1. Platón y Aristóteles
Fundamentos de la Teoría de las Ideas de Platón
Según Platón, existe una gran diferencia entre el objeto específico y la idea pura de la cual emana este objeto. Mientras el objeto que percibimos y sentimos puede cambiar, la idea pura será siempre la misma y no se alterará, aunque el objeto específico sí lo haga. Por ejemplo, si caminamos por el parque, podemos encontrarnos con un sinfín de árboles diferentes: grandes, pequeños, florecidos, deshojados, etc. Los árboles pueden variar, pero la idea de árbol siempre es la misma, y esto es lo que Platón considera como la verdad. Para llegar a esta conclusión, Platón se inspiró en dos grandes filósofos:
Influencia de Parménides
Parménides dividió las vías del conocimiento entre el camino de la opinión y el camino de la razón. La opinión se recorre con los sentidos y, debido a que todo lo sensible está en constante cambio, este camino no conduce a la verdad. La razón se recorre con la mente; en este camino se llega a la verdad, donde los conceptos de cambio o tiempo no existen, permaneciendo inmutables.
Influencia de Sócrates
Sócrates acuñó la idea del concepto universal y afirmó que, a pesar de que la experiencia sensible es siempre cambiante, la acumulación de esta experiencia proporciona un común denominador definido universalmente. Volviendo al ejemplo anterior de los árboles, es posible que al ver un árbol no podamos encontrar la verdad sobre la esencia de todos los árboles como un grupo, pero la acumulación de estas experiencias sensibles de árboles eventualmente nos permitirá comprender el concepto universal que abarca la totalidad de ellos.
La Oposición entre Cuerpo y Alma en Platón
Uno de los fundamentos del pensamiento de Platón es su profunda creencia en la oposición entre el cuerpo y el alma. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo se llega a la verdad? Conocemos el mundo a través de los sentidos, pero estos no nos permiten recibir más información que la que nos llega de este mundo efímero. Por esta razón, Platón concluye que no debemos confiar plenamente en los sentidos, porque si la verdad es eterna y estable, no la podremos encontrar en un mundo siempre cambiante. El alma es lo único que nunca muere; podríamos concluir entonces que es por medio de nuestra alma eterna, de nuestro pensamiento puro, que podemos guiarnos hacia verdades inmateriales, hacia una realidad eterna.
Teoría Hilemórfica de Aristóteles
También conocido como hilemorfismo, esta teoría de Aristóteles pretende explicar la constitución de los seres mediante la forma y la materia, afirmando que todas las cosas se componen de materia y forma: «La materia es el principio de pasividad, mientras que la forma es el de actividad». Etimológicamente, «hyle» significa materia y «morfe» significa forma en griego. Para Aristóteles, la sustancia, es decir, «el ser», está compuesta por la hyle y la morfe conjuntamente. La sustancia es un conjunto inseparable de materia y forma sometida al cambio, el cual se entiende como el paso de «la potencia» al «acto». «La potencia» se refiere a la materia que aún no es otra cosa, y «el acto» a la actualización de la materia anterior. Tomando como ejemplo, una semilla es materia, una potencia que está por ser otra cosa, mientras que su transformación en fruto sería el acto.
Aristóteles aplicó el hilemorfismo a su concepto del hombre, entendido como un compuesto único formado por un alma como forma de un cuerpo, siendo la particularidad del alma humana su razón. Es por esto que la definición del hombre es: «El hombre es un animal racional», siguiendo un modelo de definición que ha pasado a la historia durante siglos como paradigma de definición lógica y clasificación de los seres.
El Hilemorfismo y el Movimiento
El hilemorfismo es fundamental en la física aristotélica, «el estudio del cambio», donde se desarrolla como una teoría capaz de aclarar y resolver problemas relacionados con los movimientos. El estudio del movimiento lleva necesariamente al estudio de los contrarios, ya que solo estos pueden hacer comprensible la transformación.
Conceptos Adicionales de Aristóteles
- Identificación de tipos de gobierno.
2. San Agustín y Santo Tomás
Fundamentos Platónicos en la Relación Razón-Fe de San Agustín
Los pensadores cristianos encuentran en el platonismo algunas coincidencias que los animan a inspirarse en dicha corriente filosófica para justificar, defender o simplemente comprender su fe. Entre ellas, merecen destacarse:
- El dualismo platónico, con la distinción de un mundo sensible y un mundo inteligible, y la explicación de la semejanza entre ambos a partir de las teorías de la imitación o la participación.
- La existencia del demiurgo, entidad «configuradora» del mundo sensible (lo que, para los cristianos, lo acercaba a la idea de «creación»).
- La idea de Bien, como fuente de toda realidad, identificada con la idea de Uno, lo que se interpretaba como una afirmación simbólica del monoteísmo y de la trascendencia de Dios.
Fundamentos Aristotélicos en la Relación Razón-Fe de Santo Tomás de Aquino
La filosofía de Tomás de Aquino se fundamenta en la de Aristóteles, a quien cita en sus obras como «El Filósofo». La profunda afinidad de Aristóteles con la filosofía del «Padre Angélico» se manifiesta en casi todas las áreas de la filosofía, aunque siempre matizadas y completadas por su concepción cristiana de la realidad:
- En ontología: encontramos los conceptos aristotélicos fundamentales (forma/materia, acto/potencia, sustancia/accidentes), o la creencia en la existencia de los universales y las esencias, conceptos a los que Santo Tomás añade la oposición metafísica esencia/existencia y Dios como fundamento último de la realidad.
- En teología natural: principalmente en la primera, segunda y quinta prueba, o en la concepción de Dios como motor inmóvil, acto puro y forma inmaterial.
- En filosofía de la naturaleza: su descripción del mundo físico es aristotélica, por ejemplo, las explicaciones finalistas del mundo natural, o la división del mundo en mundo sublunar y mundo supralunar, con principios y leyes distintas para cada ámbito.
- En teoría del conocimiento: la primacía de la experiencia en la fundamentación del conocimiento (el conocimiento comienza con la percepción, aunque no se limite a lo que ofrecen los sentidos, pues es posible el conocimiento de las realidades trascendentes, por ejemplo, de Dios y del alma).
3. Descartes y Hume
La Duda Cartesiana y la Existencia de Dios
Dudar de Dios en su época significaba morir en manos de la Santa Inquisición. Para no dudar de la existencia de Dios, Descartes afirmaba que, en su infinita bondad, Dios sería incapaz de engañarnos, haciéndonos creer algo que en realidad no es (como los sentidos, la vigilia o, a veces, las matemáticas).
El Genio Maligno de Descartes
Tipos de Impresiones en la Filosofía de Hume
Las impresiones pueden ser simples (como un color o una idea) o complejas (como un hecho histórico). Las impresiones complejas suelen ser la interrelación de muchas impresiones simples y son más difíciles de comprender, o constan de muchos puntos de vista.
6. Heidegger y Sartre
El Concepto de Dasein en Heidegger
El Dasein es «el ser ahí», es el hombre, el que se pregunta por el ser, por su existencia. Heidegger lo explica mediante tres elementos:
- El ser que existe en el mundo es el Dasein, el ente concreto, es decir, el hombre.
- El Dasein se relaciona con el mundo de una forma especial porque comprende su existencia; el Sein no sabe que el mundo existe para él.
- El Dasein no existe ni aislado ni independientemente, sino que existe inmerso en el mundo de los demás seres.
El existencialismo de Heidegger se remarca cuando afronta el problema del ser con los otros, a quienes considera el segundo motivo existencial. A los otros se les considera como un «yo» en objetos, como seres «a la mano».
La «Pasión Inútil» de Sartre
La filosofía de la existencia se presenta como una filosofía pesimista, cuya conclusión es que la existencia humana carece de sentido, es un absurdo (el ser humano, como dice Sartre, es «una pasión inútil», ya que no hay ninguna esencia ni dirección fija en la que deba desarrollarse).
Para Sartre, ni el nacer ni el morir tienen sentido. El sujeto es pura nada, es deseo de ser algo que lo defina como ser. Para él, son absurdos y contradictorios los conceptos de Dios y de Creación, al igual que el ser en sí y el ser para sí son radicalmente distintos y no tienen ninguna vinculación. Dios, según él, no existe y, por tanto, las cosas del mundo son contingentes, y ningún valor es superior a otro; así, las cosas carecen de sentido o fundamento, y lo que él hace por encontrarles sentido es algo en vano.
Pero es a partir del reconocimiento de la existencia donde, precisamente, al no haber ninguna esencia prefijada, al no ser el ser humano esto o aquello, sino pura libertad, es posible reconstruir el ser de esa existencia y, con ello, la realidad toda y el ser humano, como un fruto de su libertad.
7. Escuela de Frankfurt
Razones del Alejamiento de la Escuela de Frankfurt del Marxismo
Aunque el marxismo es considerado un referente esencial, este se aleja del pensamiento autoritario, el cual no daba espacio para el cuestionamiento, sino que más bien estaba más cercano a los ideales de la izquierda, pero a su vez rechazaba la idea de un régimen autoritario. Es por ello que la Escuela de Frankfurt critica varios aspectos de las predicciones de Marx y construye un discurso antiautoritario de feroz oposición al positivismo y a su confianza ciega en el progreso, lo cual marca su alejamiento del marxismo. Por otro lado, la ideología marxista estaba «obsoleta» o «vieja», por lo que no era aplicable al contexto histórico de los tiempos en los que existía la Escuela de Frankfurt.
La Teoría Crítica
La Teoría Crítica se opone a la separación entre sujeto y realidad, por lo que el conocimiento dependerá del contexto de la persona y establece que ninguna teoría puede sostenerse a lo largo de la historia. Además, analiza las demás teorías y las critica sin aceptarlas de inmediato como si fueran correctas, ya que aceptar dichas teorías implicaría aceptar una serie de procesos y condiciones.