Descartes y el Nacimiento de la Filosofía Moderna: Contexto, Método y el Cogito

Contexto Histórico de René Descartes

René Descartes pertenece al nacimiento de la ciencia moderna, que puso en duda el geocentrismo (la Tierra y el hombre como centro del universo, con el sol y otros planetas girando a su alrededor). El poder político y religioso, en un intento por salvaguardar una unidad religiosa amenazada por la Reforma Protestante (Contrarreforma), rechazó la nueva teoría del heliocentrismo (propuesta por Copérnico y Galileo) por oponerse a la Biblia.

  • En 1600, Giordano Bruno fue quemado por la Inquisición.
  • Galileo Galilei fue obligado a abjurar de sus creencias científicas y desterrado (arresto domiciliario).

Descartes interrumpió la redacción de un libro que iba a publicar al conocer la condena de Galileo. En la segunda parte del Discurso del Método, podemos leer expresiones que denotan su temor a ser perseguido por sus opiniones.

Descartes es considerado el padre de la filosofía moderna. Nació en 1596 en una familia de la pequeña nobleza. Con un año, su madre falleció. En 1606, ingresó en un colegio de jesuitas, una orden religiosa que se opuso a los protestantes. En este colegio, Descartes estudió matemáticas y filosofía. Continuó sus estudios en la Universidad de Poitiers y París, donde estudió Derecho. Participó en la Guerra de los Treinta Años. Tras unos años, se estableció en Holanda, época en la que publicó sus grandes obras: El Discurso del Método, Reglas para la dirección del espíritu, Meditaciones metafísicas y Los principios de la filosofía. En 1649, viajó a Estocolmo, enfermó de pulmonía y murió en 1650.

El siglo XVII se caracteriza también por la existencia del absolutismo en el terreno político, basado en el poder absoluto del monarca, lo que supuso el final de la lucha de las monarquías europeas contra la nobleza. En este ambiente de la Guerra de los Treinta Años, surge el proyecto cartesiano de una ética racional válida para todos.

Contexto Filosófico

Estructura y Temática del Discurso del Método

Esta obra, de la que comentamos la segunda y cuarta parte, publicada en 1637, apareció como introducción a tres ensayos: Dióptrica, Meteoros y Geometría. Estaba escrita en francés. Los temas son:

  • Primera parte: Necesidad del método.
  • Segunda parte: Reglas del método (evidencia, análisis, síntesis y enumeración).
  • Tercera parte: Principios de la moral provisional.
  • Cuarta parte: Primera verdad (yo pensante) – COGITO, ERGO SUM.
  • Quinta parte: Diferencias entre hombre y animal.
  • Sexta parte: Defensa de la ciencia.

En la segunda parte, Descartes cuenta el proceso que le llevó a descubrir el método, que nos permitiría obtener conocimientos en todos los campos del saber. La cuarta parte explica que, después de aplicar el método, encontró una verdad que no puede ser puesta en duda: la existencia del yo pensante.

La Nueva Ciencia y la Filosofía Escolástica

El surgimiento de la filosofía moderna está en conexión con el triunfo de la ciencia moderna, lo que supone un nuevo modo de investigar la naturaleza.

  • La matematización: El estudio de la realidad desde un punto de vista cuantitativo, rechazando lo que no sea medible. Adoptando la idea de los pitagóricos, Galileo afirma que el universo está escrito en lenguaje matemático y que hay que saber y aplicar las matemáticas para entenderlo.
  • El mecanicismo: Entender la realidad desde un modelo racional según el cual el universo funciona como una máquina.

Estos nuevos planteamientos se enfrentan a los de la filosofía escolástica:

  • Mediante un nuevo criterio de verdad basado en la razón, frente al criterio de autoridad.
  • Mediante el rechazo del método silogístico, basado en la deducción.

Descartes considera el método silogístico incapaz de proporcionar conocimientos nuevos y se preocupa por encontrar un nuevo método que permita descubrir los máximos conocimientos de la realidad. Bacon defiende el método inductivo. Descartes, el método deductivo, inspirado en las matemáticas. Galileo, el método resolutivo-compositivo, que con el tiempo es llamado el método propio de la ciencia empírica.

El Escepticismo de Montaigne

Junto al entusiasmo por la nueva ciencia, en Francia surgieron corrientes escépticas. Montaigne sostenía que no existe un verdadero saber, porque los fundamentos de nuestro conocimiento son inseguros y la experiencia de los sentidos es engañosa. El escepticismo de Montaigne se manifestará en Descartes por su deseo de asentar el saber humano sobre bases seguras.

Racionalismo y Empirismo

La filosofía de Descartes, Malebranche, Spinoza y Leibniz es racionalismo: la razón humana tiene el poder de descubrir por sí sola, sin ayuda de la experiencia. En contra de ella surgió el empirismo, cuyos pensadores eran Locke, Berkeley y Hume, quienes sostenían que no se puede alcanzar el conocimiento sin experiencia. Kant realizó una síntesis de ambas corrientes en su idealismo trascendental.

Presentación de la Figura de Descartes

Descartes es el primer filósofo de la Edad Moderna y ocupa un lugar permanente en la historia de la filosofía. Es el primero que ofrece una concepción de la realidad como alternativa a la propuesta por Aristóteles. Por otra parte, Descartes se embarca en el navío del escepticismo, como ocurrió en el Renacimiento con algunos de los intelectuales más renombrados, como Montaigne, Pierre Charron, etc. Esta escuela afirma la imposibilidad de alcanzar el conocimiento verdadero porque la razón es tan débil que está imposibilitada para ello por su propia naturaleza.

Descartes propondrá objetivos para combatir esta actitud, que en el plano teórico lleva inevitablemente a la parálisis y en el plano social al conformismo. Descartes acepta que la razón es suficientemente poderosa para poder alcanzar la verdad y la certeza absoluta, si bien entiende que es necesario proceder a una completa renovación de la filosofía, porque no hay cosa alguna que no sea objeto de disputa y se ha convertido en un medio para hablar con verosimilitud, más que para perseguir la verdad. Decide partir de cero, romper con todo lo anterior y confiar en la razón como único criterio. La condición básica para su proyecto era encontrar un método que, como reza el subtítulo de su Discurso del Método, sirviera «para dirigir bien la razón y alcanzar la verdad en las ciencias». El estado de confusión y desorientación en el que se encuentra sumida la filosofía y la desconfianza en el poder de la razón, con el consiguiente resurgir del escepticismo, no es producto de la incapacidad de la razón, sino de la errónea utilización que se hace de ella.

Razón y Método: El Criterio de la Verdad

Descartes mantiene la tesis del carácter unitario del saber: el edificio del saber es un todo orgánico. Los cimientos son la metafísica (las raíces del árbol), la física y la filosofía (el tronco), y las ciencias particulares (las ramas: medicina, mecánica y moral). El fundamento de esto es el carácter unitario de la razón: el saber es uno porque la razón es una.

Anteriormente, Francis Bacon había apuntado que la escasez de conocimientos auténticos logrados se debía a la falta de método, y que los descubrimientos alcanzados se debían al azar. Descartes se mantiene en la misma línea. Grande es la fe que ambos han depositado en el método, que llega a restar importancia al talento y a la capacidad racional.

Descartes defiende el método como un conjunto de reglas que impiden que lo falso pueda ser tomado como verdadero y viceversa, y que permiten alcanzar una verdadera comprensión de las cosas que no sobrepase nuestra capacidad. Esas reglas presuponen las capacidades y operaciones naturales de la mente: intuición y deducción.

  • La intuición es la captación directa e inmediata de ideas ciertas, que excluye toda posibilidad de dudas y error. Descubrimos conocimientos que no necesitan ser explicados ni demostrados a partir de otros más simples porque se aceptan como verdaderos de modo evidente.
  • La deducción se entiende como toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza.

Reglas del Método Cartesiano:

  • La evidencia: No admitir como verdadero más que lo evidente, y lo evidente se define por la claridad y la distinción.
  • El análisis: Descomponer las dificultades en partes y estudiar cada una por separado hasta verla con claridad.
  • La síntesis: Volver a reunir las intuiciones parciales ya evidentes, a partir de lo simple a lo complejo con el procedimiento ordenado propio de la geometría.
  • La enumeración y revisión: Recuento completo y revisión general de modo que se esté seguro de no haber omitido nada.

La Fundamentación del Ser Humano en el Sujeto Pensante: La Duda Metódica

El objetivo de Descartes es encontrar verdades absolutamente ciertas sobre las cuales no sea posible dudar en absoluto. El primer problema es cómo encontrarlas, y para resolverlo elabora el método. Una vez que lo tiene, ¿por dónde comenzar la búsqueda? La respuesta es: la Duda Metódica. Aplicando la primera regla del método, Descartes irá progresivamente poniendo en tela de juicio la realidad o existencia de cosas que dábamos por hecho.

Fases de la Duda Metódica:

  • Del testimonio de los sentidos: Ponemos en duda que lo que percibimos se corresponde con lo que es.
  • Imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño: Dudamos de la existencia de las cosas.
  • Hipótesis de la existencia de un genio maligno que nos engañe: Pone en cuestión la verdad de las matemáticas y equivale a que nuestro entendimiento se equivoca siempre cuando piensa que captamos la verdad.

Características de la Duda Cartesiana:

  1. Metódica: Utilizada como método para afianzar nuestros conocimientos, es un instrumento metódico.
  2. Positiva: Busca razones que sirvan como puntos de apoyo.
  3. Ficticia: Su intencionalidad es poner entre paréntesis el asentimiento.
  4. Real: En sus efectos es auténtica, realmente aplicada y utilizada a cuantos contenidos de conocimiento haya en su conciencia.
  5. Universal: Se extiende a todo y se convierte en universal (cuerpo, alma, mundo, Dios).

El Cogito y el Criterio de la Verdad

La duda, llevada hasta ese extremo de radicalidad, parece abocar irremisiblemente al escepticismo. Sin embargo, Descartes pensó que encontró una verdad absoluta: mi existencia como sujeto que piensa y duda. Si pienso que el mundo existe, puede que me equivoque en cuanto a la existencia del mundo, pero no cabe error en cuanto a que yo pienso. Igualmente, puedo dudar de todo menos de que yo dudo. Mi existencia, pues, como sujeto que piensa, está exenta de todo error y de toda duda posible.

De aquí surge su famosa máxima: «Pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum).

Mi existencia como sujeto no es solo la primera verdad y la primera certeza, sino también el prototipo de toda verdad y toda certeza. ¿Por qué la existencia del sujeto pensante es absolutamente indubitable? Porque se percibe con toda claridad y distinción.

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