Felicidad y Bien Moral: Claves Filosóficas para una Vida Plena

El Orden Moral: La Búsqueda de la Felicidad

La voluntad humana siempre aspira al bien. Estamos intrínsecamente orientados hacia la felicidad, un bien supremo que justifica nuestras acciones y decisiones.

El Bien Moral como Fin de la Voluntad: Hacia una Vida Feliz

El bien moral se concibe como un orden que integra una pluralidad de elementos:

  • En el plano del ejercicio de la voluntad, el bien se manifiesta como el fin o la causa de la acción, lo que conocemos como la noción de felicidad. Por ejemplo, al desear obtener un grado de ESO, elegimos las asignaturas que nos conducen a ese objetivo.
  • En el plano de la especificación, el bien se presenta como la regla o causa formal del acto moral: la norma, el deber, la virtud. Establecer pautas personales y alcanzar la virtud implica actuar conforme a ellas sin necesidad de coerción externa.

El Bien y la Libertad

  • La acción libre presupone la adopción de un fin último o un proyecto de vida. Existe una profunda conexión entre el obrar moral y la identidad personal.
  • Aunque la experiencia sugiere que nos movemos por múltiples fines, la realidad es que estos deben relacionarse entre sí de manera unitaria para poder articularse coherentemente.

Bien e Identidad Personal

  • La existencia de numerosos fines no nos permite determinar cuál es el último, pero sí podemos afirmar que en el horizonte de nuestras elecciones siempre hay un fin que aspira a ser el definitivo.
  • El fin global debe ser único, ya que es lo que posibilita la ordenación de todas nuestras decisiones.
  • Existe una estrecha relación entre la identidad personal y el bien.
  • Nuestras decisiones y juicios presuponen un marco de referencia del que no es posible prescindir, pues constituye nuestra identidad personal.

El Bien Último: La Plenitud

  • El fin verdaderamente último es completo y autosuficiente; no deja nada fuera de sí. El fin último es un todo integral.
  • Es crucial considerar la vida de un modo unitario. Las cosas son buenas porque merecen la pena en sí mismas, no por razones concretas y circunstanciales.
  • Esta perspectiva, que considera la vida como un todo, es el punto de vista moral, a diferencia de una razón instrumental o técnica.

Insuficiencia de la Norma y la Ley para la Moral

La norma o el deber resultan insuficientes como guía moral:

  • Son demasiado restrictivos, afectando solo a ciertos actos.
  • Son negativos, careciendo de motivación intrínseca (el “no se puede”).
  • El límite no es inherentemente malo, a menos que se convierta en un absoluto.

La Vida Feliz: Coincidencia con el Bien Completo

  • El bien moral coincide con el bien completo de la persona.
  • La voluntad, de modo natural y necesario, tiende a la felicidad como su objeto propio.
  • El ser humano, en virtud de su constitución, tiende no solo al bien, sino al bien completo y perfecto.

La Indeterminación de la Felicidad

La felicidad se presenta como una razón formal e indeterminada del querer. Incluye todos los bienes, pero ninguno la agota por completo.

Candidatos Parciales para la Felicidad

Comúnmente, se consideran como posibles fuentes de felicidad:

  • El dinero
  • El placer
  • El poder
  • El éxito

Sin embargo, todos estos son fines parciales. Lo que es innegable es que cada individuo es el protagonista de la plenitud a la que aspira. Cuando estos cuatro elementos se convierten en el fin último, la felicidad no se alcanza, pues su naturaleza es inestable.

Determinación de la Vida Feliz: Un Contraste Histórico

La ética moderna, a diferencia de la clásica, no se plantea la cuestión de la felicidad. El problema ético moderno gira en torno al juicio moral, es decir, cómo explicar y justificar la aparición del deber en la existencia humana. Para la ética moderna, la felicidad es subjetiva y variable, por lo que no la considera un fundamento válido. Antes de Kant, la ética consistía en la búsqueda de la felicidad; después, se basa en el deber y en actuar debidamente.

La Felicidad para los Clásicos

  • Aristóteles concibe la felicidad no como un estado o una posibilidad de gozar de un placer, sino como una actividad perfecta, buscada y realizada por sí misma.
  • Para Aristóteles, la vida feliz es la vida virtuosa: vivir conforme a la razón, que es lo más específicamente humano.
  • Esta vida comprende el ocio, las condiciones materiales de existencia, la tranquilidad del alma y las amistades convenientes.

Felicidad y Razón

La felicidad es algo propio solo de los seres humanos. Es una aspiración exclusiva de la vida racional, un deseo razonable que solo puede ser satisfecho de acuerdo con la razón.

Felicidad y Virtud

La relación entre felicidad y virtud es fundamental. Solo los hábitos conformes con nuestra naturaleza racional, es decir, las virtudes, pueden favorecer una clara visión de nuestra finalidad última. La virtud contribuye a la vida feliz y nos permite ser nosotros mismos. Es fundamental vivir de acuerdo con nuestra esencia.

La Felicidad en la Modernidad

La ética moderna se enfrenta a dos problemas fundamentales:

  • Determinar cuál es la acción correcta o equivocada y las normas que la rigen.
  • Justificar dichas normas y el deber de obedecerlas.

Características de la Ética Moderna

Esta ética moderna hunde sus raíces en la elaboración de la ética desde el punto de vista del observador externo y del juez de las acciones ajenas. Para la ética moderna, el problema de la vida feliz no se plantea; interesa solo fundamentar unas reglas para la convivencia civil. La ética debe limitarse a determinar las fronteras más allá de las cuales la actividad deja de ser privada.

La ética moderna pone de manifiesto dos problemas:

  • Elegir el rumbo de la propia vida es tarea de la libertad y responsabilidad personales.
  • La convivencia en una sociedad pluralista requiere un conjunto de condiciones jurídicas de libertad que deben ser determinadas con sumo cuidado.

Problemas de la Ética Moderna

  • Concepción subjetiva de la felicidad: cada individuo es el mejor juez para decidir sobre su propia felicidad.
  • La felicidad es una realidad hedónica: el sentirse bien.
  • No hay relación entre felicidad y vida virtuosa.

La Ética Cristiana

  • Aporta la idea del amor de Dios por la humanidad.
  • Dios crea a los seres humanos por amor y los destina al amor.

El Papel de la Ética

La ética no es un código civil o penal; es una disciplina filosófica que reflexiona, ante todo, sobre lo que la persona delibera consigo misma al actuar, ya sea en público o en privado.

La Importancia de la Primera Persona en la Moral

Las fuentes de la vida moral solo se resuelven en primera persona. Si se renuncia a la finalidad moral, se tiende a hablar de derecho, de orden público, de corrección y de eficiencia del sistema social. Se sustituye el concepto de “good” (lo bueno) por “right” (lo correcto), priorizando lo políticamente correcto sobre lo intrínsecamente bueno.

El Ejemplo de Kant y la Felicidad

  • Para Kant, moralidad y felicidad son realidades heterogéneas.
  • La felicidad es algo indeterminado, un ideal de la imaginación que significa la suma de todos los placeres sensibles.
  • En cuanto indeterminada, no puede dar lugar a preceptos morales.
  • En cuanto sensible, conduce al hedonismo.

Problemas del Planteamiento Kantiano

A pesar de su rigor, el planteamiento kantiano enfrenta la indeterminación del concepto de felicidad. En el fondo, no puede negar que la vida feliz está inicialmente indeterminada y que determinar su contenido es el acto moral por excelencia.

Preguntas Frecuentes sobre el Tema

A continuación, se abordan algunas preguntas clave relacionadas con el orden moral y la felicidad:

  • ¿Qué es la felicidad para los clásicos? Para los clásicos, la felicidad es el bien que justifica nuestro modo de vivir; un bien indeterminado que engloba a la persona en su totalidad y se alcanza a través de la virtud y la razón.
  • ¿Qué relación hay entre la concepción clásica y la moderna de la felicidad? La ética moderna considera la felicidad como algo subjetivo que no le compete, centrándose en el deber. Para la ética clásica, en cambio, la felicidad es la finalidad de la existencia, la búsqueda del bien supremo y la plenitud.

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