Corrientes Filosóficas Clave: De Sartre a la Verdad del Conocimiento

Sartre y la Muerte: Una Perspectiva Existencial

Jean-Paul Sartre elaboró una perspectiva interesante sobre la muerte. Afirma que la muerte no es una propiedad personal de quien muere. Cuando se produce la muerte, ya no soy nada porque se ha acabado mi existencia. La muerte permite que los otros me juzguen y que formen una opinión sobre mí. Pero esto no me afecta; es un problema de los otros, no es un problema mío. Pensar sobre la muerte, según él, es reflexionar sobre algo cerrado que no contribuye a una mejor vida.

Filosofía de la Persona: El Personalismo

Mounier y el Valor de la Persona

Emmanuel Mounier, influido por la tradición cristiana, cree que la persona es la única fuente de los valores verdaderos. Una persona no es una sustancia cerrada, sino un principio de esfuerzos y proyectos que nunca puede ser dominado. Es la fuente de la libertad y de la creatividad. Defender el valor de la persona es el verdadero remedio contra todo totalitarismo. El auténtico concepto de persona debe tener en cuenta la comunidad en la que vive el individuo, de modo que resalte los valores sociales. Otros filósofos del siglo XX, como Max Scheler, han desarrollado tesis cercanas al personalismo y han hecho del concepto de persona un elemento esencial de reflexión.

Existencialismo: Sentido y Elección Humana

El existencialismo es una escuela filosófica inspirada en el pensamiento de Martin Heidegger y en el de Jean-Paul Sartre. Para estos pensadores, la tarea más importante de la filosofía es deducir el sentido de la existencia humana y advertir que el sujeto es tal porque debe enfrentarse a un mundo de posibilidades y necesita elegir entre ellas para construir su vida como un proyecto. Las conclusiones del existencialismo no son siempre óptimas, ya que la existencia humana no siempre es agradable, pero es en ella y en sus rasgos trágicos donde debe encontrarse el sentido de la persona.

Razón y Sentidos: Empirismo vs. Racionalismo

Empirismo: El Conocimiento desde la Experiencia

El empirismo sostiene que el conocimiento comienza y termina con la experiencia, a partir de la información que proporcionan los sentidos. Los empiristas parten de la idea de que la mente humana es como una página en blanco sobre la que se imprimen todos los conocimientos a partir del contacto con la realidad. David Hume distingue entre dos tipos de percepciones: las impresiones, que son inmediatas a la observación del objeto, y las ideas simples, que son las impresiones. Las ideas más complejas y abstractas se forman a partir de la asociación de las más simples según unas leyes determinadas. El empirismo es muy restrictivo con las ideas a las que no corresponde ninguna impresión, como, según Hume, la de causa.

Racionalismo: La Razón como Fuente Primaria

El racionalismo fue la tradición filosófica dominante durante los siglos XVII y XVIII. Todos los racionalistas comparten la confianza en la razón como el instrumento de los seres humanos para descubrir los procesos que ocurren en la realidad. Los sentidos tienen un papel secundario. La mente forma la realidad mediante la actividad de la razón, al elaborar las ideas. René Descartes desconfía de la información sensorial y busca ideas innatas en las que se funda el verdadero conocimiento.

Kant: Síntesis de Razón y Experiencia

Immanuel Kant plantea una posición conciliadora, de acuerdo con la cual admite, como los empiristas, la necesidad de la experiencia para conocer, pero coincide con los racionalistas en señalar que el entendimiento aporta conceptos puros en el proceso de conocimiento. Para Kant, los sentidos aportan el material del conocimiento, pero es la razón humana quien lo organiza de una forma determinada, común para todos. Así, establece unas relaciones más complejas entre sujeto cognoscente y objeto conocido. El sujeto conoce la realidad participando activamente en el proceso que impone sus estructuras mentales al mundo. Por lo tanto, en el conocimiento intervienen la razón y los sentidos. Este debate filosófico está en la base de las modernas investigaciones acerca del conocimiento. Las neurociencias y la psicología han tratado de dar respuesta a esta vieja cuestión de cómo, a través de los sentidos, nos relacionamos con el mundo.

La Verdad como Correspondencia

La teoría de la verdad como correspondencia parte de dos supuestos previos: por un lado, existe una realidad independiente del pensamiento y, por otro, se puede llegar a conocerla. Se corresponde con las posiciones empiristas y realistas en la teoría del conocimiento. Esta postura fue mantenida por Aristóteles y retomada durante la Edad Media por Tomás de Aquino, quien señaló que la verdad es la adecuación entre el intelecto y la cosa. Ahora, esta teoría de la verdad fue replanteada por Bertrand Russell, quien mantenía la existencia de un isomorfismo entre realidad y pensamiento. Para que una proposición sea verdadera, tienen que existir en la realidad el conjunto de hechos a los que se refiere. Alfred Tarski expuso esta misma concepción en su teoría semántica de la verdad. La adecuación se produce entre un enunciado acerca de las cosas reales y otro enunciado sobre el propio lenguaje. La verdad es la relación entre dos enunciados lingüísticos. Tarski pone de manifiesto el papel mediador que tiene el lenguaje en el proceso de conocimiento.

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