Niveles de Representación Mental y Teorías Filosóficas sobre la Realidad

Formas y Niveles de Representación Mental de la Realidad

Describimos aquí los distintos procesos cognitivos que permiten al ser humano representar la realidad, comparándolos y señalando sus ventajas e inconvenientes. Veremos cómo el lenguaje es el proceso clave que permite dar un salto cualitativo en nuestra representación del mundo y en la constitución de nuestro conocimiento.

Existen tres niveles de representación, cada uno de los cuales trabaja a partir de los datos que le ofrece el nivel anterior. Es lo que se denomina constructivismo y es la base sobre la que se constituye nuestro conocimiento del mundo.

Percepción

Es el primer nivel. Está constituido por dos procesos:

  • Recogida de información (datos de los sentidos): Sensación (proceso pasivo).
  • Interpretación de esta: Percepción (proceso activo).

Al resultado lo denominamos el precepto: el objeto en la percepción.

Posee las siguientes características:

  • Requiere de la presencia del estímulo.
  • Construido a partir de los datos de los sentidos (materia prima: la sensación).
  • Se presenta de forma singular (de uno en uno) y concreta (en todos sus detalles).
  • En un tiempo y espacio determinados.
  • De forma directa, nítida y exacta. Lo puedo recorrer en todos sus detalles.
  • Sus cualidades se me imponen, no las puedo modificar a gusto o voluntad.

Teorías fundamentales

  • Asociacionismo: primero percibo las partes separadas e independientes del objeto y luego las percibo como un todo.
  • Gestalt o de la forma (buena): primero percibo el todo como una forma y luego percibo las partes concretas.

Representación

Es el segundo nivel. Está constituido también por dos procesos psicológicos:

  • Conservar y reproducir esa información en ausencia del estímulo que la provocó: Memoria.
  • Reelaborar de forma concreta la información almacenada: Imaginación (capacidad de crear y producir imágenes).

Al resultado lo denominamos la imagen: el objeto en la representación.

Posee las siguientes características:

  • No requiere la presencia del estímulo.
  • Reproducido o reconstruido a partir de percepciones anteriores (materia prima: la percepción).
  • Se presenta de forma singular y concreta.
  • No está necesariamente unido a un tiempo o espacio determinados.
  • Aparece como ausente, más difuso, menos definido, más manipulable.
  • Puedo modificar sus cualidades a gusto o voluntad.

Simbolización

Es el tercer nivel. Está constituido también por dos procesos psicológicos:

  • Reelaboración de esa información de forma abstracta y simbólica: Pensamiento y Lenguaje.

Al resultado lo denominamos el Concepto (palabra que representa algo real): el objeto de los procesos simbólicos (símbolo: algo que representa la realidad).

Posee las siguientes características:

  • No requiere la presencia del estímulo ni de la imagen.
  • Construidos a partir de percepciones y representaciones previas (materia prima: perceptos e imágenes).
  • Se presenta de forma universal (no un objeto solo, sino todos los de la clase que define el concepto).
  • Se presenta de forma abstracta (no las características de cada objeto, sino solo las que son comunes a todos los de la clase definida).
  • Se presenta como símbolo (prescinde de los componentes sensoriales e imaginativos).

¿Qué relación existe entre mi conocimiento de las cosas y lo que estas son?

Veremos las cuatro posibilidades más importantes que se han planteado a lo largo de la historia de la filosofía.

Realismo Ingenuo

Es la postura dominante hasta el inicio de la filosofía moderna (Descartes).

PENSAMIENTO----piensaàIDEASàREALIDAD

Que son:

  • Causadas por las cosas.
  • Fiel reflejo de ellas.

Afirma que la relación es de identidad: mi conocimiento es una copia fiel e idéntica de lo que las cosas son.

Realismo Moderado

Cómo Descartes razona la validez del conocimiento

Descartes parte de una primera verdad que es «Pienso, luego existo». Esta verdad significa que puedo dudar de todo menos de que dudo. Podemos dudar del contenido del pensamiento, pero no de la actividad de pensar. De esta verdad, Descartes deduce la existencia de Dios, partiendo de la idea de perfección. Lo hace de la siguiente manera: Tengo en mi mente la idea de un ser perfecto, yo soy imperfecto, por lo tanto, no puedo ser la causa de esa idea; la causa de esa idea tiene que ser un ser perfecto: Dios. Dios ha creado al mundo y al hombre y es bueno. Dios es quien garantiza que lo que tengo en mi mente coincide con la realidad. Dios es el garante de la realidad.

Afirma que la relación es de semejanza: mi conocimiento refleja algunos aspectos reales de las cosas (aquellos que son cuantificables: cualidades matematizables), pero no podemos asegurar que los que proceden de los sentidos les pertenezcan efectivamente (cualidades sensibles). Estos son filósofos racionalistas y, por lo tanto, desconfían de la información de los sentidos. Otorgan más validez a las cualidades cuantificables porque las verdades matemáticas sí pueden ofrecer, según ellos, certeza al derivarse del uso exclusivo de la razón.

Fenomenismo

Afirma que la relación es de causalidad: mi conocimiento está causado por las cosas, pero no puedo saber si es algo similar a lo que estas son realmente. Solo puedo conocer aquello que aparece a mi conciencia: el fenómeno.

Fenomenismo de Hume

Hume distingue dos elementos en el conocimiento: las impresiones y las ideas. Las impresiones son la captación directa e inmediata de la realidad por medio de los sentidos. Las ideas son representaciones mentales. Para Hume, toda idea válida ha de basarse en las impresiones.

Todo lo que aparece en la mente, Hume lo llama fenómenos. Hume se plantea: ¿Tengo impresión de la relación entre mis ideas y la realidad exterior? No. Por lo tanto, es indemostrable la existencia de una realidad exterior y si esta existe, causa nuestras ideas.

Probablemente algo exista en el exterior, pero no lo sé (escepticismo).

Fenomenismo Kantiano

Fenómeno: lo puesto por el sujeto (formas) más lo dado (materia) que proviene del exterior, que es caótico hasta que es configurado por el sujeto.

Noúmeno: la cosa en sí, independientemente de la forma que le ponemos, no se puede conocer.

Kant dice que solo conocemos el fenómeno, pero no podemos conocer cómo es la cosa en sí (el noúmeno); mas configuramos esa realidad que se nos aparece.

A la hora de conocer somos activos: le ponemos la causa y el efecto, categorías que en realidad no existen en la cosa en sí, sino que son formas de nuestra comprensión.

La mente construye el objeto (fenoménico).

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