Posibilidad y limites del conocimiento

Si en el apartado anterior la cuestión era en qué consiste el conocimiento de la verdad
(elementos y condiciones), ahora la cuestión es saber si la razón teórica es capaz de alcanzar la
verdad (alcance y límites).
Hay diferentes posiciones epistemológicas sobre el alcance y límites de la racionalidad
teórica o uso teórico de la razón, es decir, sobre la posibilidad de la razón de conocer la verdad
de modo efectivo y completo.
Analizamos, a continuación, las concepciones epistemológicas más relevantes sobre el
alcance y límites de la verdad: el dogmatismo, el escepticismo, el relativismo y el criticismo.
A) El dogmatismo. En realidad, para el dogmatismo todavía no existe el problema
epistemológico del conocimiento de la verdad. El dogmatismo da por supuesta sin más la
posibilidad de un conocimiento verdadero y completo de la realidad. El dogmatismo parte
de una confianza ilimitada en las facultades del conocimiento para conocer la verdad. Sin
embargo, esta confianza en la capacidad ilimitada de la razón humana es ingenua; se acepta sin

más, como principio incuestionable, y por tanto, sin fundamento epistemológico que la
garantice o justifique.
Pongamos un ejemplo para explicar la postura dogmática. Admitamos, en primer lugar,
la existencia de la razón perfecta e ilimitada de Dios, un ser omnisciente (que todo lo sabe);
supongamos también la inteligencia o razón superior de un extraterrestre que lleva en el
Universo cien millones de años (frente a los cuarenta mil años del hombre). Por fin, tenemos la
razón humana. Para el dogmatismo, la razón de Dios conocerá la verdad absoluta de la totalidad

de las ideas físicas y matemáticas, es decir, conocerá un segmento ilimitado de verdades físico-
matemáticas; el extraterrestre no conocerá todas estas verdades pero sí un amplio segmento de

las mismas; por su parte, el hombre conocerá un segmento de la física y las matemáticas
infinitamente menor que Dios y mucho más corto que el extraterrestre; pero en el tramo de
intersección de los tres segmentos, la parte común en que coinciden, la razón infinita, la razón
superior y la razón humana tienen exactamente los mismos conocimientos. Es más, el progreso
inevitable de la razón humana hará que con el tiempo tengamos los mismos conocimientos que
la inteligencia superior del extraterrestre, que la superemos y, finalmente, nos acerquemos al
saber absoluto de Dios…
El Racionalismo de Descartes es una posición epistemológica dogmática.
B) El escepticismo. Desde un punto de vista epistemológico, el escepticismo es
justamente lo contrario del dogmatismo. Para el escepticismo las facultades del conocimiento
humano no pueden obtener un conocimiento verdadero y completo de la realidad. Ningún
conocimiento puede ser tenido por fiable. Por un lado, las limitaciones de las facultades del
conocimiento (percepción, aprendizaje, pensamiento, inteligencia, lenguaje); por otra, los
condicionamientos históricos, sociales y culturales de una época determinada impiden la
aceptación de una idea o una teoría como plenamente verdaderas. El escepticismo aspira a una
fundamentación epistemológica de la verdad del conocimiento, pero tal justificación no puede
encontrarse o no resulta nunca suficiente…
En el ejemplo anterior, el escéptico afirmaría que no es posible justificar racionalmente,
es decir, de un modo convincente, que la razón humana conozca, en su tramo común del
segmento, con igual verdad que una inteligencia superior o que Dios. No podemos establecer
ninguna garantía sólida para que esta conjetura sobre el conocimiento humano se convierta en
un principio indiscutible.
La afirmación a favor de la tesis dogmática es tan válida como la contraria, sin que la
propia razón puedA determinar de modo concluyente cuál es la correcta. Para el escéptico, una
demostración concluyente sobre los límites del conocimiento humano no puede realizarse
dentro si no fuera de tales límites; dicho con otras palabras, para conocer con fundamento sus
límites la razón tendría que situarse fuera o más allá de los mismos y esto, obviamente, es
imposible.
Se ha dicho, a veces, que el escepticismo es una posición en sí misma contradictoria o
paradójica: afirma como cierto que no es posible afirmar algo como verdadero. Sin embargo, un
escéptico podría decir: «Ningún conocimiento puede ser tenido por cierto. Ni siquiera esta
afirmación»… En este caso, el principio epistemológico en que se basa el escepticismo se
convierte en una afirmación que no afirma nada. Es inconsistente.
El Empirismo de Hume es una posición epistemológica escéptica.
C) El relativismo. Esta posición epistemológica no va tan lejos como el escepticismo,
aunque, en el fondo, es una variante del mismo.
El escepticismo niega la existencia de la verdad. El relativismo la afirma pero niega el
carácter universal y necesario de esa verdad. La verdad tiene un alcance y una permanencia
relativa. No hay, por tanto, verdades absolutas. Toda verdad es limitada. Los límites del
conocer dependen bien de factores subjetivos (del sujeto que conoce): de su evolución biológica
como especie, de su diseño cerebral, de su organización sensorial o de su estructura mental y
cognitiva; bien de factores externos: de la época histórica, de la sociedad y la cultura en que
vive.

Si lo aplicamos al ejemplo, diríamos que el hombre, en función de sus condiciones
subjetivas, conoce o piensa la realidad física en cuatro dimensiones (tres espaciales y una
temporal); la inteligencia superior, por sus considerables facultades, la conoce en muchas más
dimensiones que el hombre; Dios, una inteligencia infinita, la conoce en todas las dimensiones.
Cada cual conoce la verdad de acuerdo con sus particulares condiciones internas o externas. En
consecuencia, la Física y las Matemáticas que conoce Dios, el extraterrestre y el hombre son
heterogéneas y no se pueden comparar entre sí.
D) El criticismo. Esta posición epistemológica emparenta más bien con el supuesto
inicial del dogmatismo de que es posible a la razón humana un conocimiento verdadero de la
realidad. El criticismo comparte con el dogmatismo la confianza en las facultades del
conocimiento humano. Está convencido de que es posible la aprehensión científica de la verdad
por la razón. Pero no se detiene dogmáticamente en esta afirmación, si no que avanza un paso
más y trata de examinar a fondo el origen, las condiciones, el alcance y límites del
conocimiento humano. Es decir, trata de fundamentar las condiciones epistemológicas y
metodológicas de la racionalidad teórica.
Su posición no es dogmática, si no crítica. Una posición crítica debería tener en cuenta
(como hizo la Ciencia moderna o la filosofía de Kant) el problema de la precisa relación
epistemológica entre sujeto y objeto en el proceso del conocimiento.
Actualmente, la Psicología cognitiva también se ocupa de la explicación científica del papel
activo y constructivo de las facultades del conocimiento humano (percepción, pensamiento,
inteligencia y lenguaje).

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