Implicaciones Éticas de la Actividad Científica y sus Descubrimientos
Las implicaciones éticas de la **propia** actividad científica son variadas, pero nos centraremos en tres aspectos con gran repercusión en la comprensión y el papel de la ciencia.
Francis Bacon, en el siglo XVI, destacó el papel utilitario de la ciencia y su capacidad transformadora. Poco después, Thomas Hobbes afirmó que la ciencia es poder.
Robert Merton enumeró cuatro códigos éticos que **regulan** la actividad de los científicos:
- El universalismo.
- El comunismo.
- El desinterés.
- El escepticismo organizado.
Existe un gran arraigo en la investigación científica de la idea de que la ciencia solo investiga hechos y no discute sobre valores. Esto conlleva el riesgo de reducir la razón científica a una razón meramente instrumental.
¿Animales Simbólicos o Racionales? Una Perspectiva Filosófica
Los grandes pensadores, como Aristóteles, que definieron al ser humano como animal racional, no eran empiristas ni trataron nunca de **proporcionar** una noción empírica de la naturaleza humana. Con esta definición expresaban, más bien, un imperativo ético fundamental. La razón es un término verdaderamente inadecuado para abarcar las formas de la vida cultural humana en toda su riqueza y diversidad, pero todas estas formas son simbólicas. Por tanto, en lugar de definir al ser humano como animal racional, lo definiremos como un **animal simbólico**. De este modo, podemos designar su diferencia específica y comprender el nuevo camino abierto a la humanidad: el camino de la civilización.
El Conocimiento a Través de la Historia de la Filosofía
A lo largo de la historia de la filosofía, se han propuesto diferentes respuestas acerca del origen del conocimiento. A continuación, se presentan algunas de las más destacadas:
Filosofía Antigua: Platón y Aristóteles
En la **filosofía antigua**, Platón distinguió entre dos tipos de conocimiento:
- El conocimiento sensible, que no es auténtico conocimiento, sino mera opinión. Es el **conocimiento que** tenemos de las cosas que percibimos por los sentidos, pero, como estas cosas están sometidas al cambio, no pueden ser el objeto de un conocimiento verdadero, que ha de ser universal y necesario.
- El conocimiento intelectual, que es el auténtico conocimiento porque tiene como objeto las realidades inmutables, inmateriales, eternas y universales; en una palabra, las Ideas.
Aristóteles también distinguió entre el conocimiento sensible y el racional o intelectual. Sin embargo, consideró que el punto de partida de todo conocimiento es la observación y percepción de los objetos a través de los sentidos, los cuales son fuentes fiables de conocimiento.
El Siglo XVII: Racionalismo y Empirismo
En el **siglo XVII**, la filosofía buscó establecer un conocimiento fiable y seguro:
- Los racionalistas, como Descartes, Leibniz y Spinoza, subrayaron el papel dinámico de la razón en la construcción del conocimiento, admitiendo incluso la existencia de ideas innatas, con las que nacemos.
- Los empiristas, como Locke y Hume, definieron, por el contrario, que la experiencia constituye el origen y el límite de nuestro conocimiento. Negaron la existencia de ideas innatas y consideraron que el papel del entendimiento se reduce a recibir pasivamente y a asociar las impresiones que nos proporcionan los sentidos.
El Siglo XVIII: La Síntesis Kantiana
En el **siglo XVIII**, Kant se planteó cómo es posible la ciencia: un conocimiento que nos informa sobre hechos del mundo sensible y, al mismo tiempo, es universal y necesario.
El Conocimiento en la Actualidad
En la **actualidad**, se ha abandonado la idea de la mente-cerebro como una «tabla rasa» que se va llenando en función de la experiencia recibida. Los seres humanos «nacemos sabiendo», pues nuestro cerebro está compuesto de módulos configurados genéticamente por estructuras universales comunes a la especie, que determinan la forma y los límites de algunos de nuestros conocimientos al recibir la experiencia adecuada.
Corrientes Epistemológicas Clave: Objetivismo, Escepticismo, Relativismo, Perspectivismo y Pragmatismo
Objetivismo: La realidad y los objetos existen independientemente del sujeto que los conoce, el cual puede aprehenderlos tal y como son. Platón, por ejemplo, admite que las Ideas constituyen el objeto adecuado del conocimiento intelectual.
Escepticismo: La realidad no puede ser conocida. Según Pirrón, la única postura coherente del sabio es no emitir ningún juicio sobre la verdad o falsedad de la naturaleza de las cosas, ya que esta no puede ser aprehendida.
Relativismo: No se puede alcanzar un conocimiento objetivo con pretensión de ser aceptado universalmente, ya que la validez de un conocimiento está siempre en relación con las condiciones y los contextos **en los que** se produce.
Perspectivismo: Para tener un conocimiento más completo de la realidad, es necesario ampliar nuestra visión de ella, considerando las perspectivas de los demás.
Pragmatismo: La función del conocimiento es producir opiniones y creencias capaces de resolver problemas que se plantean en la acción. Para Peirce, el acuerdo al que llega una comunidad de científicos es lo que determina la validez de las teorías. Para Rorty, ningún conocimiento puede pretender el privilegio de ser más objetivo que otro.
En resumen, para el pragmatismo, conocer es establecer creencias que permitan resolver problemas.