Hannah Arendt: Totalitarismo, Campos de Concentración y Filosofía del Siglo XX

Hannah Arendt: Filósofa Política del Siglo XX

Su vida y obra están marcadas por las dos guerras mundiales, el Holocausto y el auge de los totalitarismos (nazismo en Alemania y estalinismo en la Rusia soviética). Su obra gira en torno a la irrupción de los totalitarismos, formas políticas nuevas en la historia que pretenden la dominación total del ser humano.

Ideas Principales de Arendt

  • El objetivo de la SS en los campos de concentración nazi consistía, en un principio, en despersonalizar al individuo reprimiendo su identidad moral y jurídica.
  • Más tarde, en la llamada “solución final”, que consistía en aniquilar a todos los presos (El Holocausto). De esta forma, las personas aceptaban sin rebelarse su condición de gregarios sumisos sin autoestima.
  • En la psicología de masas se les conoce también como hombres-masa. Seres sin identidad personal, sin individualidad distinguible, fantasmas. No reflexionan, no tienen capacidad crítica, asumen su condición de sumisos y se dejan llevar por el orden establecido.

Explicación de las Ideas

Arendt centra su estudio en las estructuras del autoritarismo totalitario y en los mecanismos a través de los cuales los regímenes totalitarios manipulan la conciencia de los individuos hasta transformarlos en gregarios sumisos adictos a ese régimen.

Doble Efecto del Totalitarismo

  • En los adictos al régimen: Los convierte en burócratas amorales que banalizan el mal porque no tienen conciencia moral de maldad, solo de obedecer órdenes, como ocurrió con Eichmann.
  • En las víctimas del régimen totalitario: El efecto es la despersonalización o la cosificación: transformar al sujeto humano en un ser que acepta su condición de cosa, ser inerte que acepta su destino.

Las ideas de Arendt se pueden también enlazar con la crítica al hombre-masa o a las sociedades de consumo, compuestas de individuos gregarios y sumisos, sin identidad propia.

La Obra de Hannah Arendt y la Filosofía del Siglo XX

Arendt aborda la compleja relación entre filosofía y política. Su apuesta por el espacio público y por el mundo común compartido de la condición humana nos proporciona claves para comprender las experiencias políticas del siglo XX, como el totalitarismo, la sociedad de masas o las revoluciones.

Su Obra Principal: Los Orígenes del Totalitarismo (1951)

Rasgos del Estado Totalitario

Arendt describe los rasgos del estado totalitario en el nazismo alemán y en el comunismo ruso, entre los que ve muchos rasgos parecidos. Serían los siguientes:

  • El abandono de las leyes por la voluntad del gobernante supremo: Hitler criticaba a las personas “incapaces de saltar sobre su sombra”, que solo legislan y hacen leyes. No comprendían que la ley suprema era la voluntad del Führer, no la constitución.
  • La invisibilidad del poder (“el poder auténtico comienza con el secreto”): Fundamentalmente la policía secreta (“La policía ocupa en un estado totalitario la posición pública más poderosa”), y las diversas demostraciones del poder son prescindibles (ministerios, partidos…).
  • La creación de enemigos: La categoría del sospechoso abarca a toda la población (por su capacidad de pensar, los seres humanos son sospechosos por definición). La sospecha está en todas las relaciones sociales en los países totalitarios y crea una atmósfera angustiosa, incluso al margen de la esfera de la policía secreta. Los judíos en la Alemania nazi o los descendientes de las antiguas clases poseedoras en la Rusia soviética no eran realmente sospechosos de ninguna acción hostil, solo habían sido declarados enemigos “objetivos” del régimen de acuerdo con su ideología.
  • Los campos de concentración: Son la verdadera institución central del poder organizador totalitario.

Consecuencias para los Internos en los Campos de Concentración

Arendt describe tres pasos en la aniquilación de la persona en los campos:

  1. Acabar con el estado de derecho: “El primer paso en el camino hacia la dominación total es matar en el hombre a la persona jurídica”. Esto significa acabar con el imperio de la ley, lo que implica que muera la creencia en el valor de las leyes. Se logra colocando a ciertas categorías de personas fuera de la protección de la ley, por ejemplo, a los judíos, los gitanos, los comunistas o los homosexuales, situando al campo de concentración fuera del sistema penal normal (jueces, juicios públicos y cárceles) y seleccionando a sus internados fuera del procedimiento judicial normal en el que a un delito definido corresponde una pena previsible. La mayoría de los presos en campos de concentración son personas que no han cometido ningún delito (junto con unos pocos presos con delitos, que incluso son puestos como “policías”). En el totalitarismo, las leyes no cuentan.
  2. El asesinato de la persona moral en el hombre: Se realiza haciendo que sea imposible que alguien tenga un comportamiento moral. Hannah Arendt pone ejemplos de cómo se aniquila la conciencia moral en el hombre: los internos en los campos de concentración, sabiendo que al final todos serán convertidos en cenizas y que no quedarán testigos de sus acciones (buenas o malas), entienden que ningún acto o gesto llegará a tener significado para nadie. Si todo va a acabar en el pozo del olvido, ¿qué sentido tiene realizar un acto bueno o malo?
  3. Matar la individualidad de la persona humana: El último y decisivo paso es matar la individualidad de la persona humana, su creatividad, su capacidad de actuar. Los métodos son numerosos y no intentaremos enumerarlos: “Comienzan con las monstruosas condiciones de los transportes a los campos, cuando centenares de seres humanos son hacinados desnudos en un vagón de ganado, prácticamente soldados entre sí y trasladados durante días y días de una a otra parte del país; continúan con la llegada al campo, el bien organizado shock de las primeras horas, el rasurado de la cabeza, la grotesca indumentaria del campo; y concluyen con torturas profundamente inimaginables, calculadas no para matar el cuerpo, o al menos no para matarle rápidamente. El propósito de estos métodos, en todas las ocasiones, es manipular el cuerpo humano -con sus infinitas posibilidades de sufrimiento- de tal manera que sea destruida […] inexorablemente la persona humana”. Matar la individualidad en la persona humana significaba aniquilarlos como individuos con identidad propia y capacidad de elegir sus actos; así se transformaba la personalidad humana en una simple cosa. De este modo, los presos en los campos de concentración ya no tenían capacidad de agencia para rebelarse, se dejaban llevar hasta la muerte sin protestar, renunciaban a sí mismos y a su identidad. En la tiranía se intenta cercenar la capacidad de acción política de los seres humanos, pero se le deja al hombre una capacidad de actuar espontáneamente en la esfera de la vida privada. Pero el totalitarismo no deja espacio para semejante vida privada y la lógica totalitaria destruye la capacidad del hombre para la experiencia personal y el pensamiento tan seguramente como su capacidad para la acción. El totalitarismo no quiere que los súbditos piensen como el que gobierna, sino que no piensen en absoluto.

Contexto Filosófico: Siglos XIX y XX

Filosofía del Siglo XIX

Toda la Filosofía que se hace en el siglo XIX es una crítica contra la Filosofía de Hegel. Según la filosofía de Hegel, pensar y existir son la misma cosa, el mundo es solo pensamiento dentro de la mente del hombre. Frente a esta idea, los filósofos del XIX proponen que lo más importante es estudiar el mundo de los seres humanos, estudiar las acciones humanas (la Praxis).

La Filosofía del siglo XIX representa el final de las grandes Teorías filosóficas. Ahora es CRÍTICA DEL MUNDO HUMANO. Se rechaza a Descartes, Hume, Kant y Hegel porque la Razón no es la única forma de conocer el mundo, hay otras formas.

Teorías Filosóficas del Siglo XIX

  • Liberalismo (Stuart Mill): defiende al Capitalismo.
  • Materialismo (Marx): denuncia las contradicciones económicas y políticas del Capitalismo.
  • Vitalismo (Nietzsche): critica el Idealismo/Racionalismo de la Cultura Occidental y la Religión Cristiana.

Rechazan la Ilustración y al Idealismo (Racionalismo llevado al extremo). También hay que reseñar la importancia de la obra EVOLUCIONISTA de Darwin que rompe la idea de que el hombre es el centro del mundo (idea defendida por la religión cristiana).

Autores Clave del Siglo XIX

Marx

Hay que transformar el mundo para que sea justo. Y esto se consigue comprendiendo cómo son las estructuras económicas en las que se basa la sociedad. Conociéndolas podremos cambiarlas para lograr un mundo donde reine la Justicia y la Igualdad entre los hombres. La propuesta de Marx consiste en estudiar al Capitalismo para, después, transformarlo (a través de la revolución socialista-comunista) en una sociedad más justa.

Nietzsche

Critica la CULTURA OCCIDENTAL, que desde Sócrates olvidó el noble espíritu del mundo griego. La filosofía de Sócrates y Platón es el efecto de un mundo hundido al que le resulta insoportable el cambio de la realidad. La CREATIVIDAD será capaz de superar ese mundo sin valores (NIHILISMO) y buscar la NUEVA ÉTICA (con el Superhombre que cambiará los valores existentes por otros mejores).

Filosofía del Siglo XX

El siglo XX arranca con confianza hacia las ciencias naturales y el progreso derivado de la tecnología.

Corrientes Filosóficas del Siglo XX

  • Filosofía Analítica: defenderá que el único ámbito del conocimiento es el de la Ciencia. Wittgenstein desconfiará de la Filosofía como fuente de conocimiento; su función es la aclaración de conceptos y callar sobre las cuestiones metafísicas.
  • Existencialismo: desconfía de la razón, que nos ha llevado a un mundo deshumanizado en el que han fracasado los ideales ilustrados de libertad y progreso. Estudian la existencia humana no desde conceptos abstractos, sino desde la singularidad de lo vivido. Está en contra de la Metafísica y se centra en la existencia concreta del Ser Humano. Sartre defenderá un Existencialismo en el que el Ser Humano (el Ser-en-sí) es un proyecto, es libertad. El hombre está condenado a ser libre.
  • La Escuela de Frankfurt: Creada por sociólogos judíos alemanes (T. Adorno y M. Horkheimer) realizan una crítica al optimismo de la Ilustración y conciben la realidad humana con un tono pesimista. A partir de los años 60, J. Habermas recupera los valores positivos de la Racionalidad, el Diálogo y el Consenso para lograr una sociedad democrática y moral.

Filosofía Española

Destacan autores como Miguel de Unamuno y José Ortega y Gasset para los cuales el problema más acuciante es la idea de España. Unamuno, desde el sentimiento y la angustia existencial, defiende la singularidad del proyecto español y Ortega, por el contrario, critica el atraso cultural y científico y ve como solución la europeización de España «España es el problema y Europa la solució»). Ortega defiende el Raciovitalismo. El coexistir del Yo con el Mundo y en el Mundo no es otra cosa que la vida, la vida de cada cual. La Filosofía ha de convertirse en una reflexión sobre la Vida, pero no en abstracto, sino entendida de forma personal, como reflexión sobre mi propia vida. De ahí la importancia del ‘Yo y las Circunstancias’ como objetos de conocimiento de la Filosofía.

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