Concepción de sociedad de Marx

Kant

Ética: La ética de Kant es diferente a las teorías morales de filósofos anteriores. El buscaba diseñar una ética universal, valida para todos. Llamaba éticas materiales a las de los filósofos del pasado porque tienen un contenido: conseguir un bien. El problema de estas éticas es que solo resultan válidas para quienes reconozcan la importancia de su objetivo, es decir, son normas hipotéticas. Las reglas que rigen vienen impuestas por el objetivo que intentan lograr, por tanto, son heterónomas. Además, para saber como comportarse no hay mas remedio que acudir a la experiencia, por lo que son también a posteriori. Las limitaciones de estas éticas impiden que sus teorías sean universales.

Para superar esos problemas Kant propone elaborar una teoría ética necesaria, autónoma por que debe ser el individuo quien elabore sus normas y, a priori, para que las normas fuesen tan claras que no hiciera falta la experiencia. Para ello hay que renunciar a la búsqueda de un objetivo concreto, por lo que se tratará de una ética formal. La ética formal no os dice cuales son las normas que debemos elegir, sino como deben ser.

La razón práctica es la razón orientada a dirigir la voluntad y produce imperativos que responden a la pregunta ¿Qué debo hacer? Kant denomina máximas de conducta a las normas individuales que cada personaje debe elegir. Sin embargo, estas reglas deben respetar el imperativo categórico, el cual se puede formular de diferentes maneras: En la primera nos exige que las máximas de conducta deben poder ser universalizables; la segunda manera impone que las máximas de conducta tratan a las personas como fines en si mismos y no como instrumentos al servicio de nuestros propios intereses. Kant insistía en la importancia de trabajar conjuntamente para que nuestra sociedad se acercara al reino de los fines: la sociedad ideal en la que todos se respetan mutuamente; En la tercera formulación que nos hace tenemos que imaginar que estuviéramos elaborando las leyes de un hipotético reino de los fines con lo que nuestra responsabilidad es garantizar el respeto mutuo.

Política: Para Kant, la naturaleza humana es mucho más compleja de lo que creía Rousseau puesto que, aunque tengamos la necesidad de convivir con los demás también tenemos un impulso egoísta. Para expresar esta contradicción, Kant habla de la “insociable sociabilidad humana”. Somos insociables porque si nos dejamos llevar por nuestros deseos, nuestro comportamiento será interesado, pero al mismo tiempo somos sociables porque no podemos vivir al margen de la sociedad. La posición de Kant sobre el estado de naturaleza está más próxima a Hobbes que a Rousseau. Este continuo estado de conflicto provocando tensión, guerra y sufrimiento, también ha sido beneficioso ya que ha servido para que la humanidad desarrolle mecanismos para limitar la violencia impulsando la cultura y el entendimiento. Kant confiaba en la posibilidad de alcanzar el progreso con ayuda de la razón, la ciencia y la cultura, pero también era consciente de que este progreso estaba garantizado. Para que la sociedad pueda aproximarse a la tiranía. Esto solo es posible estableciendo igualdad ante la ley. Llamaba republicano a este tipo de gobierno en el que los poderes están divididos. Para evitar la catástrofe que suponen los enfrentamientos bélicos, haría falta crear una federación mundial de Estados que impusiese unas normas básicas sobre todos ellos.


Marx- ANTROPOLOGÍA


 Marx da una respuesta diferente a la pregunta de qué es el hombre, Lo define como un ser natural, es decir, un producto más de la evolución de la materia; un producto muy especial, que se forma a sí mismo en la relación que establece con la naturaleza. (Al producir lo que necesita para vivir, el hombre se produce así mismo por tanto no es el mismo antes que después de ese acto productivo. Esto es lo que Marx llama “la conversión de la naturaleza en el hombre” y esta es la raíz de lo que se entiende por materialismo: son los procesos materiales de producción los que definen la realidad humana y su modo de pensar. A esta actividad humana que transforma la naturaleza y al hombre que la realiza se llama trabajo, por eso casi podría decirse que el trabajo determina la esencia del hombre, una esencia histórica y no metafísica.  Según sea el trabajo será el ser humano que trabaja. El trabajo no es un medio de ganarse la vida sino un medio de construirse la vida. Según Marx si en algo se distinguen los animales del hombre es en que este trabaja mientras que los otros únicamente producen. Este trabajo es siempre social.
No es el individuo quien trabaja para satisfacer sus propias necesidades sino una sociedad más o menos amplia la que se distribuye las tareas desde las sociedades más primitivas, al menos a partir de lo que se ha llamado “el comunismo primitivo”. El tipo de sociedad va a depender de esa distribución del trabajo. Marx resume esta idea en la siguiente frase: La esencia humana es en su realidad, un conjunto de relaciones sociales.

 Verdaderamente, las cosas no funcionan así, pues el trabajo está alienado, es decir, el resultado del trabajo no se le apropia al trabajador sino a una clase dominante que se aprovecha de lo ajeno. Se divide la sociedad así en clases sociales: los que aportan su fuerza de trabajo y los que explotan el trabajo de los demás. Las clases sociales han ido variando a lo largo de la historia, pero todas tienen en común que rompen el proceso de humanización según el cual el hombre produce su vida. Para el trabajador el trabajo es una pesada carga que solo le sirve para mantenerse con vida, convirtiéndose en algo ajeno. Marx describía la paradójica situación de su época en la que los obreros de su tiempo se sentían más hombres realizando actividades propias de los animales y se sentían animales al trabajar. Marx no habla de individuos sino de clases sociales. Para evitar la alienación el zapatero debe quedarse con los zapatos que produzca y el agricultor con las plantas que cultive.
La alienación proviene de la contradicción que existe entre el hecho de que la producción es una actividad social, mientras que la apropiación de los productos es privada. Los bienes que el obrero necesita para producir están en manos privadas y no sociales. Esa transformación de la naturaleza no se cumple ni en los opresores, porque no realizan la actividad humana por excelencia, ni a los oprimidos porque el trabajo y sus frutos le resultan ajeno. El trabajo añade un valor a la metería que transforma. El producto vale más que el material con el que se ha realizado. Este aumento se llama plusvalía, pero la plusvalía que el obrero produce no vuelve a la sociedad de la que el obrero forma parte, sino la que se apropia el propietario por medios de producción. Pagando un salario que nunca iguala esa plusvalía.


Política

Para Marx la lucha de clases constituye en motor de la historia, pues los intereses de las clases oprimidas nunca pueden coincidir con los de las opresoras. En toda sociedad existen una tensión entre el modo de producción de la sociedad y las relaciones de producción que se establecen entre sus miembros. Cuando estas relaciones son las adecuadas, la sociedad mantendrá su estructura. Pero cuando los modos de producción necesitan otras relaciones de producción para seguir desarrollándose se producen procesos revolucionarios que cambian las estructuras de la sociedad.  El capitalismo ha desarrollado las fuerzas productivas y al hacerlo, ha creado la clase del proletariado, creando a la vez su propio verdugo, porque el desarrollo creciente de estas fuerzas supone el crecimiento de la fuerza del proletariado, que terminará tomando en sus manos los medios de producción, que dejarán de ser propiedad privada para pertenecer a la sociedad como tal. Esta etapa de socialismo, el estado tomará las riendas de la producción hasta acabar con el poder la de la burguésía capitalista, iniciándose la etapa de comunismo en la que el estado desparecerá por innecesario y dejará de existir la división de clases. El trabajo dejará de ser una carga y cumplirá con su papel de desarrollar la vida humana.

Para Marx la estructura económica y social de la humanidad es la que determina el modo de pensar de cada época histórica, constituyendo lo que se llama la superestructura. Lo que significa que es un reflejo pasivo la base económica, o que depende de ella. La moral de unos y otros dependerán según el modo de la producción del que surgen sus normas. Se denomina ideología a la manera en que una sociedad se piensa en sí misma, es decir, al conjunto de creencias y representaciones que tiene cada cultura y que incluye una determinada jerarquía de valores. Esta ideología surge de las condiciones materiales en que se desarrolla la vida de los hombres y según como estas condiciones están alienadas, también lo estará la ideología. La obra maestra de la ideología la constituye la religión. Para Marx la religión es la conciencia de un mundo invertido: como el hombre alienado en su trabajo no produce su propia vida, inventa a un ser que se la ha dado, y como sus condiciones de vida no permiten la felicidad en este mundo imagina otro después de la muerte donde será feliz. Logra así mantener una ilusión que le permite crear su realización personal, aun cuando la realidad material diga otra cosa. La superación de la ideología alienada y mistificada solo tiene una solución radical: el cambio de la estructura material de la que surge.

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