Filosofía Clásica y Medieval: Ética y Conocimiento en Aristóteles y San Agustín

La Ética de Aristóteles: La Búsqueda de la Felicidad

Aristóteles diseña una ética teleológica, afirmando que el fin o bien último que los seres humanos persiguen es la felicidad. Para Aristóteles, el ser humano es más feliz cuando realiza la actividad racional o vive acorde con la razón; por ello, identificará la felicidad con la actividad intelectual. Sin embargo, no todos los seres humanos aman el saber, por lo que existe una felicidad alternativa mediante la práctica de las virtudes. La búsqueda de la felicidad exige la posesión de ciertos bienes corporales (salud) y exteriores (medios económicos), pero exige, sobre todo, la posesión de las virtudes.

El Ejercicio de la Virtud

Aristóteles distingue en el ser humano dos elementos: uno irracional (pasiones) y otro racional (razón). De ahí que distinga dos tipos de virtudes:

  • Virtudes éticas: referidas a la parte irracional del ser humano.
  • Virtudes dianoéticas: que hacen referencia a la parte racional.

Para conseguir la felicidad se requiere la práctica de la virtud. Aristóteles define la virtud como:

  • Excelencia humana.
  • Hábitos moralmente buenos.
  • Hábitos que se adquieren por libre elección.
  • Hábitos buenos adquiridos por repetición.

La virtud es definida por Aristóteles como un hábito que consiste en la elección de un término medio entre un defecto y un exceso, determinado por la razón. El término medio es producto de la sabiduría práctica o prudencia. Consiste en aplicar la razón a las pasiones y las emociones, de manera que estas no nos desborden por exceso ni por defecto. El término medio no es el mismo para todos, sino que dependerá de las características de cada individuo. Al escoger siempre utilizando la razón, se adquiere el hábito de someter el carácter a la razón, de manera que la suma de acciones conforma nuestros hábitos y nuestro carácter. Sin embargo, la virtud exige también la voluntad: para realizar el bien no basta conocerlo, sino que hay que practicarlo.

Virtudes Dianoéticas y Éticas

Las virtudes dianoéticas son virtudes intelectuales cuyo objetivo es desarrollar la parte racional del ser humano. Hay 5 virtudes dianoéticas:

  • Arte
  • Ciencia
  • Inteligencia
  • Sabiduría
  • Prudencia

La prudencia consiste en saber cómo actuar en cada momento. Las virtudes éticas tienen como objetivo mejorar el comportamiento, dominar las partes irracionales del alma. Se adquieren por repetición (ej. generosidad).

Aristóteles también se refiere a la justicia como una virtud que regula las relaciones interpersonales. Distingue dos formas:

  • Justicia aritmética: dar a todos exactamente lo mismo.
  • Justicia geométrica: dar a cada uno en función de sus méritos.

Aristóteles concede una importancia extraordinaria a la amistad. Esta expresa los lazos afectivos de quienes tienen conciencia de formar una comunidad.

El Conocimiento en San Agustín: Razón, Fe e Iluminación

Para San Agustín, razón y fe colaboran en una única verdad: el cristianismo. Verdad a la que se puede acceder por dos caminos: la razón, que nos acerca a ella parcialmente, y la fe, que la da a conocer en plenitud. Por lo tanto, fe y razón no solo son compatibles, sino que, además, la religión es también la verdadera filosofía, ya que la filosofía, si es correcta, estará de acuerdo con los contenidos de la fe.

Esta colaboración se realiza del modo siguiente:

  1. La fe ilumina a la razón y la precede, ya que es preciso creer para poder entender: «creo para entender». Puesto que la razón humana es limitada, solo la fe permite entender todas las preguntas relativas a Dios, al mundo y al ser humano.
  2. La razón ayuda a la fe, ya que la comprensión racional de la doctrina cristiana es la forma más elevada y auténtica de la fe. La verdadera fe del cristiano no debe limitarse a la fe ciega: «entiendo para creer».

Etapas del Conocimiento Agustiniano

En cuanto a la epistemología, para San Agustín podemos alcanzar un conocimiento pleno y absoluto, que consiste en una dialéctica dividida en las siguientes etapas:

  • Conocimiento sensible: Grado más bajo del saber. No puede considerarse un conocimiento fiable debido a la inestabilidad de las cosas sensibles y a que los sentidos corporales son engañosos.
  • Conocimiento racional inferior: Es el conocimiento propio de las ciencias particulares (física, biología…). En parte es sensible, ya que se refiere a las cosas del mundo, y en parte es racional, ya que aspira a verdades generales.
  • Conocimiento racional superior: Es el conocimiento puramente racional. Este trata sobre las esencias y las verdades absolutas.

Si bien el ser humano conoce estos distintos tipos de verdades, San Agustín admite que la interiorización es el punto de partida del verdadero conocimiento. La interiorización se convierte en un proceso que lleva al ser humano más allá de sí mismo, a un proceso de autotrascendencia, pues él mismo se percibe como un ser finito y mudable que percibe verdades inmutables y eternas, como la idea de Dios.

San Agustín sitúa las ideas en la mente de Dios, ya que, si son eternas e inmutables, no pueden tener su origen en el alma humana. Para resolver el problema de cómo el alma puede conocer tales ideas si están en la mente de Dios, San Agustín elabora la Teoría de la Iluminación. Según esta teoría, el conocimiento intelectual de las ideas es posible porque Dios las ha puesto en el alma y nos permite comprenderlas iluminando nuestro entendimiento superior. El ser humano no solo se trasciende a sí mismo en el conocimiento, sino que también se autotrasciende en la voluntad a través del amor; así pues, su felicidad consiste en amar a Dios.

Glosario de Términos Geográficos y Ambientales

Alcornocal:
Formación vegetal cuyo árbol predominante es el alcornoque. Su corteza se utiliza para la elaboración de corchos. Es propia del clima mediterráneo.
Bosque caducifolio:
Bioma formado por árboles y plantas que pierden sus hojas todos los años. Es denso y umbrófilo, con árboles de tronco recto, alto y hojas anchas.
Bosque de ribera:
Formación vegetal caracterizada por su vinculación a la ribera de un río.
Bosque mediterráneo:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Bosque perennifolio:
Bioma formado por árboles o arbustos que poseen hojas vivas a lo largo de todo el año. Presentan hojas pequeñas, gruesas y duras, y un tronco bajo y de corteza gruesa.
Conífera:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Encinar:
Bosque de encinas, que es el árbol más representativo del clima mediterráneo. Sus hojas son perennes, pequeñas y coráceas. Los troncos son gruesos y su copa globular ayuda a preservar la humedad en el suelo.
Garriga:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Hayedo:
Conjunto de hayas. Es un árbol muy exigente debido a que no tolera la aridez; crece sobre cualquier tipo de suelos, pero su resistencia al frío hace que se extienda como un árbol de montaña.
Humus:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Laurisilva:
Formación forestal característica de las áreas subtropicales y ecuatoriales de montaña, de gran frondosidad y de carácter perennifolio.
Maquia:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Matorral:
Campo caracterizado por arbustos y matas que a menudo incluye céspedes y plantas de porte herbáceo.
Pradera:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Reforestación:
Intervención positiva del ser humano en el medio natural, mediante la protección de espacios naturales, la repoblación de especies autóctonas, etc.
Robledal:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Suelo:
Formación natural de la superficie terrestre compuesta por una combinación de materia mineral, orgánica y aire.
Vegetación endémica:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Vegetación esclerófila:
Tipo de vegetación cuyas especies arbóreas y arbustivas están adaptadas a largos períodos de sequía y calor. Ej: maquia.
Vegetación potencial:
(Definición no proporcionada en el texto original)
Vegetación xerófila:
Asociación vegetal adaptada a la vida en un medio seco o árido. Ej: Algarrobo.

Términos Hidrográficos

Albufera:
Laguna litoral separada del mar por un cordón litoral en el que existen una o más bocanas por las que el agua entra y sale.
Cauce:
Terreno por donde discurren los ríos, torrentes y arroyos, que suele corresponder con una línea que une los puntos más bajos.
Caudal:
Cantidad de agua que lleva un río en un lugar determinado de su curso.
Cuenca hidrográfica:
Territorio que comprende un río y sus afluentes, y el terreno por donde discurren las aguas que los alimentan.
Embalse:
Gran depósito donde se depositan las aguas fluviales, que se forma artificialmente al cerrar la boca de un valle mediante una presa.
Estiaje:
Nivel más bajo de un río; también hace referencia al periodo que dura esa disminución del caudal.
Rambla:
Cauce normalmente seco por el que circulan las aguas fluviales tras torrenciales lluvias.
Red hidrográfica:
Agrupación de cuencas hidrográficas que tienen en común que todos los ríos vierten el agua al mismo mar u océano.

La Ética de San Agustín: Felicidad, Voluntad y Gracia Divina

La Felicidad es Amar a Dios

La reflexión ética de Agustín se enmarca dentro del eudemonismo, una ética de la felicidad: el fin de la conducta humana es la felicidad. Esta beatitud solo se encuentra en Dios con ayuda de la gracia divina. El impulso que lleva al ser humano hacia la felicidad es el amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Este impulso amoroso depende de la voluntad humana, y esta es libre: el ser humano puede inclinarse tanto hacia el bien como hacia el mal.

Agustín manifiesta cierto pesimismo, ya que, desde el pecado original, la humanidad no puede dejar de pecar; solo la gracia divina puede ayudar al ser humano a que surja en él el impulso a amar y elegir el bien en vez del mal. Así es como el individuo alcanza la salvación y la redención de sus pecados.

Libertad y Libre Albedrío

El cristianismo sostiene la defensa de la libertad humana. El ser humano ha sido creado libre, con capacidad para decidir entre el bien y el mal. El ser humano es libre para aceptar o no aceptar el mensaje del cristianismo. Es cierto que, según Agustín, la voluntad tiende necesariamente a la felicidad, y también que el único objeto adecuado para la felicidad humana es Dios, de acuerdo con la autotrascendencia.

La experiencia cristiana es una experiencia dramática, ya que la libertad se halla amenazada por la corrupción de la naturaleza, que inclina al ser humano hacia el mal, y por la fuerza de la gracia, que lo empuja hacia el bien. La doctrina cristiana del pecado original, transmitido a toda la humanidad, parece llevar a la conclusión de que el ser humano no es casi libre de hacer el bien. Por el contrario, la doctrina cristiana de la gracia parece llevar a la conclusión de que el ser humano no es casi libre de hacer el mal.

Con respecto al problema de la libertad, Agustín distingue dos conceptos:

  1. Libre albedrío: Es la capacidad que tiene el ser humano de obrar voluntariamente y que, desde el pecado original, está orientada hacia el mal.
  2. Libertad: Es la capacidad para hacer buen uso del libre albedrío, lo cual necesita de la gracia divina.

Así, a pesar de que el ser humano haya sido creado libre, desde el momento en que comete el pecado original, conserva únicamente un libre albedrío frágil para elegir lo que debe: amar a Dios, porque la voluntad humana tiende a la felicidad, y solo Dios puede hallarla. Por tanto, para Agustín, el alma humana está caída a causa del pecado original. La humanidad está condenada por el pecado original. Hay que insistir en que la libertad no puede ser experimentada sin la ayuda de la gracia divina. Solo la gracia divina hace libre a la voluntad, porque la auténtica libertad consiste en hacer buen uso del libre albedrío, es decir, en hacer el bien y no el mal. Este poder de usar bien el libre albedrío es precisamente la libertad.

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