Filosofías Helenísticas: Epicureísmo y Estoicismo, Caminos hacia la Felicidad

Filosofías Helenísticas: Epicureísmo y Estoicismo

Epicureísmo: La Búsqueda de la Ataraxia a través del Placer

El Epicureísmo acepta el atomismo de Demócrito con algunas variaciones, centrándose en el aspecto que garantiza la posibilidad de la libertad humana: el carácter espontáneo y no determinado del movimiento de los átomos. Los átomos son toda la realidad, y las cosas nacen y mueren por su composición y descomposición. Estos son accesibles gracias al conocimiento sensible, a la percepción de los sentidos, que siempre es verdadera. El error surge al afirmar algo que no se corresponde con la imagen percibida.

La reflexión ética de Epicuro, su fundador, sostiene que todo saber tiene sentido si favorece el fin de la vida humana: la felicidad, que consiste en el placer, entendido este como la ausencia de dolor.

Los Miedos según Epicuro y cómo Superarlos

Una de las cosas que produce dolor es el miedo. Entre los miedos que atemorizan al ser humano se encuentran:

  • Miedo a los dioses: A quienes se alaba para ganar sus favores y evitar su cólera. Sin embargo, los dioses no se preocupan por nosotros, por lo que este miedo es injustificado. La mejor opción para vencerlo es pensar y vivir con rectitud.
  • Miedo a morir: Es injustificado, ya que el dolor nace de una percepción, y como la muerte es el cese de toda percepción, no puede producir sufrimiento. Sobre la muerte, Epicuro afirmó: «Cuando yo estoy, ella no está; y cuando ella está, yo ya no estoy».
  • Miedo a la política: No podemos controlar los asesinatos, las venganzas, etc., por lo que Epicuro sugiere prescindir de ella.
  • El dolor físico: Miedo injustificado, pues si es intenso es breve, y si es moderado, es llevadero. El ser humano puede olvidarse de él recordando momentos felices de amistad, amor, etc.

El Placer en el Epicureísmo: Claves para la Felicidad

Ante esto, el placer consiste en:

  • Atenerse al cálculo hedonista, que equilibra el dolor y el placer según sus consecuencias.
  • Procurar placeres sencillos, pues así será más fácil perderlos si se da el caso.
  • Cultivar la amistad, gran fuente de placeres.

El ser humano alcanzará una vida feliz y una existencia presidida por la tranquilidad del alma (ataraxia) si cumple estas condiciones, que es a lo que aspiran los sabios. La influencia del hedonismo epicúreo es notable en autores latinos como Lucrecio, y posteriormente en el utilitarismo de Jeremy Bentham y John Stuart Mill.

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Estoicismo: La Virtud y la Apatheia frente al Destino

Los estoicos dividieron la filosofía en tres partes: física, lógica (que incluye la teoría del conocimiento) y ética. Lo más interesante y original es la ética, pero no puede ser comprendida sin la física.

La Física Estoica: Un Cosmos Determinado

La física estoica se inspira en Heráclito y ofrece una visión del mundo como un todo unitario y armonioso, regido por la necesidad inflexible de la ley universal (determinismo). Son los creadores del concepto de «ley natural» y de «Providencia». Los filósofos estoicos creían que la naturaleza se regía por un proceso de repetición cíclica de lo mismo, una sucesión necesaria de individuos y hechos singulares en cadena. Negaban toda realidad de los universales. De esta sucesión es responsable el logos, o Dios, comprendido como una especie de «conciencia cósmica».

La naturaleza es así el contrapunto de la sociedad caótica e irracional, y el refugio del ser humano angustiado.

El estoicismo es también un materialismo: no existe más que la materia, que es pasiva, y un principio activo, que también es material y que es llamado «Dios». El universo es un todo animado y divino: panteísmo. Nada escapa a la ley inmanente que rige el Todo; los acontecimientos están férreamente determinados por una cadena causal inexorable. Esta necesidad que rige el cosmos es llamada «Destino» o «Providencia».

El Conocimiento en el Estoicismo

El conocimiento de la naturaleza y de su orden se realiza a través de los sentidos. La razón es fruto del concurso entre la percepción y la memoria. Por tanto, el conocimiento consiste en la descripción de las relaciones causales entre fenómenos.

La Ética Estoica: Libertad Interior y Virtud

Pero lo fundamental en la escuela estoica es su doctrina ética, en la que intentan conjugar la libertad del ser humano con la necesidad y el carácter irremediable del destino.

La libertad humana para los estoicos radica en que el ser humano puede decidir la actitud con la que asume lo inevitable. La libertad está en la interioridad, en el pensamiento más que en la acción.

La conducta virtuosa es aquella capaz de llegar a desear lo que necesariamente va a ocurrir y vivir conforme a la naturaleza. O lo que es lo mismo: vivir de acuerdo con la razón que nos descubre el orden universal que rige la naturaleza. O también: realizar el deber, que no es sino lo que la razón manda hacer.

Virtudes y Apatheia: El Ideal del Sabio Estoico

Sus implicaciones éticas serán la liberación de las pasiones, que son irracionales, y el fomento de las virtudes (prudencia, fortaleza, justicia y templanza), que están conectadas y no se pueden poseer por separado, y que nos preservan de las pasiones y salvaguardan la independencia del sabio. El ideal estoico es la autosuficiencia o independencia que se logra alcanzando la imperturbabilidad o ataraxia, que es sobre todo serenidad intelectual. Ante la pasión (pathos), el deber obliga al autodominio (apatheia, impasibilidad).

Etapas Históricas del Estoicismo

El estoicismo se dividió en tres etapas: la Estoa Antigua (siglos IV-III a.C.) con filósofos como Zenón, Cleantes y Crisipo; la Estoa Media (siglos III-I a.C.) con Panecio y Posidonio; y la Estoa Posterior (siglos I a.C.-III d.C.) con Séneca, Epicteto y Marco Aurelio.

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