De la Mitología a la Razón: La Filosofía Griega y el Origen del Pensamiento Occidental

Del Mito a la Razón

La filosofía nace en Grecia en el siglo VI a.C. y supone el paso del mito a la razón. Los griegos habían heredado unas verdades corrientes, los mitos, y gracias a ellos los enigmas más complicados les resultaban claros y explicables. Basados en la poesía homérica y en las liturgias y mitos de cada localidad, y gracias a estas creencias, se encontraba fácil respuesta a los problemas del dónde y del a dónde.

En este mismo siglo se produce la crisis del mito, porque ya no les sirven las explicaciones heredadas, desencadenada por el contacto con otras culturas y creencias, la aparición de nuevas clases sociales y el uso de la moneda. No dejan de confiar en los mitos, pero necesitan explicarse el universo y cómo actuar en su existencia, para ello utilizan la razón, observando las cosas y aceptando como verdaderas aquellas que una vez que se entienden se imponen a la mente de cualquier persona. En ese momento la filosofía no es más que el esfuerzo por satisfacer la necesidad de orientar al ser humano en sus acciones.

Concepto de Naturaleza

Las preguntas sobre el sentido del universo se plantean en términos de fisis (naturaleza) centrando su investigación en resolver el arjé de la fisis (principio de la naturaleza). Los griegos lo planteaban así porque para ellos la fisis era la realidad, el cosmos, el universo, que se encontraba en un continuo proceso de evolución y cambio. La fisis era entendida como el inicio a partir del cual se renovaban las cosas y el arjé como aquello que se encuentra dentro de todas las cosas haciendo que se creen y desaparezcan.

Al preguntarse por el principio de la naturaleza, buscaban el sustrato común, la sustancia a la que se reducían las cosas y que a su vez no se reducían, encontrando esto podrían encontrar el sentido de la realidad, para lo cual utilizaron la razón.

Los Primeros Filósofos Griegos

– Los Filósofos Milesios

Eran tres: Tales, maestro de Anaximandro, que a su vez fue maestro de Anaxímenes, procedentes de Mileto. Tales sostiene que el arjé es el agua, Anaximandro que es el ápeiron (lo ilimitado) y Anaxímenes el aire. En estas afirmaciones se ve que la fisis no son seres distintos o superiores a ella misma y sitúan una única realidad, la fuente de la que salen la multiplicidad y el continuo cambio que se produce en el universo. Tales además de situar el arjé en el agua afirma que todo está lleno de dioses y de los efectos de su poder. Platón ve en esta afirmación el meollo de su pensamiento y Aristóteles subraya esta dimensión al comentar el ápeiron de Anaximandro.

– La Filosofía Pitagórica

Pitágoras nació en Samos y emigró a Crotona, donde fundó una comunidad filosófica-religiosa. Para Pitágoras el arjé de la fisis era el número. El número es la experiencia y en él se encuentra el universo, todo cuanto ocurre en él es organizado, armónico, armonía de las esferas. Además, todo cuanto acontece vuelve a repetirse infinitamente: eterno retorno. La visión de Pitágoras posee del ser humano está influida por esta concepción y una raíz religiosa tomada del orfismo.

Religión órfica: el alma humana es inmortal, su origen divino, manchada por el pecado, ha sido condenada a unirse a un cuerpo, que es su cárcel, y no ser feliz mientras no sea capaz de expiar su culpa. Si en el momento de la muerte el alma no ha logrado todavía expiar su culpa, se ve obligada a transmigrar a otro cuerpo, así hasta recobrar su primitiva espiritualidad.

Pitágoras señaló cómo debe vivir el ser humano para expiar su pecado, realizar la concordia y la armonía, organizar sus impulsos positivos y negativos. Esta armonía se consigue:

  • Practicando la ascesis, dominando los deseos del cuerpo.
  • Cultivando la gimnasia y la música por la regularidad que aportan.
  • Desarrollando el espíritu mediante el estudio de la matemática y la filosofía.
  • Respetando con escrupulosidad el orden moral, familiar y social.

– Heráclito y Parménides

Filósofos del siglo V, Heráclito de Éfeso, Parménides de Elea. Su pensamiento, muy diferente, pero tienen en común que con ellos la investigación sobre la naturaleza toma una nueva dirección. Les preocupa el arjé de fisis, además de averiguar la auténtica realidad. Tiene su origen en la diferente visión de la realidad que el ser humano le proporciona los dos instrumentos: los sentidos y la razón. Los primeros hablan de cosas concretas con cualidades distintas y que cambian continuamente. La razón prescinde del cambio.

Heráclito, inclinándose por los sentidos, concibe la realidad auténtica como movimiento: “panta rei”. La realidad es movimiento, nada permanece igual, cambio continuo. Los sitúa Heráclito en su arjé, que es la contradicción. Por eso simboliza el arjé con el fuego.

Parménides, por el contrario, considera la variedad y el movimiento como un engaño de los sentidos. La realidad es única e inmutable. Según Parménides: “Se ha de pensar y decir que solo el ser es, porque es ser, en cambio la nada no es”. Afirma Parménides: uno, continuo, macizo, sin vacío y, por el mismo razonamiento, la realidad, el ser es idéntico a sí mismo en todas sus partes, ingenerado, imperecedero, inmutable. Parménides no tiene para nada en cuenta la experiencia, los sentidos son engañosos; fiarse de ellos es quedarse al margen de la auténtica realidad.

– Los Filósofos Armonistas

Una serie de filósofos del siglo V que tratan de conciliar las visiones de Heráclito y Parménides. Empédocles acepta de Parménides la idea de que el ser es indestructible y constante, pero rechaza lo que considera un obstáculo para admitir la experiencia, rechaza la unidad del ser y su inmovilidad. Para este pensador griego existe una pluralidad de elementos, a los que llama raíces y que son la tierra, el agua, el aire y el fuego: inalterables, no engendradas y no indestructibles, pero susceptibles de moverse, de unirse y de separarse de las demás raíces. Al mezclarse las raíces se produce el cambio. Según Empédocles, existen dos fuerzas opuestas: el amor y el odio. La lucha entre estas dos fuerzas se produce en un ciclo que consta de dos fases que se repiten: eterno retorno: triunfo del amor, aparición del odio, comienza a separarlos; triunfo del odio, separación total y aparición del amor, comienza de nuevo a unirlos.

Anaxágoras, fiel a la lógica de Parménides, negando tan solo la unidad del ser para poder salvar la multiplicidad. Para este pensador no existe ni generación ni corrupción, sino solo unión y separación de sustancias. Por otro lado, lo que se mezcla y separa son gérmenes que Aristóteles denominará “homeomerías”, que son eternos, infinitos y distintos. Se basa en que la materia de lo que algo se compone tiene que estar de forma germinal en su nacimiento. La interpretación de la naturaleza de Anaxágoras en su concepción del nous (inteligencia), que realiza la unión y la separación de los gérmenes. Nous rige todas las cosas que tienen alma.

– Sócrates

Nació en Atenas en el año 470 a.C. Cumplió con sus deberes de ciudadano y tomó parte con el ejército de su ciudad. Su fallecimiento se produjo en el año 399 a.C. El primer problema que plantea Sócrates es determinar cuál es su planteamiento, que no escribió obra alguna. Consideraba que el escrito era algo inerte, ya que no permitía el diálogo con el lector.

El método utilizado por Sócrates para conseguir orientar moralmente a sus contemporáneos consistía en dialogar con ellos, constaba de dos partes:

  • La ironía: consistía en dirigir la atención del interlocutor a la necesidad de purificación interior.
  • La mayéutica: en este segundo momento intentaba ayudarle a encontrar por sí mismo la definición correcta que anteriormente había reconocido ignorar.

Platón

Vida y Obra

Platón nació en el año 427 a.C. Sus padres, Aristón y Perictione. Los antepasados de su padre, al rey Codro, y los de su madre, a Solón, el primer legislador de Atenas. A la muerte de su madre, su padre volvió a casarse con un hombre de los más ricos de la ciudad. Fueron familiares de Platón los políticos Cármides y Critias, que formaban parte del gobierno de los Treinta Tiranos. A los 18 años conoció a Sócrates y se convirtió en el más fiel y entusiasta de sus discípulos. Viajó a Egipto y de allí pasó a Italia, se puso en contacto con Arquitas. En filosofía tuvo como maestro a Crátilo, discípulo de Heráclito. En el 388 a.C. viajó a Sicilia, donde conoció a Dión, se le permitió tratar de organizar la ciudad de acuerdo con sus ideas.

A su vuelta a Atenas fundó la Academia, en cuya puerta colocó un cartel que decía: “Nadie entre aquí que no sea geómetra”. Regresó a Atenas al año siguiente y permaneció dedicado a escribir hasta su muerte. Sus obras están escritas en forma de diálogo, supone una ventana abierta a los problemas de la época. No deja tratados sistemáticos, sino conversaciones en las que aparece la anécdota. Lo más habitual es dividirlas en cuatro periodos:

  • Socrático: incluye los diálogos que escribió Platón antes de realizar su viaje a Siracusa.
  • Transición: contiene los escritos publicados entre los años 388-385 a.C.
  • Madurez: en su obra de los años 385 a.C., Platón desarrolla sus más famosas teorías.
  • Vejez: los escritos del 370 a.C. hasta su muerte suponen una fuerte crítica a algunas de sus teorías anteriores.

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