Conceptos Clave en el Pensamiento de Ortega y Gasset

Filosofía de José Ortega y Gasset: Raciovitalismo y Perspectivismo

José Ortega y Gasset fue un filósofo español de finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, que centró su pensamiento en la comprensión de la existencia humana, destacando conceptos como la vida, la razón, la historia y la perspectiva. Su obra busca conciliar la vida concreta con la reflexión filosófica, situando al ser humano como el eje de la realidad.

En cuanto a su contexto histórico, vivió la dictadura de Primo de Rivera y la Guerra Civil Española (1936-1939), con lo que perdió su cátedra de profesor en la Universidad de Madrid y tuvo que vivir la mayor parte de su vida en el exilio en Francia, Argentina y Portugal, al ser republicano y liberal. Casado con Rosa Spottorno, una intelectual feminista, con la que tuvo dos hijos.

Pertenece a la Generación de 1914, una famosa generación de intelectuales que intentaron regenerar España y sacarla de su crisis política y cultural. Tuvo una gran influencia en el ámbito del periodismo y la Generación del 27, fundando dos periódicos, La Revista de Occidente y El Sol, donde se defendía la libertad de pensamiento y expresión y publicaban artículos la mayoría de escritores de ambas generaciones con total libertad.

Etapas del Pensamiento de Ortega y Gasset

En cuanto a las etapas de su pensamiento, en Ortega podemos encontrar tres etapas esenciales:

  • 1. Etapa objetivista (1902-1913): De su etapa en Alemania cursando el doctorado, Ortega recibe mucha influencia del neokantiano Cohen y la fenomenología de Husserl. Piensa que el problema de una España en crisis solo se puede solventar trayendo la ciencia y filosofía europea a España. “Debemos europeizar España”. Libro de esta etapa: Adán en el paraíso.
  • 2. Etapa Perspectivista (1914-1923): Se distancia de las influencias de Cohen y empieza a desarrollar con madurez su pensamiento. Toma influencias del racionalismo de Descartes y del vitalismo de Nietzsche. Obras más importantes: Meditaciones del Quijote (1914), El tema de nuestro tiempo (1923) y España invertebrada (1921).
  • 3. Etapa Raciovitalista (1924-1955): Se distancia del racionalismo y el vitalismo para desarrollar su pensamiento más maduro y crítico. Obras más importantes: Ni vitalismo, ni racionalismo, La rebelión de las masas (1929) y La deshumanización del arte.

En cuanto a la filosofía de Ortega, podemos señalar los siguientes conceptos esenciales de su pensamiento raciovitalista, como un intento de superar la crisis cultural y política en la que España estaba sumida.

Perspectivismo

El perspectivismo de Ortega y Gasset sostiene que toda percepción y conocimiento de la realidad está condicionado por la perspectiva única de cada individuo. A su vez, dicho perspectivismo orteguiano es una respuesta histórica al realismo (Aristóteles y Platón) por un lado, y al idealismo (Descartes) por otro; es la síntesis reconciliadora de ambos polos: la realidad y el sujeto pensante o conciencia.

Del realismo critica su falta de compromiso con lo vital y subjetivo, ya que a todo pretende darle un matiz objetivista, bien sea explicando las Ideas modelo en el caso de Platón o las sustancias en el lado de Aristóteles. Mientras que del idealismo cartesiano, Ortega señala que reduce todo lo real a una interpretación subjetiva de la conciencia, por lo que incurre en un cierto escepticismo.

La solución de Ortega es el perspectivismo: cada persona vive y comprende el mundo desde su posición histórica, cultural y personal, lo que implica que no hay una única verdad absoluta, sino múltiples verdades parciales. Estas perspectivas no niegan la verdad, sino que la enriquecen al ofrecer una visión más completa y diversa de la realidad. Por lo que la verdad total se podría alcanzar, según Ortega, mediante esa suma o síntesis de perspectivas, a la que se le denomina propiamente la complementariedad de perspectivas.

Este concepto está muy vinculado al concepto de verdad, y es uno de los temas esenciales de la obra El tema de nuestro tiempo.

De manera que, si hay alguien que defiende ser ateo, otro que defiende ser agnóstico y otro que defiende ser creyente sobre la existencia de Dios, las tres perspectivas serían correctas, al ser cada una un punto de vista sobre la realidad igualmente válido. Si sumáramos las perspectivas de toda la clase y estas en su mayoría fueran agnósticas, la verdad total de la clase de 2º de Bachillerato sería el agnosticismo.

La Vida como Realidad Radical

Para Ortega y Gasset, la vida es la base de toda existencia, entendida como un proceso abierto, dinámico y problemático. No es algo fijo, sino un proyecto en constante construcción. Cada ser humano debe enfrentarse a su vida como un desafío, tomando decisiones y asumiendo responsabilidades que moldean su identidad y su destino. La vida no es un hecho dado, sino una tarea que el individuo debe realizar en el tiempo, adaptándose y respondiendo a las circunstancias que lo rodean.

Raciovitalismo

Ortega y Gasset desarrolla el raciovitalismo como una síntesis entre la vida y la razón. Critica tanto el racionalismo de Descartes, que ignora las realidades concretas de la vida y solo tiene en consideración la vertiente racional y metódica de la misma; como el vitalismo irracional de Nietzsche, que conduce al escepticismo «no hay hechos, solo interpretaciones subjetiva»).

Según Ortega, la vida es la»realidad radical«, el punto de partida para toda reflexión filosófica. La célebre frase»yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo» resume su visión: el individuo no puede ser entendido fuera del contexto que lo rodea. La razón, en este marco, no es un fin en sí misma, sino una herramienta al servicio de la vida, ayudándola a orientarse y a encontrar sentido en un mundo complejo y dinámico donde todo cambia.

La Razón Histórica

La historia es un elemento clave en la filosofía de Ortega y Gasset. No se limita a un simple relato del pasado, sino que es el devenir de la vida en el tiempo. Cada generación hereda un mundo que debe interpretar y transformar, siendo la historia el marco en el que se desarrollan las acciones humanas. La razón histórica permite comprender cómo las ideas, valores y decisiones están profundamente ligadas a su contexto temporal.

Este enfoque subraya que el ser humano no es un ser aislado, sino un actor inmerso en un proceso histórico continuo, por lo que la razón vital, que es el ser humano, es asimismo una razón histórica. En este sentido, la circunstancia no es algo meramente biológico y natural, sino que hace referencia a algo histórico y social que va configurando mi conciencia y personalidad.

Conclusión

La filosofía de Ortega y Gasset, conocida como raciovitalismo, destaca la importancia de comprender la existencia humana desde su complejidad, situándola en el cruce entre la vida, la razón y la historia. Al enfatizar la perspectiva individual y la vida como un proyecto abierto, su pensamiento ofrece una visión dinámica y comprometida del ser humano. Ortega y Gasset invita a asumir la existencia como un desafío constante, donde la responsabilidad personal y colectiva juega un papel central en la construcción del mundo y del propio destino.

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