Ética Aristotélica
La Ética a Nicómaco es la versión final de la ética aristotélica. Esta ética es una ética de la felicidad (eudemonismo), pero también es una ética de la virtud.
La Felicidad (Eudemonismo)
La felicidad, también llamada eudaimonismo, es lo bueno para el hombre, o el bien supremo del hombre. Aristóteles considera varias teorías, como la vida activa, la vida contemplativa o la vida placentera. Hay muchos tipos de bienes; por lo tanto, el bien no es una realidad única. Según Aristóteles, la felicidad se basta a sí misma y consiste en un ejercicio perfecto de la actividad propia del hombre (la actividad del alma). Para que sea perfecta, tiene que ir acompañada por las virtudes. El empirismo ético lleva a Aristóteles a una postura ecléctica; es decir, la felicidad consiste en unir la contemplación, los bienes exteriores y la virtud.
La Virtud o Excelencia
La virtud o excelencia es una capacidad y aptitud permanente y preferible del alma para el comportamiento. Esta virtud requiere la voluntad. La virtud se adquiere por los hábitos, ya que no nacemos con ella. Consiste en un término medio; es decir, un equilibrio entre dos extremos. En relación con el bien, la virtud se encuentra en el punto más alto. Aristóteles distingue dos tipos de virtudes: las morales y las intelectuales.
Política Aristotélica
Aristóteles defiende una concepción del Estado como organismo social. El Estado es anterior a la familia por naturaleza, y cada persona es considerada individualmente. El hombre es un animal político o comunitario. El Estado no puede basarse solo en sí mismo, ya que el individuo y la familia no se encuentran en el mismo caso. No se trata de una autarquía solamente económica, sino también humana y ética. La felicidad de los ciudadanos es el fin del Estado. Con esto, busca el bien público y la felicidad de todos. Aristóteles critica la política de Platón, ya que para él la política no es una ciencia exacta, sino empírica. Aristóteles mantiene la idea de la pequeña ciudad-estado. Aristóteles considera a los hombres como organismos, y no como seres trascendentes con almas inmortales. La ética y la política de Aristóteles son más realistas y prácticas que las de Platón.
El Helenismo
El Helenismo es una época que comienza después de la conquista de Alejandro Magno, tras la cual las polis dejaron de ser ciudades autónomas y pasaron a depender del reino de Macedonia. La gente dejó de ver la polis como una familia estrecha para verse sumergida en un mundo más amplio. Alejandro insistió en tratar como ciudadanos a la población de estos territorios conquistados. Hizo que sus súbditos le adorasen como a un dios. Estas antiguas ciudades fueron decayendo, por lo que muchos griegos emigraron a nuevas ciudades. Las ciudades que se iban formando eran similares a la polis, pero en lo político dependían de una monarquía autoritaria y muy centralizada. El elemento griego acabó mezclándose con usos y costumbres de los pueblos conquistados, y por eso no se puede hablar de una cultura puramente griega. Las influencias culturales resultantes se denominaron helenísticas. Con este Helenismo, el individuo se convierte en el centro de la reflexión filosófica.
El Estoicismo
El fundador de esta escuela fue Zenón de Citio a principios del siglo III a.C.
Física Estoica
La física es el estudio de lo material, ya que para los estoicos todo lo existente es materia. No existen los géneros ni las especies, solo los individuos concretos. Todo lo que existe se formó a partir de dos principios básicos: la materia prima y el pneuma o principio vivificador que da forma a los objetos. El mundo material es como un gran organismo, ya que está todo lleno de vida.
Ética Estoica
La ética se deriva de la física estoica. Los humanos debemos vivir de acuerdo con la naturaleza, y eso se identifica con vivir según la razón. La virtud es la capacidad natural que consiste en seguir la naturaleza. Los estoicos ensalzan la fuerza de voluntad y la formación del carácter en una lucha continua contra las dificultades.
San Anselmo y el Argumento Ontológico
San Anselmo propone convencer al incrédulo con una prueba puramente racional.
Pasos del Argumento Ontológico
- La definición es: Dios es aquello de lo cual nada mayor puede pensarse (la Esencia de Dios).
- Si el incrédulo oye esta definición (que es lo mismo que la esencia), la entiende.
- Si la entiende, esta esencia está en su mente.
- Si es lo máximo y lo más perfecto, no le puede faltar ninguna perfección; es decir, es lo más bueno, lo más bello, lo más sabio, etc. Entonces, siempre tiene existencia. Compasivo, sabio… son atributos o predicados. San Anselmo busca incluir la existencia como predicado.
- La conclusión de San Anselmo es que si es perfecto, incluye todos los atributos, incluida la existencia.
Críticas y Réplicas
Crítica de Gaunilón
La crítica (de Gaunilón) a San Anselmo es que si se piensa en una isla perfecta, el tener su imagen-esencia-concepto en la mente no significa que exista en la realidad.
Réplica de San Anselmo
La réplica de San Anselmo es que la isla es contingente y Dios es necesario. En los seres necesarios, la Esencia incluye la existencia, y solo hay un Dios.
Crítica de Santo Tomás
Santo Tomás también lo critica por pasar del plano de la existencia pensada a la real, y por eso sugiere un enfoque contrario.
Crítica de Kant
La última crítica es la de Kant en el siglo XVIII, quien dice que la existencia no es un predicado, ya que al quitar la existencia estamos quitando el sujeto; pero desde el punto de vista lógico, este argumento no es válido.