El Siglo XVIII: Contexto de la Obra de Kant
El siglo XVIII, al que pertenece Immanuel Kant, fue una época de profundas transformaciones, marcadas por una recuperación económica y una explosión demográfica que se aceleraron especialmente a partir de la segunda mitad del siglo. Estas transformaciones impactaron en todos los ámbitos de la vida: político, económico, social y cultural.
Transformaciones Económicas y Sociales
En el aspecto económico, se produjeron cambios fundamentales que afectaron a la economía europea. Aunque la economía seguía siendo predominantemente agrícola, se observaron diferencias significativas: mientras que en Inglaterra, Países Bajos y algunas zonas de Francia e Italia se gestaba una auténtica revolución agrícola, en el este europeo (Prusia, Austria, Rusia) la agricultura permanecía muy atrasada debido a la pervivencia del feudalismo.
A partir de la segunda mitad del siglo, la explosión demográfica fue notable, casi duplicando la población europea en 50 años. Paralelamente, surgió por primera vez un intento de explicación científica de la economía. Las dos escuelas principales fueron:
- Los fisiócratas franceses: Veían la base de la riqueza en la tierra y proponían la no intervención del Estado en las leyes de la economía.
- El liberalismo inglés: Cuyo representante más destacado fue Adam Smith, quien postuló el trabajo como la base del sistema económico y defendió un modelo basado en la ley de la oferta y la demanda, abogando también por la no intervención estatal en los mecanismos económicos.
Hacia finales de siglo, se inició en Inglaterra la Revolución Industrial, impulsada principalmente por el descubrimiento de la máquina de vapor por James Watt y su aplicación al terreno productivo.
Existía un sistema de limitación de la propiedad, especialmente en el acceso a la tierra, donde solo una pequeña parte estaba disponible para el mercado, siendo el resto propiedad de la nobleza o la Iglesia. El ascenso de una burguesía comercial dinámica impulsó la ruptura con esta concepción de la propiedad y la exigencia de un mercado libre.
Estructura Social y Política
En cuanto a la situación social, pervivía la sociedad estamental, dividida en tres grandes estamentos: la nobleza, el clero y el denominado Tercer Estado. No obstante, esta organización social entró en una profunda crisis, que estallaría con la Revolución Francesa de 1789 y sus repercusiones en la Europa continental.
En el ámbito político, predominaban las monarquías absolutas en gran parte de Europa, con la notable excepción de Gran Bretaña, donde gobernaba una monarquía parlamentaria. En la Europa del Este, donde el feudalismo aún persistía, surgió el despotismo ilustrado: una forma de gobierno en la que el Estado asumía la responsabilidad de modernizar la sociedad, a falta de una clase burguesa fuerte. Este fue el caso de la Prusia de Federico II el Grande, bajo cuyo reinado Kant escribió gran parte de su obra.
Eventos clave que marcaron el fin del Antiguo Régimen incluyeron la declaración de independencia de los Estados Unidos de América en 1776 y la proclamación de su Constitución en 1787. El parlamentarismo inglés, la Constitución americana y la Revolución Francesa, con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, sentaron las bases para la constitución moderna de la sociedad en sistemas democráticos liberales, que irían desmantelando paulatinamente el Antiguo Régimen.
Panorama Cultural
En el terreno cultural, el siglo XVIII vio cómo el Barroco daba paso al Clasicismo, que puede definirse como un intento de aplicar el espíritu cartesiano (racionalidad, sencillez, orden) al arte. En la música, aunque continuaba la maduración del Barroco, hacia mediados de siglo también cedió el paso al Clasicismo, con máximos representantes como Mozart y Haydn.
La Filosofía Crítica de Immanuel Kant
El texto se enmarca en el Prólogo a la segunda edición de la Crítica de la razón pura, la obra inaugural del periodo crítico de Kant. Este periodo se caracteriza por el rechazo kantiano del sistema leibniz-wolffiano y el inicio de la construcción de su propio sistema filosófico. Aunque su nombramiento como catedrático en 1770 suele marcar el inicio de este periodo, la Crítica de la razón pura no se publicó hasta 1781, tras once años de intensa elaboración filosófica. La segunda edición de la obra apareció en 1787.
Propósito de la Crítica de la razón pura
En los prólogos de ambas ediciones de la Crítica de la razón pura, Kant expone la intención de su obra: determinar si la metafísica es posible y de qué modo. En las universidades alemanas del siglo XVIII, la metafísica se dividía en dos ramas:
- Ontología (metafísica general): Estudiaba el ser en cuanto ser y sus determinaciones universales.
- Metafísica especial: Subdividida en tres partes, referidas a tres entes específicos: Dios, el mundo y el alma.
Aunque la ontología era fundamental para la organización del conocimiento, el interés vital de estos estudios residía en la metafísica especial. Sin embargo, cuanto mayor importancia se le reconocía a la metafísica, más escandaloso resultaba su estado: la escolástica oficial no satisfacía a las inteligencias adultas y los filósofos no lograban ponerse de acuerdo, lo que llevaba a dudar de la existencia misma de una ciencia metafísica.
Ante esta incertidumbre y conflicto, Kant se preguntó por la posibilidad, los requisitos y el alcance de la metafísica. La cuestión central era la capacidad del ser humano para establecer una ciencia metafísica. Así, la pregunta por la metafísica se convierte en una pregunta por nuestra capacidad de conocer y, más concretamente, por nuestra capacidad de conocer a priori, ya que la metafísica busca precisamente ese tipo de conocimiento. Por lo tanto, la metafísica y la capacidad humana para constituirla como ciencia son el tema propio y primordial de la Crítica de la razón pura.
Estructura de la Crítica de la razón pura
La obra se divide en dos partes principales:
Doctrina Trascendental de los Elementos
Esta parte se ocupa de los elementos a priori (formas o condiciones) del conocimiento. Se subdivide a su vez en:
Estética Trascendental
Kant estudia las formas a priori de la sensibilidad y demuestra cómo son posibles los juicios sintéticos a priori de la matemática.
Lógica Trascendental
Se subdivide en:
Analítica Trascendental
Kant estudia los conceptos puros del entendimiento, o categorías, y muestra cómo son posibles los juicios sintéticos a priori de la física.
Dialéctica Trascendental
Considera dos temas principales: la disposición natural a la metafísica y la cuestión de si la metafísica especulativa (de tipo tradicional) puede ser una ciencia.
Doctrina Trascendental del Método
En lugar de la metafísica especulativa o trascendente que pretendía ser una ciencia de realidades más allá de la experiencia, Kant considera la fundación de una metafísica trascendental que comprendería el sistema completo del conocimiento a priori. La Crítica de la razón pura no proporciona este sistema completo, sino que es la propedéutica del sistema de la filosofía o metafísica trascendental. Si el sistema completo fuera un edificio, la Doctrina trascendental de los Elementos examinaría los materiales y sus funciones, mientras que la Doctrina trascendental del Método contemplaría el plan del edificio.
Legado y Otras Obras de Kant
La Crítica de la razón pura representa un punto de inflexión en la Historia de la Filosofía, marcando un antes y un después. Su distinción clara entre el saber seguro y científico y el misterio de la realidad en sí (siempre inalcanzable para el conocimiento humano) ha influido profundamente en la filosofía de los últimos dos siglos. A partir de esta obra, los filósofos se han contentado con buscar un acercamiento a la realidad, reconociendo que esta siempre permanecerá como un «más allá» del conocimiento humano.
Otras obras importantes de Kant incluyen:
- Prolegómenos a toda metafísica futura (1783)
- Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785)
- Crítica de la razón práctica (1788)
- Crítica de la facultad de juzgar (1790)
- La religión dentro de los límites de la mera razón (1793)
- La paz perpetua (1795)
- Metafísica de las costumbres (1797)