El problema de la sociedad en Marx y Rousseau

El problema de la sociedad en Marx

El problema de la sociedad en Marx

El ser humano extrae de la naturaleza sus bienes para subsistir pero no es autosuficiente por lo que se asocia con otros individuos (sociedad) para satisfacer sus necesidades vitales. Esto genera un modelo de relaciones económicas: una división social del trabajo y una forma de reparto de la riqueza producida. El materialismo histórico analiza las relaciones económicas que se dan en la sociedad.

La estructura económica, que es la base real de la sociedad determina o condiciona la superestructura, la cual está constituida por las formas ideológicas.

La ideología dominante en cada momento corresponde a la ideología de la clase dominante (clase que posee los medios de producción) y, por ello, tiende a justificar la estructura económica del momento. Cuando la lucha de clases se agudiza, la clase explotada toma conciencia de la misma y de sus propios intereses elaborando una nueva ideología contrapuesta a la de la clase dominante, para justificar la lucha de los explotados. Este es el papel que juegan las ideologías, justificar la clase. Las ideologías terminarán cuando se instaure una sociedad sin clases: la sociedad comunista.

La estructura económica está integrada por:

1. Fuerzas productivas. Son el resultado o la combinación de la fuerza de trabajo (energía humana) y los medios que tienen los trabajadores para desarrollar su trabajo (materiales, maquinaria).

2. Relaciones de producción. Son las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción (el patrón) y los trabajadores. Estas relaciones son de dos tipos:

a. Conflictivas. (relaciones de dominación). El trabajador vende su fuerza de trabajo al precio y condiciones que establezca el propietario de los medios de producción: relación explotador / explotado.

b. Antagónicas. (relaciones de propiedad). Porque unos defienden la propiedad de los medios de producción como algo exclusivo (los dueños de las fábricas), y otros como algo colectivo (los trabajadores).



El motor de la historia: la lucha de clases

El motor de la historia se concreta así en la «lucha de clases», explotación de unas clases por otras. Según Marx a lo largo de la Historia se han producido distintos tipos de Modos de producción. De esta manera la sociedad se entiende desde el modo de producción que le es propio. Esto le permite obtener unas etapas bastante diferenciadas:

– Primitiva: propiedad colectiva de los bienes.

– Sociedad antigua o esclavista. El esclavo se convierte en el instrumento del amo.

– Feudal. El señor es el dueño de la tierra y de los hombres (siervos).

– Capitalista: División entre burguesía y proletariado.

El fin de la historia. El fin al que se dirige la historia, es la desaparición de las clases y la instauración del comunismo a través de la lucha de clases del proletariado. Eso significa que el proletariado toma conciencia de su explotación y de sus intereses, contrarios a los de los capitalistas, y se rebelará contra la burguesía para poner fin a su alienación.

Este proceso revolucionario se da en tres etapas:

– La dictadura del proletariado. El proletariado asume temporalmente el control del Estado con la finalidad de apropiarse de los medios de producción burgueses.

– El socialismo será la etapa en la que se abolirá progresivamente la propiedad privada, desapareciendo las clases sociales. Los medios de producción se convierten en colectivos.

– El comunismo, será la meta final, en la que desaparece el Estado. La sociedad comunista se organizará en comunas de producción regidas por el criterio de justicia y reparto: En este tipo de sociedad no habrá ya diferencias de clases sociales, los medios de producción serán colectivos y se superará toda forma de alienación. Aquí, según Marx, dará comienzo la auténtica historia.



El problema de la sociedad en la época moderna: Rousseau

EL PROBLEMA DE LA SOCIEDAD EN LA ÉPOCA MODERNA. ROUSSEAU.

La sociedad corrompe al hombre, pero Rousseau es consciente de que no se trata de volver a un estado primitivo, que ni siquiera se puede demostrar que existió, sino que hay que analizar esta sociedad, que produce esa infelicidad y egoísmo en el ser humano, para ver cuál es su causa y reformarla de forma tal que pueda ser una comunidad que haga felices a los hombres.

Para Rousseau el origen del mal en la sociedad es la desigualdad. Esta es fruto de la propiedad que al surgir produjo que los hombres acabaran siendo socialmente desiguales pues unos empezaron a atesorar privilegios frente a otros. Además, esto produjo un permanente enfrentamiento social donde lo que primaba era el egoísmo y no la cooperación.

Para reformarla, Rousseau propone un Contrato Social. En Hobbes y Locke el contrato designa el pacto por el que los hombres salen del estado de naturaleza y ceden sus derechos al monarca, o al gobierno respectivamente, renunciando a su libertad, enajenándola a cambio de seguridad o de justicia. Rousseau rechaza este contrato y propone un nuevo modelo de contrato social que protege la libertad de cada individuo, como existía en el estado de naturaleza.

La tesis principal de Rousseau es que el contrato social es la expresión de la voluntad general. Se trata de establecer un contrato social en el que el pueblo sea el soberano. Esta soberanía popular se expresa en la voluntad general que no es una mera suma de las voluntades de cada uno. La voluntad general es la del sujeto colectivo. El fin de la voluntad general: el bien común. Así, el individuo renuncia a sus egoísmos personales para someterse por consentimiento libre a las leyes que se emanan de la voluntad general. Consiste en «la entrega total de cada individuo, con todos sus derechos, a toda la comunidad».



Conclusiones de la definición de voluntad general:

a) La voluntad general emana directamente del pueblo.

b) El concepto de voluntad general, además, contradice la división de poderes que propone el liberalismo político (Locke y Montesquieu). El poder, sólo emana del pueblo, que es el auténtico soberano.

c) El derecho a la propiedad privada, lógicamente, no se encontrará entre los derechos que reconoce la voluntad general, ya que es causa y origen de la desigualdad entre los seres humanos.

En resumen, la voluntad general supone que para lograr la auténtica libertad hay que renunciar y prescindir de todos los derechos individuales en beneficio de la comunidad y del interés general. En el pensamiento de Rousseau hay que distinguir entre: el soberano, que es el pueblo que establece las leyes colectivamente en virtud de la voluntad general, mediante consultas plebiscitarias; y el gobierno (un legislador), esto es, un hombre o grupo de hombres que ejecutan esas leyes. El soberano (el pueblo) puede modificar, limitar o recuperar el poder que ha otorgado al gobierno cuando le plazca. El legislador debe esforzarse para adaptar las leyes que emanan de la voluntad general a las características de cada pueblo concreto, lo que da lugar a diferentes formas de gobierno: monarquía (para Estados grandes), aristocracia (para los medianos) y democracia o Estado republicano, que Rousseau considera la mejor forma de gobierno, siempre que se asiente en un territorio pequeño, de manera que todos los ciudadanos puedan participar en la vida pública. Rousseau se inclina por un Estado republicano de dimensiones reducidas. Paradójicamente, aunque a Rousseau se le ha considerado uno de los precursores de la democracia moderna, consideraba ésta como un tipo de gobierno casi irrealizable en la práctica. La democracia en Rousseau es una utopía. Rousseau no defendió la democracia por considerarla irrealizable en los grandes Estados, sí que puede funcionar en las pequeñas comunidades. Hay que reconocer, el valor de Rousseau al defender los fundamentos democráticos del Estado en una época en la que la democracia no existía ni en los hechos ni en las ideas.

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