El Hilemorfismo Aristotélico
Aristóteles utiliza el hilemorfismo para abordar la explicación de la repetición de las formas en el universo, problema que Platón había pretendido solucionar con su Teoría de las Ideas o Formas. El hilemorfismo es la doctrina que contempla la realidad física, natural y concreta, como un compuesto de materia y forma.
Solo se trata de seres físicos, no espirituales. Tienen materia y forma la casa, el hombre, el mármol, pero no la alegría o la felicidad. Son dos principios que forman una sustancia, un solo ser.
Por ejemplo, la estatua del David de Miguel Ángel es un todo compuesto de materia, el mármol, y de forma, David. Toda sustancia corporal concreta es un compuesto de materia y forma; estos no se pueden separar.
Platón pretendía que las Ideas fueran la forma de las cosas, pero al ser algo externo a ellas, Aristóteles opina que no podían darles forma.
Explicación de las Causas del Movimiento
Como hemos visto antes, el movimiento es, pues, el paso que hay entre el ser en potencia y el ser en acto. Pero ¿por qué se da el movimiento? Es decir, ¿cuál es la causa de que una substancia actualice su potencialidad? ¿Por qué no se queda siempre como está? ¿Por qué se mueven las cosas?
Conocer Científicamente es Conocer las Causas
Para Aristóteles, conocer algo científicamente es conocer sus causas. Causas son todos aquellos factores que son necesarios para explicar un proceso cualquiera. Aristóteles hace un estudio de todos los filósofos anteriores a él y concluye que todos ellos se han fijado en una sola causa de las cosas, y por eso han permanecido en el error:
- Tales de Mileto: el agua.
- Heráclito: el fuego.
- Anaxímenes: el aire.
- Empédocles: fuego, tierra, mar y aire.
Para Aristóteles hay que atender a todas las causas si queremos llegar al porqué de las cosas. Según él, las causas pueden ser:
Causas Intrínsecas
- Causa material: Algo indeterminado que puede llegar a ser cualquier cosa.
- Causa formal: Aquello que hace que la materia indeterminada pase a ser algo determinado. Por ejemplo, la causa formal es lo que hace que este hombre sea hombre y no otra cosa.
Causas Extrínsecas
- Causa eficiente: Es el agente productor de la sustancia, aquello de donde procede el principio primero del cambio.
- Causa final: Es el fin por el que se hace algo.
Distinción entre Sustancias Vivientes e Inertes
Que las causas puedan ser intrínsecas o extrínsecas determina la diferencia entre las sustancias vivientes (que poseen un principio intrínseco del movimiento) y las sustancias inertes (que no lo poseen).
Así, una piedra necesitará una mano que la mueva para pasar del reposo al movimiento, de lo contrario no se moverá. Pero a una planta no le hace falta una causa externa para crecer. Un animal, además de crecer sin ayuda externa, también puede sentir y se puede mover si le apetece, sin que nadie tenga que empujarle para hacerlo. Y un hombre, además de todas estas cosas, también puede razonar y deliberar por sí mismo.
La explicación de estos movimientos presentes en las sustancias vivientes está en su esencia, lo cual para Aristóteles, en este caso, equivale a decir “alma” (decimos que los seres vivientes son animados porque tienen alma –del latín anima–):
- Alma vegetativa en las plantas.
- Alma sensitiva en los animales.
- Alma intelectiva en el hombre.
Ejemplo de las Cuatro Causas
Nada mejor que un ejemplo para entender un poco mejor esta cuestión. Para que exista un hombre hace falta:
- Una causa material (la carne y los huesos).
- Una causa formal (la forma hombre).
- Una causa eficiente (el padre y la madre, quienes lo generan).
- Una causa final (la realización completa de su forma hombre, o sea de su alma intelectiva).
Con esto Aristóteles ha dispuesto de los elementos necesarios que explican las causas primeras de todas las cosas. El mundo que percibimos es y se mueve por causas. Dos de estas causas, la material y la formal, explican por qué las cosas son como son. Las otras dos, la eficiente y la final, explican por qué las cosas se mueven, porque cambian.
Conclusión: La Realidad son los Individuos Concretos
Para Aristóteles la realidad está hecha de sustancias y solo las sustancias son realidad. La estructura de cada sustancia, compuesta de materia y forma, es lo que hace que sea lo que es: un cuchillo, un árbol, un hombre.
Potencia y Acto en la Sustancia
Conocer la realidad es conocer las sustancias, y conocer las sustancias es asimilar intelectivamente sus formas. Pero las sustancias no solamente son lo que son, también pueden cambiar y llegar a ser otras cosas. Desde el punto de vista del cambio, desde una perspectiva dinámica, la estructura de las sustancias se compone de potencia y de acto.
- Las sustancias son en acto aquello que su forma les hace ser en cada momento.
- Son en potencia todo aquello que su materia les permite llegar a ser.
Contraste con el Platonismo
Para Platón el mundo que vemos se acomoda a unos arquetipos abstractos, unos ideales objetivamente existentes que componen una realidad más verdadera que la percibida con los sentidos, y a la que solo podemos acceder a través de la razón.
Para Aristóteles, en cambio, la verdadera realidad son los individuos que hay en el mundo sensible al que accedemos a través de los sentidos, casi como meros espectadores inteligentes, capaces, eso sí, de asimilar, de abstraer las esencias de unas cosas que están ahí para ser percibidas.
Para un platónico las clases, los géneros, las especies, en que agrupamos a los individuos son cosas que existen realmente, y de hecho, son la auténtica realidad. Una realidad que ha existido siempre. Para el aristotélico, en cambio, el mundo está formado por unos individuos dotados de unas propiedades que se encuentran en ellos mismos y existen (individuos y propiedades) independientemente de unas hipotéticas ideas abstractas anteriores a ellos.
