El Formalismo Ético del Saber: Kant, Sartre y Habermas

El Formalismo Ético del Saber

El formalismo ético más importante y más influyente ha sido el de Immanuel Kant. Los siguientes aspectos constituyen su contenido:

  • El contenido de la norma procede de la felicidad.
  • La voluntad se determina según el diferente contenido que atribuimos a la felicidad.
  • La acción se orienta siempre por normas o imperativos subjetivos.
  • La forma de las normas o imperativos subjetivos es siempre hipotética: debes hacer X si quieres conseguir Y.
  • La voluntad actúa siempre movida por motivos externos, es heterónoma, lo que ofrece son máximas de carácter individual relacionadas con una determinada elección del bien o la felicidad.

El punto de partida de la ética formal kantiana es su definición de lo bueno. Lo único que puede ser bueno no es el contenido concreto de la felicidad, sino una voluntad buena en sí misma. La voluntad puede actuar de 3 formas: contrariamente a lo que se considera su obligación o deber, de acuerdo a su deber desde su determinación empírica, o por puro sentido del deber. Una voluntad es buena cuando actúa por puro sentido del deber y no por otros fines extrínsecos o ajenos. Una voluntad que actúa así es autónoma, y en esa medida es libre, puesto que su decisión no está sujeta a ningún tipo de limitación o condicionamiento previo. Una voluntad así actúa por puro sentido del saber y se orienta por imperativos. Kant concreta 5: imperativo categórico: es una norma formal que especifica la forma universal que deben tener todos nuestros principios desde una posición libre e independiente del uso de la razón. Por contraposición a las éticas materiales, la ética formal presenta las siguientes características:

  1. La forma de la norma procede siempre del sentido del deber.
  2. La voluntad se determina a priori por su pura forma del saber.
  3. La acción se orienta por normas o juicios de valor categóricos.
  4. La forma de las normas o juicios o formas de valor es siempre categórica.
  5. La voluntad es autónoma.



Formalismo Ético Existencialista

Según Jean-Paul Sartre, el hombre es constitutivamente libre. No hay ningún elemento identificador, ninguna propiedad definitoria que nos permita comprender qué es la naturaleza humana

El hombre es un proyecto subjetivo abierto, una existencia por hacer sin que podamos avanzar un paso más en los atributos del hombre. La existencia del hombre es una libertad puramente formal, no determinada por valores, fines o intuiciones previas. Estamos condenados a ser libres, no podemos no elegir nuestro proyecto aunque decidamos que otros elijan por nosotros. Elegir el no ser nosotros mismos es lo que Sartre llama mala fe, que consiste en el intento de eludir la angustia de decidir por nosotros mismos. Lo contrario de mala fe es la autenticidad, que consiste en asumir como autoconciencia la carga de nuestra libertad.

Ética Comunicativa

Fue expuesta por Habermas en su obra «Conciencia Moral y Acción Comunicativa». Presenta las ideas fundantes de una teoría de la verdad como consenso racional. Se trata de la pretensión utópica de construir una pragmática universal que nos permita una comunicación intersubjetiva ideal, en cuyo marco lingüístico sea posible la verdad como diálogo argumental y consenso colectivo

El diálogo argumental desde esta pragmática universal es el método para establecer cooperativamente la verdad de las proposiciones. La ética comunicativa, además de una teoría de la verdad, es también una teoría ética que se sitúa en el lugar eidético y axiológico opuesto al existencialismo de Sartre. En su obra, las normas éticas son establecidas por la razón práctica intersubjetiva, cuya finalidad última, igual que ocurre en Kant, es el establecimiento de una comunidad emancipada de sujetos racionales y libres.



Metafísica

Conceptos:

  • Conciencia moral: podemos hablar del pensamiento y sus funciones, de los distintos tipos de componentes efectivos como sentimientos, emociones o pasiones; de la motivación o los distintos tipos de motivos que intervienen en la conducta humana; del temperamento, del carácter y de los rasgos de la personalidad. Aunque en sentido empírico también desde la sociología como ciencia humana, podemos hablar de las mores, del proceso de socialización y los agentes socializadores primarios o secundarios, pero no es posible hablar en sentido empírico y a fortiori científico.
  • Voluntad: no hay en el paradigma de la psicología actual ninguna teoría, siquiera periférica, de la voluntad. Podemos hablar del subproceso cognitivo de la toma de decisiones o de los motivos que intervienen en la conducta humana, pero el concepto de voluntad, de amplia tradición en la historia de la filosofía perenne, es también un constructo metaempírico o metafísico.
  • Ley Natural: su idea principal es que la razón humana es capaz de descubrir un orden jerárquico de valores supraindividuales, válidos y permanentes. El origen y la fundamentación de estos valores es diverso. Hay básicamente dos formas de naturalismo ético: el teológico, caso del tomismo y de la ética católica, para el que los valores proceden de Dios, y el antropológico, para el que los valores proceden de un análisis pormenorizado de la naturaleza humana, caso del humanismo actual. Ambos pretenden fundamentar una ética universalista más o menos formal, según el margen de interpretación y asignación de contenidos morales concretos que tales códigos permiten.
  • Libertad: es un supuesto metafísico que parte, en el fondo, de la aceptación implícita de un dualismo ontológico. Lo material está sujeto a leyes causales, deterministas e invariables, en tanto que lo espiritual, sea esto lo que sea, está sujeto a la libertad e indeterminación.

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