El juicio ordinario

1.Influencias y método tomista
-Tomás de Aquino es un ejemplo sobresaliente de investigador. Fue un lector y estudioso
insaciable. Sus escritos son un depósito de todo el saber de su tiempo.
• Expone con precisión minuciosa todos los términos que entran en los enunciados,
cuestiones o tesis que se discuten.

• Divide las cuestiones en artículos y estos, en dificultades, a las que va dando res-
puestas. Comenta y desmenuza todo, y así evita toda ambigüedad.

• Construye sus explicaciones a través de razonamientos basados en silogismos, cuyas
premisas se han aclarado o son evidentes.
• Concluye solo en afirmaciones que estén justificadas por el rigor deductivo, tras alegar los
argumentos de los que comparten sus tesis y, sobre todo, después de discutir los que las
contradicen.
2.La filosofía y la teología: dos órdenes complementarios
-Ilustrado por la fe, cristianiza la distinción aristotélica entre sustancias sensibles y
suprasensibles. Parte del supuesto ontológico de que hay dos órdenes de realidad: el natural, al
que pertenece todo el universo, y el sobrenatural, que es Dios y su gracia.
• Natural: es el conocimiento asociado a las facultades de la razón, que tiene como
resultado la filosofía, con plena validez dentro del orden natural. La filosofía debe moverse
con su propia lógica racional de modo autónomo, pero siempre con rigor.
• Sobrenatural: es el conocimiento que proviene de la revelación divina, cuyas verdades el
creyente acepta por la fe, consciente de que exceden lo que la razón alcanza.


3.El ser humano
• Uníón sustancial del alma y el cuerpo. El ser humano es un compuesto sustancial de alma y cuerpo, y ambos interactúan de modo inseparable. El cuerpo forma parte de la
esencia humana y es elemento indispensable para el ejercicio pleno de las operaciones racionales y sentimentales. Por el cuerpo percibimos y sentimos.
• Unicidad del alma. El alma es una sola y su función es ser forma sustancial del cuerpo, esto es, constituye el principio vital y determinante de todas las operaciones humanas.
tiene cinco potencias específicas con estas funciones: vegetativa, sensitiva, apetitiva, motriz e intelectiva. Su función más específica es la intelectiva, quedando las demás supeditadas a su dominio.
• Origen y subsistencia del alma. Aunque el alma está unida sustancialmente al cuerpo, no se origina del mismo modo. Eso quiere decir que es una sustancia que puede subsistir  por sí misma, con independencia del cuerpo, después de la muerte, aunque ya sin funciones humanas. El alma se manifiesta como conciencia.

8.El sentido de las cinco vías
-Las cinco vías se pueden resumir desde la siguiente lógica racional: debe de haber un primer motor, una primera causa, un ser necesario, un ser perfectísimo, un ordenador del universo al que “todos llaman Dios”. Estas vienen a confirmar que la reflexión racional sobre la experiencia no contradice el contenido de la fe, sino que lo confirma. Puesto que, según la lógica puramente racional, nada puede haber en el mundo sin un principio adecuado que lo explique, porque no sería lógico afirmar que el ser viene de la nada.
-Para Tomás de Aquino, la fe es virtud teologal, es un don de Dios, otorgado por su benevolencia a quien interroga, pregunta y reflexiona hasta los límites de la lógica racional. Esto significa que
la demostración de las vías es, de hecho, una mostración de hasta dónde la razón debe llegar con su lógica.


4.El conocimiento y la abstracción
-Este proceso tiene su origen en el conocimiento sensible, esto es, en las percepciones de los sentidos, primer paso del proceso del conocimiento, por lo que Tomás de Aquino suscribe la máxima.
• Impresiones sensibles. Los sentidos nos ofrecen siempre objetos particulares, con carácterísticas específicas vinculadas a una materialidad concreta.
• La imagen intelectual. A partir de la información de los sentidos, la imaginación forma una “imagen interior” o representación que los escolásticos llaman phantasma. Esta imagen no es idea.
• La actividad del entendimiento. El entendimiento reconoce las imágenes formadas por la imaginación para abstraer de ellas la idea universal de los diversos objetos o cosas.

-agente, que consiste en prescindir de las cualidades sensibles de las imágenes, a as que universaliza y abstrae.
-paciente, por la que las ideas o especies inteligibles quedan “impresas” en el entendimiento de forma permanente. En el entendimiento queda la especie común o idea universal de las cosas.

5.La verdad, los juicios y la ciencia
• Todo conocimiento verdadero parte de la experiencia. Esto conduce a un concepto realista de verdad: la conformidad o adecuación entre las cosas y el entendimiento. Eso quiere decir que la verdad y la falsedad no están en la realidad de las cosas.
• La verdad está en el juicio. El juicio es el acto por el cual se manifiesta la adecuación o inadecuación entre el entendimiento y las cosas. El juicio, para ser correcto, exige analizar las cosas, sopesar sus atributos, distinguir lo permanente de lo transitorio, lo sustancial de lo accidental, con el fin de identificar su esencia.
• Los juicios universales, base de la ciencia y del lenguaje. Las leyes científicas no son descripciones de seres individuales, sino que se basan en juicios con valor universal y necesario.
• Abstracción y conocimiento de Dios. La abstracción como método generalizado tiene como consecuencia que incluso el conocimiento de Dios y su existencia deben partir de la experiencia sensible.


6.Los principios de la ontología tomista
• El ser como primer conocimiento. Para Tomás de Aquino tenemos conocimiento
inmediato de que hay seres o entes muy diferenciados: naturales (como el árbol) o
propiamente intelectuales (como la idea del árbol)así como de las cualidades de las cosas.
• Diversos modos de darse el ente. Hay diversos modos de darse las entidades: uno es
el modo de ser de la sustancia (una persona concreta); otro, el de su estatura, sus
pensamientos, sus amistades. Todas esas realidades son algo.
• La composición de los entes. Los entes o seres que percibimos tienen una estructura
que Aristóteles había analizado con sagacidad: son compuestos de materia/ forma,
acto/potencia, sustancia/accidente. Mediante su composición, como dijo Aristóteles,
se explica su devenir: sus cambios, su paso a posibilidades nuevas, sus
transformaciones más o menos profundas.
• La distinción esencia/existencia. En los seres se distingue la esencia de la existencia .
Esto quiere decir que la esencia de un ser es pura potencia y que para que exista
realmente hace falta su actualización.
• La materia como principio de individuación. Las esencias se pueden multiplicar en
infinidad de individuos mediante un “principio” que las individualice o singularice. Este
principio es la materia signata quantitate.
• Analogía entre el ser de Dios y el ser de las criaturas. A Dios le atribuimos el ser por
analogía con el ser de las criaturas: estas son y Dios es, pero de modo análogo, no
idéntico, porque entre ellas y Dios solo hay en común que son. Ambos participan del ser,
pero el modo de ser divino es absolutamente diferente al modo de ser de las criaturas.


7.Las cinco vías para demostrar la existencia de Dios
• Primera vía:
El movimiento. Parte de la experiencia del movimiento: todo lo que se
mueve exige un motor ; cada motor exige otro, y así sucesivamente; luego debe haber un
primer motor. Porque la serie no puede ser infinita.
• Segunda vía: la causalidad. Constatamos que todos los seres y efectos se derivan de
causas anteriores. Como no sería lógico llevar la serie causal hasta el infinito, es necesario
que haya una primera causa que explique la existencia de las demás causas. Esa causa
primera es Dios.

• Tercera vía: la contingencia. Todas las cosas son contingentes, pero lo contingente no
puede existir en razón de sí mismo. Exige, por tanto, un ser necesario; esto es, que haya
existido siempre y no pueda dejar de existir.
• Cuarta vía: los grados de perfección. En las cosas percibimos diversos grados de
perfección, luego parece lógico que haya un grado máximo de perfección.
• Quinta vía: la teleología. Todas las cosas, incluso las irracionales, tienden a un fin Eso
sería imposible si no estuvieran dirigidas por un ser inteligente cuya acción fuese análoga
a la del arquero.


9.Ética y ley natural
• La libertad como atributo antropológico. Tomás de Aquino defiende la libertad humana entendida como libre albedrío, es decir, como capacidad del ser racional para
determinar los actos humanos. Los diferencia de los que llama actos del hombre: aquellos que no son realizados conscientemente.
• La ley natural como reflejo antropológico de la ley eterna. La ley eterna es el designio de Dios sobre las criaturas.La ley natural es la presencia en la naturaleza de la
ley eterna. En el ser humano, la ley natural aparece como tendencia hacia el bien

• La función de los hábitos y de las virtudes. En el ser humano hay hábitos naturales,
como la captación de los primeros principios lógicos y los primeros principios morales, que podrían asimilarse a lo que hoy llamamos “derechos humanos fundamentales”.

-Las virtudes intelectuales o dianoéticas: son la inteligencia, la ciencia, la sabiduría y la prudencia.

-Las virtudes morales o prácticas: La templanza, la fortaleza y la justicia
se aplican a todo cuanto tiene que ver con las acciones en que están
implicados los demás.
-Las virtudes teologales: para Tomás de Aquino la felicidad está en la
posesión de Dios, y para ello son necesarias las virtudes teologales: fe,
esperanza y caridad.


10.El Estado y la ley positiva
• El origen natural de la sociedad. Los seres humanos son sociables por naturaleza,
como señala Aristóteles. La sociedad es una aplicación de la propia ley natural, que impone hacer el bien y evitar el mal.
• Los fines del Estado. Para Tomás de Aquino el fin del Estado es “el bien común”,
concepto al que recurre como principio de la legitimidad política: si no se busca el bien común, no se legitima la sociedad ni la autoridad.
-Buscar la paz.
-Procurar el bienestar y la felicidad de los ciudadanos protegiendo su vida y su
salud, facilitando la educación.

-Fomentar la vida virtuosa, que es el fin supremo del Estado, con el objetivo de
encaminar a los ciudadanos a la consecución de su bien supremo, que es la
posesión de Dios.

• La ley positiva y las formas de gobierno. La ley positiva es la “ordenación de la razón” para el bien común y, como tal, debe ser justa y moral no debe imponer cargas imposibles y debe tener en cuenta las circunstancias de tiempo y lugar, respetando las costumbres y tradiciones de los pueblos.
◦ Refrendo popular. Solicita explícitamente que las leyes sean establecidas por la colectividad o, en su caso, por su representante reconocido. El ciudadano está obligado a cumplir las leyes positivas justas.
◦ Autoridad legítima. La autoridad legítima es la única que puede promulgar leyes positivas.
◦ Formas de gobierno. La forma de gobierno deseable es la monarquía, pero que
cumpla con la obligación derivada del bien común y no se entregue al provecho
particular. La autoridad que promulga leyes injustas se convierte en tiranía.

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