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Dualismo Epistemológico

Aristocles más conocido por Platón debido a sus anchas espaldas fue un filósofo griego del siglo V a. C nacido en Atenas. El objetivo de su filosofía como recoge en la carta séptima es hacer de la política una ciencia o filosofía, para ello elaboró una metafísica de tipo dualista sintetizando el pensamiento de Parménides y de Heráclito.

Otras influencias de la filosofía platónica son la filosofía matemática de los pitagóricos y su concepción del alma. Aunque su máxima influencia será la de su maestro Sócrates el cual le aporta por un lado  la necesidad del método dialéctico como camino hacia la verdad, mediante las definiciones universales y por otro lado el intelectualismo moral aplicado a la figura del filósofo gobernante. En su pensamiento podemos distinguir cuatro períodos destacando el periodo de madurez en donde escribe su obra más importante  “la República o Política” que es como un tratado de medicina contra los males de los diversos sistemas políticos de su época, principalmente contra la democracia, El tema central de esta obra será contestar a la pregunta fundamental de su teoría política, qué es la justicia, en oposición a la concepción de la justicia de los sofista que era de corte democrática.

Sabemos que aquello que percibimos por los sentidos existe pero, ¿lo conocemos? Según Platón, la respuesta es no.

La epistemología es la ciencia que estudia lo que podemos conocer, algo que, sin duda, interesaba mucho a Platón. Tema por el cual discutía, junto con Sócrates, contra los sofistas ya que estos segundos eran relativistas, es decir, para ellos los valores morales son fruto de una convencíón, un pacto decisorio entre hombres. En cambio Platón y Sócrates eran universalistas, para ellos existían verdades universales que podíamos conocer mediante la mayéÚtica, método propuesto por Sócrates, que nos permitía extraerlas de nuestro interior. Defendían que el bien o la justicia tenían valor por sí mismos y no dependía, su significado, de la voluntad humana. De los valores morales, por tanto, se deriva objetivamente una definición universal.

Estas definiciones universales eran lo que Platón denominaba Ideas, las cuales no eran una representación mental de algo concreto sino que eran la esencia o determinación que hacen a las cosas ser lo que son, es decir, son verdades absolutas que se pueden conocer. La Idea para Platón ha de cumplir una serie de carácterísticas para que esta sea determinada como tal; tiene que ser eterna, inmutable, inteligible y universal. Además, la relación que el filósofo establece entre la propia Idea y el objeto (el cual habita en el mundo sensible) lo llama participación o imitación ya que los objetos sensibles participan de la Idea: es la esencia de esta lo que hace a los objetos ser lo que son.

Decimos que Platón es dualista epistemológico porque, igual que dividía aquello que existía en dos mundos, también diferencia entre dos tipos de conocimiento:
El falso conocimiento (u opinión) y el verdadero conocimiento (o episteme).

La división de estos dos tipos de conocimiento se ve reflejada en el símil de la línea de este autor: Platón diferencia el mundo inteligible, donde habitan las ideas, y donde sí podemos adquirir verdadero conocimiento (únicamente por medio de la razón) y el sensible, sobre el que solo podemos tener opinión; al ver una cosa en el mundo sensible somos capaces de reconocer la idea que imita y esto se debe a que el alma racional, cuando no estaba unida aún al cuerpo del hombre, habitaba en el mundo inteligible donde contemplaba las ideas y al encontrarse con el cuerpo las olvida. A pesar de haberlas olvidado, puede recordarlas, como ya he dicho, al ver un objeto que la imita, esta es la llamada teoría de la reminiscencia de Platón.

Volviendo al símil de la línea: dentro de la opinión, el grado más bajo de conocimiento es la eikasía o conjetura que adquirimos al captar el reflejo o la sombra de un objeto sensible (cuando te ves en el espejo no eres tú sino tu reflejo y eso que captamos en el espejo es la conjetura o imaginación).

El siguiente grado sería la creencia (pístis) que tenemos sobre los objetos sensibles al captarlos por medio de los sentidos; en este último grado de falso conocimiento se encuentra la física, que es una vía epistemológica que no nos proporciona verdadero conocimiento, ya que esta nos facilita información sobre los fenómenos que se dan en el mundo sensible.

El siguiente grado de conocimiento entra ya dentro del mundo inteligible donde sí es posible el verdadero conocimiento, este primer grado de verdadero conocimiento es la dianoia o pensamiento discursivo, aquí encontramos las matemáticas como vía epistemológica que nos proporciona este grado de conocimiento y nos prepara para el siguiente y el de mayor grado: la noesis , filosofía, o dialéctica. En este grado podemos conocer las ideas. El máximo conocimiento que se puede alcanzar sobre las ideas sería llegar a conocer la Idea del Bien.

Esta idea solo puede ser conocida por el filósofo gobernante, la persona con mayor grado de abstracción del conocimiento, y la cual es la única que debe gobernar en la teoría del Estado Justo de Platón.

En conclusión, Platón presta mucha atención a aquello que podemos o no conocer; divide el conocimiento en verdadero conocimiento y falso conocimiento. A causa de esta separación del conocimiento en dos, podemos afirmar que Platón era, sin duda, dualista epistemológico.

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