido, genera plusvalía. Al retribuir al trabajador mediante el salario lo necesario para recuperar su «fuerza de trabajo», esa plusvalía no se le restituye, sino que queda en manos del patrón.


Y la acumulación de esas plusvalías es lo que da origen al capital. De ahí la producción de las desigualdades sociales, de la división en clases, de la conversión del trabajo en instrumento de alineación y esclavitud.Además, el objeto producido se vuelve contra su creador, puesto que sirve para enriquecer al capitalista y aumentar su poder sobre el proletario. De este modo la actividad productiva se convierte en una actividad realizada bajo «dominación, coerción y el yugo de otro hombre». Los seres humanos en vez de relacionarse entre sí cooperativamente lo hacen competitivamente. El amor y la confianza mutua se ven reemplazadas por el comercio y el intercambio de y como mercancías.Ancías.La explotación del trabajador se produce por partida doble:En primer lugar, el capitalista lo explota al apropiarse de la materia prima y de los medios de producción.En segundo lugar, lo explota como mercancía, considerándolo un apéndice de la maquinaria, en está forma de explotación, el trabajador pierde toda autonomía personal y la posibilidad de encontrar satisfacción en el trabajo. 

La ideología:

Además de la alienación económica, derivan de ella otras formas de alienación, como la social, la política y la ideología que buscan justificar la situación real de miseria para la mayoría y crear una falsa conciencia de la misma. El trabajador cree que, como el capitalista posee legítimamente los medios de producción, tiene un derecho fundado para apropiarse una parte de su trabajo, de una parte de su actividad, de una parte de su vida y considera legítima la posesión de los medios de producción porque deriva de una apropiación legítima de plusvalías en etapas anteriores, construyéndose un círculo vicioso en los procesos de explotación.


2.- El problema de la realidad y la sociedad: materialismo histórico


 El materialismo histórico se propone explicar la historia desde la producción práctica de la existencia, invirtiendo la relación que establecía el idealismo. La historia es para Marx es el resultado del modo en que los seres humanos organizan la producción social de su existencia.Marx y Engels, el materialismo histórico, la explicación materialista  ha sido presentado como la expresión científica de su pensamiento. Lasociedad y su historia, al ser el resultado de la actividad productiva del ser humano, encuentran en tal actividad un elemento objetivo, del que se pueden extraer leyes tan objetivas como las que puede aspirar a formular cualquier otra ciencia.La concepción materialista de la historia la resume Marx con estas palabras:”no es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino que al contrario es su ser social el que determina su conciencia”.El conjunto de las relaciones de producción es la estructura económica de la sociedad, o sea, la base real sobre la cual se alza una superestructura jurídica y política y a la cual corresponden formas determinadas de la conciencia.Para garantizar su supervivencia, el ser humano ha de conseguir los medios de subsistencia mediante el trabajo. A cada formación social le corresponderá un determinado modo de producir socialmente los bienes necesarios para la existencia, un determinado modo de producción, es decir, una determinada estructura productiva, compuesta por el conjunto de los elementos relacionados con la producción material de la existencia, que constituyen la base sobre la que se asientan, y de la que derivan, el conjunto de elementos jurídico-políticos e ideológicos, que forman la superestructura de dicha formación social.


En el modo de producción podemos distinguir una estructura con dos elementos constitutivos: las fuerzas productivas y las relaciones de producción y una superestructura en la que se pueden distinguir dos niveles: la superestructura jurídico- política, está formada por el conjunto de normas, leyes, instituciones y formas de poder político que, condicionadas por la estructura productiva, ordenan y controlan el funcionamiento de la actividad productiva de los ciudadanos. Las formas del Estado se convierten en instrumentos a través de los cuales las clases dominantes ejercen su poder sobre las clases sometidas. Pasan a ser agentes de sometimiento, y esclavitud,  Y la superestructura ideológica, por la que se justifica el orden establecido mediante una falsa conciencia que enmascara la verdadera realidad. Está formada por el conjunto de las ideas, creencias, costumbres, etc., plasmadas en las formas ideológicas de la cultura, la religión,etc ., con las que se justifica la «naturalidad» y «legitimidad» del modo de producción del que derivan y cuya realidad social enmascaran. Ambas superestructuras están condicionadas por la estructura económica de la sociedad.Por fuerzas productivas entiende Marx, el trabajo y los medios de producción. Estos medios se refieren tanto a la materia objeto de transformación, como a los medios para realizar el trabajo necesarios para obtener los productos deseados.Las relaciones de producción son las relaciones  que se establecen entre los hombres de acuerdo con susituación respecto a las fuerzas de producción.
Jurídicamente se expresan por las relaciones de
propiedad. La desigualdad entre trabajo y beneficio comporta la existencia de clases sociales antagónicas y la lucha de


clases como fuente permanente de conflictos. Tales conflictos, y su resolución, determinados por procesos estrictamente materiales, constituyen el elemento configurador de la sociedad.Según Marx, a lo largo de la historia de la humanidad se han sucedido varios modos de producción que son los auténticos determinantes de la evolución histórica de la humanidad que son :El modo de producción tribal:era una sociedad en la que no se daba la propiedad privada de los medios de producción, sino la propiedad colectiva, por lo que Marx llamará a este modo de producción «comunismo primitivo»: un modo de producción en el que las relaciones sociales establecidas eran relaciones de colaboración, y los medios de trabajo y los productos pertenecían a la sociedad.
-El modo de producción asíático:Marx consideró que no podía ser asimilado ni al antiguo ni al feudal, por lo que lo calificó de «asíático» u «oriental».-El modo de producción antiguo:La sociedad antigua es una sociedad civilizada, pero basada en un sistema esclavista de producción. Las relaciones sociales en el régimen esclavista son de dominio y sometimiento.-El modo de producción feudal: Las relaciones sociales de producción son también semejantes a las del modo de producción esclavista. Pero, pese a que el señor feudal posee la propiedad completa sobre los medios de producción, sólo en parte la posee sobre el trabajador (siervo), con el que establece una relación de servidumbre o vasallaje.


-El modo de producción capitalista. Su base es la propiedad privada de los medios de producción, aunque el trabajador es jurídicamente libre. La fuerza de trabajo es la única propiedad que posee el trabajador. El trabajo genera una plusvalía que no revierte sobre el salario del trabajador, sino que es apropiada por el capitalista, generando capital, por lo que la relación capitalista-proletario es una relación de explotación.El capitalismo deberá dejar paso al modo de producción socialista, siguiendo la dialéctica de la historia, por la que la humanidad recuperará, súperándolo, el modo de producción del comunismo primitivo.- El modo de producción socialista se basa en un régimen de propiedad colectiva, lo que supone la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. En consonancia con ello, las relaciones de dominio y sometimiento se sustituyen por las de cooperación recíproca.
Según la concepción optimista y utópica de Marx, es posible y necesaria la transformación de la sociedad y ello mediante una acción y proceso revolucionario que elimine la propiedad privada y suprima las clases sociales. Las etapas de este proceso serán la «dictadura del proletariado» (el proletariado toma el poder, quita a la burguésía sus privilegios económicos y políticos, y se hace con los grandes medios de producción); el socialismo (período de gran desarrollo de los medios de
producción y de la riqueza social, que será administrada por el Estado, en representación de los intereses de toda la sociedad) y el comunismo (culminación del proceso revolucionario; época de plenitud y libertad 


3.-

El problema de Dios

La religión como ideología
Feuerbach plantea el problema de la alineación en su
obra «La esencia del cristianismo», en el contexto de la
explicación del origen y naturaleza de la religión. El ser
humano no es el producto de los dioses, sino más bien lo
contrario, los dioses son el producto de los seres humanos: la
religión es una invención de los seres humanos. Una vez creado ese mundo trascendente de la religión, se produce una extraña inversión, por la que se intercambian los papeles del creador y de la criatura, que da lugar a la alineación religiosa.
Esta valoración realizada por Feuerbach es asumida por Marx pero al mismo tiempo también es criticada por olvidarse de que la base de la alienación religiosa se encuentra en la miseria social. Los hombres alienan su ser proyectándolo en un Dios imaginario cuando la existencia real en la sociedad de clases impide la realización de su humanidad. Por lo tanto, no solo hay que denunciar la alienación religiosa sino que hay que cambiar lo que la origina: su base material e histórica.
La religión no sólo es alienación de cada hombre individual, sino instrumento de la clase dominadora para oprimir a los dominados: primero, al justificar teológicamente la división social que provoca la alienación, la explotación existente; y, en segundo lugar, al ofrecer “paraísos” ficticios en los que los hombres pueden realizar su afán de justicia y felicidad,
frenan la posibilidad de rebelión y de su realización en este mundo, el único real.

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