El Alma y la Naturaleza Humana: Un Recorrido Filosófico

Las Primeras Concepciones del Alma

Dualismo y Materialismo en la Antigüedad

Los defensores del orfismo y el pitagorismo interpretaban la «psyche» como una sustancia o entidad espiritual, el alma de origen sobrenatural e inmortal, en contraste con el cuerpo, que es simple materia corruptible.

Platón recogió la idea anterior de que el alma es de naturaleza espiritual. Una vez que sale del cuerpo, su futuro dependerá de cómo haya vivido. Si es pura, logrará volver con los dioses; si está contaminada, descenderá al Hades.

Aristóteles, por otro lado, se mostró crítico con la idea de la reencarnación del alma. Él interpretaba el alma como aquella organización de la materia que hace posible que el cuerpo tenga vida, atribuyendo alma a todos los seres vivos. Distinguió entre alma vegetativa (respiración, nutrición y reproducción), alma sensitiva (capacidad de sensación) y alma racional (exclusiva del hombre).

Los atomistas, como Leucipo, Demócrito y Epicuro, tenían una concepción materialista: todo lo que existe se compone de átomos y vacío. No consideraban que el cuerpo y el alma fueran de naturaleza distinta; ambos eran materia. Al morir, la configuración atómica simplemente se desmonta.

El Cristianismo y la Visión del Alma

El cristianismo cree en un Dios que creó al hombre a su imagen y semejanza, dotado de un alma inmortal. Dios es personal y el hombre puede mantener una relación de intimidad con él a través de la oración, comprometiéndose a hacer un buen uso de la libertad que le ha sido otorgada. Este sentimiento de amor universal da lugar a una idea novedosa: la necesidad de saber perdonar.

El Renacimiento y el Antropocentrismo

Entre los siglos XIV y XVI, el Renacimiento trajo un gran interés por recuperar las fuentes clásicas. El movimiento más destacado fue el Humanismo, que pasó de una cultura medieval teocéntrica (todo gira en torno a Dios) a una cultura antropocéntrica (el punto de toda reflexión es el ser humano). Los humanistas exaltaron la autonomía intelectual y moral del individuo.

Giovanni Pico della Mirandola destacó que todo ser humano está dotado de una dignidad esencial, porque ha sido creado por Dios como un ser libre por naturaleza.

Los renacentistas reivindicaron el valor intrínseco de la existencia y la capacidad creativa del ser humano. Se defendió el valor de la conciencia subjetiva y la capacidad crítica para analizar la tradición y los valores sociales.

El Mecanicismo y el Debate Innatismo vs. Ambientalismo

En los siglos XVI y XVIII surgió una concepción mecanicista del cosmos: el universo pasó a verse como una gran máquina. Este principio se aplicó al cuerpo humano. Numerosos filósofos afirmaron que, al estar el cuerpo en contacto con el alma, el ser humano era un ser dotado de entendimiento y libertad.

Innatismo

El término «innato» significa «desde el principio». Los innatistas reconocen que el ambiente y la educación tienen alguna influencia, pero la clave está en nuestra herencia genética, donde se definen los márgenes de desarrollo potencial de cada capacidad.

Ambientalismo

Los ambientalistas defienden que el ser humano, al nacer, es de una gran plasticidad. Apenas venimos equipados, por lo que casi todo es fruto del aprendizaje. Desde esta óptica, se minimiza la importancia de los rasgos heredados.

La Naturaleza Humana: ¿Buena o Mala?

Sigmund Freud destacó que los seres humanos nacemos con un impulso innato hacia la competitividad y la violencia. Según él, las personas tenemos que reprimir parcialmente la satisfacción de los deseos, y quien pone este freno es la cultura.

Otros pensadores, como Jean-Jacques Rousseau, apuntan hacia una bondad natural del ser humano que se ve dañada a medida que crecemos y descubrimos cómo funciona la sociedad. Rousseau lamentaba cómo la cultura había convertido al ser humano en alguien peor. Para ser competentes socialmente, hemos de desarrollar determinadas «habilidades» como la hipocresía o la mentira.

El fundador de la etología, Konrad Lorenz, se posicionó al destacar la existencia de un instinto agresivo, aunque también vio algunas bondades en él.

Irenäus Eibl-Eibesfeldt defendió las posiciones rousseauianas y afirmó que la causa de las acciones violentas había que buscarlas fundamentalmente en la desigualdad en la distribución de los bienes y en las leyes que protegen un régimen injusto.

Sociobiología y Altruismo

La sociobiología, inaugurada por Edward Osborne Wilson, trata de explicar cómo fueron seleccionados evolutivamente de forma favorable los comportamientos altruistas. Destacan la noción del «altruismo genético», que da a entender que las personas actúan de ciertas maneras debido a que lo llevan en los genes.

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