Fenomenismo y escepticismo Hume

 ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO: IMPRESIONES E IDEAS
Hume no estaba satisfecho con la utilización del término idea para todo lo que conocemos, tal como lo había descrito Locke. Por esta razón, reservó el concepto de idea para designar sólamente ciertos contenidos del conocimiento.
Hume divide los contenidos del conocimiento en dos clases: IMPRESIONES.
Es el conocimiento por medio de los sentidos. Datos inmediatos de la experiencia interna (impresiones de reflexión: angustia, agrado, etc…) o externa (de sensación:color, sabor, etc…), caracterizados por su viveza y su sentido de la realidad.

IDEAS.

Son las representaciones o copias de las impresiones en el pensamiento. Datos mediatos, reproducidos o derivados de las impresiones y por esa razón, menos vivos, más débiles.Las impresiones son todas nuestras sensaciones. Las ideas son las imágenes débiles de las impresiones


 ÉTICA EN HumeLa parte más conocida de la filosofía de Hume es la teoría del conocimiento que acabamos de ver, su radical interpretación de los presupuestos empiristas. Sin embargo, Hume vive en el Siglo XVIII y hemos mencionado que es el principal representante de la Ilustración Inglesa. Por lo tanto, vive el espíritu e intereses de la Ilustración. Además de por el conocimiento, Hume se ocupó de la religión, la historia, la política y la ética. Por lo que respecta a ésta última, dos son las afirmaciones fundamentales: crítica al Racionalismo moral y el sentimiento como fundamento de los juicios morales.



TAMBIÉN AL YO LE LLEGA SU HORA


Por idénticas razones no podemos afirmar la existencia del yo o de una identidad personal

Si a alguien se le ocurre preguntar de dónde proceden nuestras impresiones, toda vez que no podemos justificar racionalmente la existencia del mundo exterior, Dios o el yo, Hume contesta que no lo sabemos ni podemos saberlo.
Pretender contestar esta pregunta es ir más allá de nuestras impresiones y éstas constituyen el límite de nuestro conocimiento.Recordad: a toda idea ha de corresponderle una impresión y no hay impresión de las sustancias. Cierto que tenemos impresiones sensibles dispersas pero no de sustancia corporal; cierto que tenemos impresiones internas, de reflexión, pero no la hay de conciencia. Podemos admitir con Descartes  que hay pensamientos indudables pero no podemos demostrar que haya algo tras esos pensamientos, es decir, una sustancia (llámese alma, conciencia o yo). Suponemos que tras esas impresiones dispersas hay algo que las unifica pero sólo lo suponemos, no podemos demostrarlo.Lo que podemos hacer es, en todo caso, tratar de justificar la creencia en la existencia del mundo exterior o de la identidad personal, o, en general, de las sustancias. Hume lo intenta con la ayuda de las leyes de la asociación y con el recurso a la memoria.


CRÍTICA AL Racionalismo MORAL
Como ya hemos dicho muchas veces, un código moral es un conjunto de juicios a través de los cuales expresamos la aprobación o reprobación de determinadas conductas y actitudes. Por ejemplo, aprobamos la honestidad en los políticos y reprobamos la corrupción.La mayoría de los filósofos, cuando hacen ética y se preocupan por fundamentar esos códigos morales, han señalado la razón como origen y fundamento de dichos códigos. Su origen estaría ya en la filosofía griega (recordad el intelectualismo moral de Sócrates, la ética platónica con la razón dirigiendo al individuo o la  aristotélica, con su sabiduría o razón práctica realizando el cálculo que nos permite elegir un término medio)Hume considera que la razón, el conocimiento intelectual, no es ni puede ser el fundamento de nuestros juicios morales. El conocimiento en Hume es de dos tipos: relaciones entre ideas y cuestiones de hechos. Los juicios morales no son ni relaciones entre ideas ni cuestiones de hechos. Cuando emitimos un juicio moral estamos haciendo una valoración de los hechos, que, lógicamente, no está en los hechos. Por ejemplo, cuando decimos que “los políticos no deben ser corruptos” no estamos diciendo que se dé o no la circunstancia de que los políticos sean corruptos, lo que estamos haciendo es una valoración acerca del hecho de la corrupción política.

RECHAZO A LA METAFÍSICA: FENOMENISMO Y ESCEPTICISMO


Hume se convierte en el primer gran crítico de la filosofía entendida como metafísica: disciplina o saber que trata de explicar el ser de las cosas, de conocer la realidad última. Los tres grandes contenidos de la metafísica y de la filosofía son aquellos que Hume acaba de cargarse: mundo, hombre y Dios. Su teoría del conocimiento conduce a la negación de la metafísica. La razón es muy sencilla: solo podemos contar con nuestras imperiones pero no puedo saber a qué se deben esas impresiones. De la realidad externa no tengo conocimiento estricto. El conocimiento se reduce a conocimiento de fenómenos (lo que aparece, lo que se muestra), de ahí la calificación de fenomenismo al pensamiento de Hume. Fundada en la coherencia y constancia de las impresiones suponemos la existencia de una realidad exterior

pero nada más. La
costumbre y la creencia fundada en la costumbre no puede dar conocimiento. Esa imposibilidad de fundamentar el conocimiento se denomina escepticismo.

LA EXISTENCIA DE Dios


Para fundamentar la existencia de Dios se acude al principio de causalidad. Lo hemos visto en Tomás de Aquino y en Descartes. Esta inferencia es inválida o injustificada exactamente por las mismas razones que la del mundo exterior o cuerpos. Hume es un crítico de la religión . Niega validez a todas las pruebas que pretenden demostrar la existencia de Dios racionalmente: argumento ontológico de San Anselmo o Descartes , vías tomistas con el principio de causalidad, o las que establecen un orden en el universo con una causa inteligente de ese orden (5ª vía t0mista). Hume va más lejos: considera que la religión es una superstición que puede provocar bastante más daño que utilidad, sobre todo en épocas o pueblos con sentimientos religiosos (vinculación de la religión, como la moral a los sentimientos) exaltados. Establece una génesis de las ideas religiosas. Las primeras religiones eran politeístas y estaban fundamentadas en la ignorancia y el miedo a lo desconocido. A partir de ahí se pasa al monoteísmo, que tiene sus ventajas frente al politeísmo (tiende a racionalizarse)  pero también sus inconvenientes: potencia el fanatismo y la intolerancia (puesto que sus preceptos son los verdaderos deben imponerse a los demás, surgiendo las persecuciones religiosas) y cuanto más poderosa sea la divinidad más sentimientos destructivos genera en los hombres: autohumillación, sometimiento, penitencia, mortificación, etc …

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