El dualismo en la filosofía de Platón y Aristóteles

El problema de la realidad: el dualismo ontológico

Platón supone que las ideas no son meras representaciones mentales, sino que existen de manera objetiva independientemente de nuestro pensamiento; hay una idea objetiva y realmente existente de “verdad” pero otras tantas para la “virtud”, la “justicia”, el “bien”, la “amistad”, de tal forma que no dependen de la opinión subjetiva de cada hombre. Las ideas son inmutables, eternas, universales e inmateriales. Sólo hay una idea de “Justicia” y sólo hay una idea de “árbol” si bien, todas las acciones justas, así como todos los árboles de la naturaleza no son sino una copia o representación sensible de estas ideas eternas e inmutables. Es decir, no están sujetas a ningún cambio y solo pueden ser captadas por la razón. Se encuentran en un mundo aparte, trascendente al mundo sensible que conocemos produciéndose, así, el dualismo de la realidad o los dos mundos platónicos.

El problema de la política

Platón considera al hombre como un ser social por naturaleza. Platón va a tratar de establecer cuál es el Estado ideal, porque considera que el individuo sólo puede ser perfecto en un Estado perfecto. Cree que la estructura de la ciudad y las clases sociales tienen su reflejo en el alma. Por esto, obtendremos una relación con las partes del alma humano, obteniendo las siguientes clases sociales:

  1. La clase artesana (Concupiscible): En ellos predomina la función concupiscible del alma, su misión es la de obtener recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas de todos los ciudadanos.
  2. La clase guerrera (Irascible): Existe para defender la ciudad de los invasores, y para resolver conflictos internos entre los ciudadanos. De esta saldrán los gobernantes.

El problema del conocimiento: dualismo epistemológico

Platón va a basar su pensamiento acerca del conocimiento en tres teorías:

  1. Teoría de la Reminiscencia: conocer no es más que recordar aquello que conocimos en el mundo de las Ideas al que perteneció nuestra alma, que posee la facultad del conocimiento. En consecuencia, la reminiscencia es posible gracias a la doctrina de la inmortalidad del alma.
  2. Dialéctica: Platón pretendió juntar en una sola teoría el conocimiento del mundo sensible y el del mundo inteligible.
  3. Teoría del Amor: “Eros”- impulso natural del ser humano hacia el conocimiento de lo perfecto, es decir, hacia el conocimiento de las Ideas.
El problema del ser humano: dualismo antropológico

En el caso de la antropología platónica, el dualismo es entre cuerpo y alma. Cuerpo: es una cárcel para el alma. Es mortal e imperfecto, debido a que está lleno de necesidades y placeres. Pertenece al mundo sensible. Mientras se encuentra unida al cuerpo, el alma aspira a volver al mundo de las Ideas. Por ello, la unión del alma y el cuerpo se describe como una unión accidental y transitoria. Solamente abandonará la reencarnación cuando el alma sea totalmente perfecta. Alma: Platón define el alma como una realidad espiritual, inmortal, cuyo lugar es el Mundo de las Ideas. Es, por tanto, lo que vincula al hombre con la realidad verdadera. Mientras permanece unida al cuerpo, la tarea fundamental del alma es la de purificarse, prepararse para la contemplación de las ideas.

El problema de la ética

Platón mantenía el intelectualismo moral de Sócrates según el cual el que conoce el Bien, obra bien y el que obra mal lo hace por ignorancia. Cuando se conoce en qué consiste el bien, necesariamente se actúa bien. De ahí que la cuestión fundamental de la ética reside en conocer la Idea de Bien. La ética consistirá en que cada parte del alma alcance su virtud. La virtud que debe englobar a todas es la justicia, siendo esta una virtud general que debe guiar a todas. Para poder llegar a esta, el alma intelectiva debe dominar a las dos inferiores. Una persona en la que predomina el alma intelectiva será buena si cultiva su inteligencia. Su misión es regular el conjunto de las acciones humanas, cumpliendo un papel directivo sobre la vida moral. (La virtud del alma intelectiva es la prudencia). Cuando en alguien destaca el alma irascible, la virtud que debe esforzarse en desarrollar es la fortaleza.

El problema de la ética. Aristóteles

Aristóteles parte del hecho de que todos los hombres afirman que quieren ser felices, considerando la felicidad como el Bien Supremo. La felicidad debería ser, según el filósofo “aquello que por sí solo hace la vida deseable y no necesita de ninguna otra cosa”. El filósofo pensaba que los seres humanos tenemos una actividad característica o “ergon”. Este “ergon” reside en la actividad racional , elemento central de nuestra vida. Como lo propio del ser humano reside en la vida racional o teoría, concluiríamos que la felicidad equivale a la vida teórica o vida más divina. ¿Cómo nos relacionamos con los demás para ser felices? En este campo resulta fundamental la virtud entendida como excelencia, sacar lo mejor de uno mismo, huir de la mediocridad. Realizando acciones virtuosas formamos un hábito y así configuramos nuestro carácter. ¿Cómo llevamos a la práctica esa virtud? Aristóteles ofrece la definición de término medio o punto de equilibrio entre dos extremos. (Punto medio entre el vicio y el exceso).

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