Aristóteles: La Naturaleza y el Cambio
Para Aristóteles, la Naturaleza (physis) es el principio del cambio y del movimiento, entendiendo por movimiento cualquier tipo de transformación, como nacer, morir o aprender. Para poder explicar el cambio sin caer en la contradicción señalada por Parménides, Aristóteles afirma que el ser se dice de muchas maneras. Distingue así entre:
- Ser en potencia: aquello que todavía no es, pero tiene la capacidad de llegar a ser.
- Ser en acto: lo que un ente es en el momento presente.
El cambio consiste precisamente en el paso del ser en potencia al ser en acto. Por ejemplo, una semilla es en acto una semilla, pero en potencia es un árbol. Esta potencia se encuentra en la propia naturaleza de cada ser. En el proceso de cambio, lo que permanece es la sustancia, mientras que lo que se modifica son los accidentes. La sustancia es el sujeto del cambio; por ejemplo, cuando un hombre aprende música, el hombre sigue siendo el mismo (sustancia), pero cambia una cualidad suya (accidente).
Aristóteles distingue además entre:
- Sustancia primera: el individuo concreto que existe realmente (este hombre, este caballo).
- Sustancia segunda: la forma común o esencia que comparten los individuos y que permite clasificarlos en géneros y especies.
Mientras los individuos nacen y mueren, la especie permanece. En una segunda concepción, Aristóteles entiende la Naturaleza como un cosmos ordenado y eterno, lo que le lleva a formular una cosmología geocéntrica. Esta totalidad natural es el principio del ser y del cambio de todos los entes y actúa desde sí misma, sin necesidad de principios externos.
Lógica y Silogismo
Aristóteles es considerado el padre de la Lógica, entendida como la teoría de las formas correctas de razonamiento. La lógica refleja el orden de la realidad y del pensamiento, de modo que ser y pensar coinciden. Parte de axiomas evidentes, tales como:
- Principio de no contradicción: una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido.
- Principio del tercero excluido: entre el ser y el no ser no hay término medio.
La forma básica de deducción es el silogismo, en el que, partiendo de dos premisas verdaderas, se obtiene una conclusión necesaria. Gracias al silogismo, Aristóteles explica cómo se relacionan lo universal y lo particular.
La Ciencia y la Teoría de las Causas
Para Aristóteles, la ciencia no se limita a describir hechos, sino que busca conocer las causas de las cosas. El sabio es aquel que conoce el porqué de lo que ocurre. Todo proceso debe explicarse mediante cuatro causas:
- Causa material: aquello de lo que está hecho algo.
- Causa formal: la esencia o estructura que determina lo que algo es.
- Causa eficiente: el agente o motor que produce el cambio.
- Causa final: el fin, propósito o meta del proceso.
La explicación aristotélica es esencialmente teleológica, ya que la finalidad es clave para comprender la realidad. En los cambios naturales, la causa final es la búsqueda de la perfección o el desarrollo de la propia forma.
La Naturaleza Racional del Hombre: El Alma
Para Aristóteles, el ser humano posee alma (psyché), que es el principio de la vida y la forma del cuerpo. Al entender el alma como principio vital, Aristóteles explica la unión sustancial entre alma y cuerpo. Distingue tres tipos de alma:
- Alma vegetativa: propia de las plantas; encargada de la nutrición y reproducción.
- Alma sensitiva: propia de los animales; responsable de las sensaciones, el deseo y el movimiento.
- Alma racional: exclusiva del ser humano; es el principio del conocimiento y la razón.
Lo específico del ser humano es el logos o razón, por lo que se define como un animal racional.
Teoría del Conocimiento
Frente al idealismo de Platón, Aristóteles afirma que el conocimiento comienza con la experiencia y la observación. El hombre nace como una tabula rasa (tabla rasa) y adquiere el conocimiento a través de los sentidos. El proceso sigue estas etapas:
- Sensación y Memoria: se captan los objetos particulares y se retienen.
- Abstracción: el entendimiento agente abstrae la esencia universal de los datos sensibles.
- Conceptualización: el entendimiento paciente conoce el término abstracto resultante.
Las proposiciones científicas se obtienen mediante la inducción (paso de lo particular a lo universal) y se aplican mediante la deducción.
La Concepción de la Ciencia: La Teoría de la Causalidad
La verdadera ciencia consiste en la búsqueda de las causas. La experiencia nos muestra que las cosas suceden, pero la ciencia explica por qué suceden. Aristóteles reitera que todo proceso se explica por las cuatro causas (material, formal, eficiente y final), siendo la causa final la más importante en su visión teleológica.
Un ejemplo de cambio natural es el paso de joven a adulto: la causa material es el organismo, la formal es el patrón de desarrollo humano, la eficiente es la propia Naturaleza y la final es la plenitud del individuo. En los cambios artificiales (técnica), como una escultura, la causa eficiente es el artista y la final puede ser la belleza o el reconocimiento.
La Naturaleza Social del Hombre: Ética y Política
Aristóteles sostiene que el hombre es un zoon politikon (animal social por naturaleza). La sociabilidad humana se manifiesta en el lenguaje, que permite discernir lo justo de lo injusto y crear una comunidad orientada al vivir bien.
La Ética: La Búsqueda de la Felicidad
La ética aristotélica es eudemonista, pues busca la felicidad (eudaimonia) como fin último. La felicidad no reside en el placer o la riqueza, sino en la contemplación de la verdad y en obrar conforme a la virtud (areté). La virtud se define como:
- Un hábito selectivo.
- Un término medio entre dos extremos viciosos (uno por exceso y otro por defecto).
- Determinado por la razón y la prudencia (phronesis).
La Política: El Bien Común
La política busca la felicidad de la comunidad. Aristóteles clasifica las formas de gobierno según su fin:
- Formas Puras (buscan el bien común): Monarquía, Aristocracia y Democracia (politeia).
- Formas Degeneradas (buscan el interés privado): Tiranía, Oligarquía y Demagogia.
Para Aristóteles, el marco ideal para la vida humana es la polis, ya que solo en ella el ciudadano puede alcanzar la perfección moral y política.
