Sociedad ilustrada

1. Contexto socio-político

1.1. La época


Asistimos a una época (Siglo XIX) en la que se consolida la civilización industrial. El coste de las nuevas instalaciones  industriales determina el surgimiento de una nueva clase industrial; la gran burguésía. 

En cuanto a política, la derrota definitiva de Napoleón, en 1815 en la batalla de Waterloo, significa el inicio de un retroceso  político frente a las ideas ilustradas de progreso. El Congreso de Viena instaura un nuevo orden en defensa de los  regíMenes absolutistas, donde se aboga por un principio de equilibrio entre las potencias europeas y se las compromete  a formar parte de la Santa Alianza, para intervenir militarmente en cualquier país amenazado por una revolución liberal.  

Sin embargo, tras las primeras protestas, una segunda oleada revolucionaria recorrerá Europa Occidental entre los años  1829 y 1839, derrotando definitivamente al antiguo poder aristocrático, y poniendo fin a la Restauración. El medio siglo  siguiente estará marcado por el dominio de la gran burguésía (banqueros, altos funcionarios, empresarios…) que  establecerán un modelo político liberal basado en el sufragio censitario. 

El nuevo concepto de democracia se basa en  tres pilares: la idea de soberanía popular, la idea de libertad, la igualdad social.

1.3. Los prolegómenos de la lucha de clases


En Febrero de 1848, una revuelta popular se extiende por París, provocando la abdicación de Luis Felipe de Orleans. De  esta manera, se proclama la Segunda República.   Dicho gobierno aplica una serie de reformas sociales, que serán suprimidas por la Asamblea Constituyente  que le sucederá, hecho que provoca la insurrección de obreros y republicanos radicales, protagonizando así el primer  enfrentamiento entre las dos nuevas clases surgidas de la revolución industrial; burguésía y proletariado.

1.4. La comuna de París


La Commune de París fue un breve movimiento insurreccional que gobernó la ciudad de París, instaurando un proyecto político popular que fue coherente tanto para el punto de vista anarquista como comunista.  La Comuna gobernó durante 72 días, promulgando una serie de decretos revolucionarios, como respuesta a la necesidad de paliar la pobreza generalizada, que había  causado la guerra.  La Comuna fue reprimida con extrema dureza. Anarquistas y marxistas la celebran como la primera toma de poder de las clases proletarias  en la historia de Europa occidental. 

2. Marx y la revolución del proletariado

2.2. Antecedentes del marxismo


El principal filósofo que influyó en Marx es Hegel, fundador del Idealismo alemán. De la interpretación de su pensamiento surgieron dos movimientos opuestos: 

➢ La derecha hegeliana:  

➢ La izquierda hegeliana: da un giro materialista y  antirreligioso a su filosofía. 

En segundo lugar, Feuerbach, apostando por una filosofía materialista que parte del mundo  sensible. Introducirá el concepto de alienación religiosa, ya que considera que Dios no ha creado al hombre, sino que es  el ser humano el que ha creado a Dios, y ha terminado dominado por su propia creación. En tercer lugar, los pensadores ingleses y franceses del socialismo utópico habían sido los primeros en reclamar la  necesidad de reformas sociales.


3. Metafísica

3.1. El materialismo dialéctico


El marxismo defiende una concepción materialista de la realidad. De este modo, la naturaleza es lo único real, y se  desarrolla de un modo dialéctico. La materia es dinámica, y se transforma a partir, y mediante unos elementos  contradictorios. Leyes:

1. Ley de la unidad y oposición de contrarios

Todo lo que existe es una unidad hecha de contrarios. Por lo tanto, la realidad tiene un carácter  cambiante continuo.

2. Ley del salto cualitativo

La acumulación de cambios cuantitativos conlleva cambios cualitativos. Por ello, a mayor cantidad de  materia, mayor probabilidad de que aparezca una cualidad que antes no existía.  

3. Ley de la negación de la negación

Los cambios cuantitativos y cualitativos siguen una serie infinita en la que cada fase de  desarrollo se considera una síntesis, que resuelve las contradicciones contenidas en la fase anterior. 

Como conclusión, el materialismo dialéctico invierte el esquema hegeliano, al sustituir el espíritu por la materia.  

3.2. El Materialismo Histórico


Considera que la transformación del mundo material se realiza por medio del trabajo y que entender el cambio de las condiciones materiales de la existencia es entender también los cambios sociales  e históricos. 

Para comprender el materialismo histórico, es necesario conocer sus conceptos básicos. 

➢ Relaciones de producción:
Son todas aquellas relaciones que establecen los seres humanos para  transformar la naturaleza. 

➢ Fuerzas productivas: Todos los elementos que actúan en el proceso de producción, y están constituidas  por las personas. 

➢ Marx denomina modo de producción, estructura económica a la suma de fuerzas  productivas y relaciones de producción. 

➢ Superestructura: Es el conjunto de creencias, ideas y concepciones políticas, sociales, jurídicas, morales  y filosóficas, que existen en una sociedad. 

➢ Formación social: Lo forman la  infraestructura y la superestructura.

Para Marx, el modo de producción de un momento histórico genera una serie de contradicciones entre las fuerzas  productivas y las relaciones de producción. Las fuerzas productivas evolucionan por lo que, cuando las relaciones de  producción se convierten en un obstáculo para el avance de dichas fuerzas, se produce una tensión. De este conflicto, entre fuerzas productivas y relaciones de producción, emergerá una nueva clase social, a la que la  superestructura económica no le permitirá su desarrollo.


3.3. El motor de la Historia… la lucha de clases


A lo largo de la historia, la sociedad se ha dividido en clases o estamentos, los cuales se han diferenciado por  su riqueza. En  consecuencia, la lucha de clases se convierte en el motor de una historia, que ha venido siendo protagonizada siempre  por los mismos grupos antagónicos; aquellos que controlan los medios de producción, y los que tienen que  vender su fuerza de trabajo para sobrevivir.   La sociedad burguesa se olvidó de suprimir los antagonismos de clase, lo que terminó enfrentando de una manera  hostil a estos dos grupos: burguésía y proletariado. Pero según Marx, la lucha de clases está llegando a un punto en el  que la clase explotada ya no podrá liberarse de la clase opresora.  La historia marcha hacia un nuevo sistema de producción económico, el comunismo.  El proletariado puede acelerar este proceso revolucionario, ya que el conocimiento de las  estructuras sociales, económicas y políticas, conducirá a una conciencia de clase con la plena convicción de que es  necesaria una transformación de la sociedad.  La dialéctica marxista muestra los contrastes entre  fuerzas históricas reales. En consecuencia, Marx, adquiere  una labor de denuncia que contribuye a la transformación de  la sociedad mediante una política revolucionaria. 

4. Antropología


El hombre concreto es un ser que tiene que hacerse a sí mismo y, para ello, transforma la naturaleza mediante la actividad  productiva. Por lo tanto, el trabajo como actividad productiva constituye la esencia del individuo. Mediante el trabajo, el ser humano produce sus medios de subsistencia, pero  esta labor es colectiva; lo que genera un modo de vida socialmente determinado. De este modo la persona se concibe como tal en sociedad.  Es aquí donde se da la curiosa paradoja de que el progreso humano se logra impulsando el trabajo social pero esta  actividad, propiamente humana, se ha desarrollado a lo largo de la historia de una forma no libre. Por ello, la vida social  que ha creado el ser humano no le permite desarrollarse plenamente. Es así como las formas históricas de organización del  trabajo se presentan ante la persona con un poder y una lógica de funcionamiento ajenos a su voluntad.   El objetivo del progreso histórico es que el hombre desarrolle sus capacidades creativas y controle su propio destino. Sin  embargo también es mercancía,  pues el producto de su trabajo no retorna a él.  Esta alienación se da al considerar, el trabajador, al producto de su trabajo como algo ajeno a sí mismo. Por lo tanto, esta  alienación no es natural, sino consecuencia de las relaciones de producción del  capitalismo. 

4.1. El fetichismo de la mercancía


El análisis de Marx pone de manifiesto la naturalidad con la que las leyes del mercado generan los mecanismos de la  explotación en el trabajo. En el capitalismo, esta explotación queda oculta bajo la supuesta libertad de comerciar o  vender. Las relaciones de producción entre burgueses y proletarios se  presentan bajo un contrato entre iguales, que ambas partes aceptan libremente.  Sin embargo, esta situación oculta un hecho fundamental; los proletarios sólo pueden vender su fuerza de trabajo, ya  que es lo único que poseen; y además necesitan venderla para seguir viviendo ellos, y aquellos que dependen de ellos.  

4.2. Formas de alienación


Feuerbach introduce el concepto de alienación religiosa ya que el ser humano, para conocerse a sí mismo, ha proyectado  sus cualidades en la figura de Dios, y ha terminado dominado por su propia creación. Dicha alienación desaparecerá  cuando el ser humano reconozca a Dios como una creación suya.  Marx desarrollará este concepto de alienación, y considera que ésta se da en una clase social concreta; el proletariado, y  a varios niveles: 

➢ Económica: De ella derivan todas las demás, ya que el trabajador la padece en relación con su propia  esencia. 

➢ Social y política: El sistema capitalista produce una división de la sociedad en clases, y hace que el poder  esté a favor de los intereses de las clases dominantes. 

➢ Religiosa: Para Marx, la religión es el opio del pueblo ya que ofrece consuelo y esperanza en un mundo  más allá. 

➢ Filosófica: ya que se limita a interpretar la realidad, y la interpreta falsamente. 


5. Política

5.1. Crítica de la Sociedad Capitalista


El capitalismo es un modo de producción en el que el burgués aporta bienes y dinero, lo que le convierte  en el dueño de los medios de producción. El trabajador se ve obligado a venderle su fuerza de trabajo.  En segundo lugar, el capitalista paga al obrero, por su fuerza de trabajo, un salario que no está de acuerdo con el valor  que el producto de su trabajo. La diferencia entre ese salario y el beneficio que su trabajo genera se denomina plusvalía. Esta queda en manos del empresario. Este margen es más abusivo cuanto mayor es la diferencia entre el salario y la riqueza resultante, pero queda  oculto bajo la forma de un contrato entre iguales, denominado por Marx fetichismo de la mercancía. El intercambio desigual y el robo del tiempo de trabajo quedan ocultos bajo la teórica libertad e igualdad en  las relaciones económicas entre trabajador y capitalista.  Las consecuencias de este modo de producción son una distribución desigual de la riqueza, y la explotación del asalariado.  Esta situación injusta terminará, según Marx, cuando desaparezca la plusvalía. Para ello, será necesario sustituir la  propiedad privada por la propiedad colectiva de los medios de producción.

5.2. La plusvalía


Marx afirma que el valor de una mercancía no es más que el trabajo que ha costado realizarla.  Sin embargo, el capitalista no paga al asalariado el producto íntegro de su trabajo, sino sólo lo necesario para reproducirse  como especie obrera. De la diferencia surge la plusvalía que  se convierte en el beneficio que el empresario burgués extrae del proceso de producción, y que no retorna a quién  debería y que es causa, de la riqueza capitalistas.   Por lo tanto, la plusvalía es la ganancia que recibe el capitalista, pero que produce el obrero con su fuerza de trabajo.  Constituye, además, el motor de la economía capitalista.El obrero sólo  tiene capacidad para perpetuarse como clase obrera. Ante ello, Marx sentencia que el obrero tiene más necesidad de respeto  que de pan. 

5.3. Ideología y conciencia de clase


La ideología forma parte de la visión interesada del grupo social que tiene la intención de dominar, por lo que se define  como el conjunto de ideas, imágenes, obras…  Quien controle la economía controlará la ideología con el fin de justificar y perpetuar su situación favorable en la  sociedad. De esta manera, la ideología equivale a una falsa conciencia; un engaño, que trata de ocultar la verdad.  Frente a la mala conciencia, Marx propone la conciencia de clase.  De esta forma, el propio Manifiesto tiene una función generadora de conciencia, al propagar las ideas y programa de la  clase obrera en cuatro niveles: 

● Económico: la explotación capitalista divide a los  individuos en dos grupos antagonistas. 

● Sociológico: expresando la conciencia de pertenecer a un grupo humano oprimido y explotado.

● Político: expresando la orientación práctica de la conciencia revolucionaria para lograr el cambio social. 

● Cultural: expresando la necesidad de un proceso de formación e ilustración del proletariado.  

5.4. La Revolución del Proletariado


La burguésía terminó con la aristocracia y el antiguo sistema feudal. Sustituyó a su vez, un régimen de explotación por otro más descarado y directo. Sin embargo, para Marx la burguésía ya ha cumplido su papel en la Historia, por lo que  el sistema que generó está condenado a desaparecer.  El capitalismo lleva en sí el germen de su propia destrucción: el capital se acumula en pocas manos, lo  cual hace que el proletariado aumente, y termine por desarrollar una conciencia de clase, que se opondrá de  forma violenta a la burguésía.  

De la tensión entre ambas clases surgirá la revolución del proletariado, que se dividirá en tres fases:  

➢ La Dictadura del Proletariado: En ella, el proletariado se hará con el poder político, y se apropiará de los medios de  producción burgueses. 

➢ El Socialismo: Período en el cual se fomentará el desarrollo de los medios de producción y de la riqueza  social. 

➢ El Comunismo: Fase en la cual desaparecerá la propiedad privada, la división del trabajo, las clases  sociales, y el Estado como defensor de los intereses de una minoría. Se corresponde con la síntesis dialéctica.  

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