Criterio de evidencia

Objetos ideales, objetos reales y valores: Los objetos ideales:


Son producto de nuestra inteligencia, no existen en la realidad dependen de nuestro pensamiento, son criaturas nuestras.

Los objetos que representan cosas reales:

Representan cosas reales que se dan en el mundo sensorial (casa, perro) cultural (leyes, costumbres).

Los valores:

Cualidades de los objetos, que nos hacen percibirlos como buenos o malo, bellos o feos, atrayentes o repulsivos.

CONOCIMIENTO: Conocer es ser consciente de algo:

Es la relación entre un sujeto y un objeto. Un objeto está presente ante un sujeto. Algunos de esos objetos remiten a la realidad (imágenes perceptivas); otros remiten a seres irreales o ideales (ficciones o las ideas matemáticas), y otros valores, es decir, a propiedades que tiene los objetos ideales o reales en relación con las necesidades, deseos o sentimientos humanos (belleza de un rostro, utilidad de una herramienta).

Hay diferentes grados de conocimiento:

Podemos aislar, definir, analizar ese objeto presente en nuestra conciencia, extraer toda la información que podamos, o buscar más información para saber más de él. En este caso nuestro conocimiento va aumentando. Vamos descubriendo más cosas de él. Así pues, tenemos que admitir diferentes grados de conocimiento a medida que nuestra información sobre el objeto sea más completa, profunda y segura.
La posibilidad de aumentar nuestra información sobre un objeto puede darse tanto en los objetos ideales como en los reales o en los valores. Ampliar nuestro conocimiento sobre los objetos reales es lo que hace la ciencia. La estética, la psicología, la economía y la ética se encargan de ampliar nuestro conocimiento sobre los valores.

LAS FUENTES DEL CONOCIMIENTO:

Una es la experiencia, otra el pensamiento. Mediante el pensamiento aprovechamos la información que obtenemos de la experiencia. Conseguimos, a través de las preguntas, más información, relacionamos datos separados, extraemos conclusiones, incluso inventamos aparatos para aumentar nuestra capacidad de experimentar (microscopios, sondas espaciales). La experiencia que no presenta directa o inmediatamente los objetos, se denomina también intuición. Podemos distinguir entre una intuición sensible, la experiencia perceptiva, lo que vemos o tocamos, y una intuición ideal, cuando son objetos ideales los que captamos directamente. Pero cuando hablamos de experiencia, nos referimos a la intuición sensible.

CONOCIMIENTOS INNATOS:

Nacemos sabiendo muchas cosas, programados para procesar información de un modo determinado, organizarla en categorías, aprender el lenguaje. Nacemos también con un sistema capaz de evaluar lo agradable y lo desagradable, lo que le permite orientarse en la realidad. Nacemos, pues, con ciertos conocimientos o estructuras cognoscitivas innatas, potencialidades, pero hay que desarrollarlas a través de la experiencia y el pensamiento.

EXPERIENCIA Y EL CONCEPTO:

El concepto es cuando nuestro cerebro está recibiendo continuamente información muy cambiante y variada. Cuando nos movemos, las imágenes que recibimos cambian continuamente y, sin embargo, nosotros percibimos un mundo estable. Nuestra inteligencia se las arregla para reconocer la identidad, para captar la permanencia, a partir de este perfil, otras de frente, unas veces sonriente y otras enfadada. Esto se debe a que formamos un esquema de información que nos permite identificar algo y reconocerlo a pesar de los cambios.

Categoría:

Cada uno de los grupos de los objetos definidos por un concepto que nos permiten clasificar u organizar los objetos.

PROPIEDADES DE LA EXPERCIENCIA:

La experiencia sensible es fundamental porque solo mediante ella entramos en relación con las cosas que existen realmente. Tipos:

Apariencia:

Esta cosa es así (color, forma, sabor, dureza);

Existencia:

Esta cosa existe, es real;

Evidencia:

Ambas informaciones se me dan con tanta claridad y fuerza que tengo que prestarles mi asentimiento. No puedo negar lo que veo. Lo que experimento me resulta evidente.

EVIDENCIA:


Duda:

Cuando no podemos pronunciarnos acerca de la verdad ni de la falsedad de algo, o acerca de una decisión que tenemos que tomas, oscilamos sin atrevernos a dar nuestro asentimiento o a hacer una elección.

Sospecha:

Tenemos el presentimiento de que puede ser verdad, pero no somos capaces de justificar esa idea.

Opinión:

Cuando damos nuestro asentimiento a algo, pero sin tener una seguridad completa.

Certeza:

Es la adhesión firme a una creencia o una afirmación, sin temor a equivocarse. La certeza supone la plena seguridad del sujeto.

Evidencia:

Es esa fuerza con que se nos imponen las cosas que pensamos, sentimos o expresamos. Unas veces, la evidencia se da inmediatamente. Otras, de manera indirecta mediante una demostración. En este caso, intentamos ir de una evidencia a otra, por medio del pensamiento. Por eso decimos que la evidencia es el primer principio de todo conocimiento, sea directo (experiencia, intuición) o sea indirecto (demostración).

EVIDENCIAS Apodícticas:

Los filósofos han intentado descubrir algunas evidencias tan firmes que no pudieran ser negadas o anuladas por ninguna otra evidencia más fuerte. Las llaman evidencias apodícticas. Las evidencias por las que sabemos que El todo es mayor que la parte.

CRITERIOS DE VERDAD:

Es el método o de la norma que nos permite valorar la fuerza de nuestras afirmaciones o creencias. Para saber distinguir la verdad de la falsedad, necesitamos contar con un procedimiento para medir la fuerza de las evidencias que hay en pro o en contra de una afirmación. Tipos:

Corroboración:

Una afirmación debe someterse a corroboración, es decir, debe mostrar fortaleza. Esa fortaleza de la verdad corroborada es la que transmite a quien piensa y vive en la verdad. Solo cuando la inteligencia claudica, y miente o engaña.

Coherencia:

La verdad tiene que ser coherente consigo misma y con otras verdades conocidas. Si utilizo una definición al principio de una demostración, no puedo cambiarla al final.

Aplicación práctica:

Las consecuencias prácticas corroboran la verdad de la teoría. Los filósofos consideraban que este era el criterio más importante, pero en realidad es solo uno de ellos. Las aplicaciones técnicas dan fuerza a la teoría en que se apoyan.

Universalidad de la evidencia:

Hay evidencias privadas, que solo experimenta uno mismo, por ejemplo las simpatías o antipatías personales, sobre las cuales no, no se puede fundar una verdad válida para todos. La verdad solo puede fundarse en evidencia que toda persona racional pueda tener. La verdad debe poder producir un consenso entre los seres racionales, pero no es verdadera porque todo el mundo piense que lo es, sino todo lo contrario: alcanza el consenso porque es verdadera.

RAZONAMIENTO:

Es el modo de pensar que sigue las leyes de la lógica. La lógica es un conjunto de procedimientos que nos permite llegar a una verdad si el punto de partidas es verdadero. La lógica es una técnica para hacer buenos razonamientos, pero que puede utilizarse para muchos fines diferentes.

Teorías DE LA VERDAD:

Conocimiento es una representación mental y verdadera.
Conocimiento y verdad son sinónimos. No hay conocimiento falso, ni verdad que no entrañe un conocimiento. La verdad es lo contrario de mentir. Mentir es presentar como verdad alguna cosa a sabiendas de que es falsa, con la intención de engañar. Quién miente tiene que saber mentir. En cambio, el error es involuntario.

LA VERDADES COMO Adecuación:

La verdad es la adecuación entre el pensamiento y la realidad. La idea de la verdad como adecuación es muy antigua y aparentemente muy clara. Pensamos las cosas de acuerdo con nuestras estructuras mentales, y que no podemos saber lo que es la realidad con independencia de nuestro modo de conocerlo. No podemos conocer las cosas en sí, la realidad, sino solo aquellos aspectos de la realidad, los fenómenos, a los que podemos acceder de acuerdo con nuestros modos de conocer.

LA VERDAD COMO EVIDENCIA CORROBORADA:

La verdad es la evidencia suficientemente verificada. No sabemos lo que es la realidad no podemos salir fuera de nosotros para verla, pero la realidad ofrece resistencia a nuestras afirmaciones. Si digo que la materia no existe, basta con que intente atravesar una pared para que el golpe me demuestre que mi afirmación es verdadera, aunque no sepa lo que es la materia. La verdad no es la concordancia con la realidad, sino el resultado de un proceso de verificación. Es un esfuerzo por conseguir una evidencia cada vez más fuerte.
La idea de la verdad como evidencia que se corrobora, que resiste las críticas, permite resolver los problemas planteados por la teoría de la verdad como concordancia. No necesitamos conocer la realidad para compararla con nuestros juicios, sino comprobar que nuestras ideas, modelos de la realidad, teorías a la crítica, a la práctica, a las nuevas evidencias, a la realidad misma.

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