Fundamentos de la Filosofía Platónica: Influencias y Contrastes Clave

Fundamentos de la Filosofía Platónica

En el desarrollo de la epistemología de su filosofía, Platón recurrirá al concepto pitagórico del alma, la cual es inmortal y transmigra por varios cuerpos hasta purificarse a través del conocimiento, liberándose así del cuerpo que la encierra. El alma ya posee el conocimiento y, con ayuda de las matemáticas mediante la educación, llegará al conocimiento verdadero. Por tanto, también existe un vínculo entre la matematización pitagórica y la dianoia platónica, puesto que, por un lado, los filósofos pitagóricos del siglo VI a.C. identificaban el arjé con los números, partiendo del supuesto de que todo podía ser expresado numéricamente y cuantificado; y por otro, Platón defendía que las matemáticas eran una herramienta para llegar a la verdadera esencia: las Ideas.

Platón y los Presocráticos

Influencia de Parménides

Según el filósofo, las Ideas que pueblan el mundo inteligible son eternas, indivisibles, inmutables y únicas. Todo ello se vincula con las características otorgadas por Parménides (siglo VI a.C.), un filósofo de la escuela de Elea, a su concepto de Ser, una idea identificada con el todo y la existencia.

Contraste con Heráclito

Heráclito (siglo VI a.C.), en su metáfora del río, defiende que la realidad está expuesta al cambio y que está en constante devenir. Además, está sujeta a las apariencias captadas por los sentidos, lo cual Platón relacionaba con las copias mutables que pueblan el mundo sensible.

Similitud con Anaxágoras

El concepto de Demiurgo desarrollado por Platón posee cierta similitud con el concepto de Nous desarrollado por el filósofo pluralista Anaxágoras (siglo V a.C.). Mientras que para el pluralista el Nous será una especie de inteligencia ordenadora que unía las homeomerías (semillas) que conformaban la realidad, para Platón el Demiurgo será una figura creadora o artesana que toma las Ideas del mundo inteligible y las utiliza como modelos para formar el mundo sensible, organizando, ordenando y estructurando el caos preexistente.

Platón frente a los Sofistas

Siendo discípulo de Sócrates, Platón rechazará la subjetividad y el relativismo plasmado en las tesis sofistas de filósofos como Protágoras (siglo V a.C.) y Gorgias (siglo IV a.C.), quienes defendían que las normas y leyes estaban sujetas a las circunstancias del ser humano, de tal manera que no existía verdad, solo opinión o «Doxa». Por su parte, Platón defiende la existencia de una verdad objetiva e inteligible, externa al hombre: las Ideas.

Según la teoría de la anamnesis o reminiscencia de Platón, durante el paso del alma del mundo inteligible al mundo sensible (transmigración), esta olvida los conocimientos aprendidos durante su existencia anterior, por lo que aprender será recordar (reminiscencia). Oponiéndose a esto, los sofistas sostienen que el alma está vacía y que todo deben enseñárselo a sus discípulos.

Platón y Sócrates: Similitudes y Diferencias

Para Sócrates, la objetividad de los conceptos morales se logra mediante la mayéutica, un método que consiste en interrogar al interlocutor para guiarlo hacia el conocimiento verdadero que, según Sócrates, ya existe dentro de cada persona. Este proceso de mayéutica exige un esfuerzo intelectual, de manera que el conocimiento de la verdad es el resultado de la inteligencia. Por su parte, Platón defiende que la verdad objetiva es externa al ser humano, se localiza en las Ideas, por lo que alcanzar el conocimiento objetivo implicará un proceso de ascenso intelectual a través de la dialéctica. Según Platón, solo aquellos que posean el alma racional podrán alcanzar la objetividad de los conceptos y conocer también la Idea del Bien; para conseguir este conocimiento se necesitará de la educación. Finalmente, el intelectualismo socrático sostiene que el conocimiento y la virtud se logran mediante el entendimiento. La mayéutica, al igual que la dialéctica de Platón, utiliza el diálogo para descubrir verdades.

Platón y Aristóteles: Divergencias Filosóficas

Diferencias en el Enfoque y la Ontología

Como confrontación elemental entre Aristóteles y Platón, debemos mencionar que Aristóteles se centró en el estudio de la biología, mientras que Platón partió del estudio de las matemáticas.

Platón partirá de una ontología dualista, distinguiendo dos modos de realidad: el mundo inteligible y el mundo sensible, mientras que su discípulo defenderá una ontología monista. Platón estableció que las cosas en el mundo sensible no son más que copias de las Ideas, principio que rechazará su alumno defendiendo que los entes físicos que conforman la realidad existen por sí mismos y que, por ende, no son copias de nada.

Desde la ontología, Platón se inclina hacia un método deductivo, partiendo de principios generales para descender a casos concretos, mientras que su discípulo defenderá una abstracción inductiva, partiendo de la observación de casos concretos para llegar a principios generales.

Visiones Políticas y Éticas Comparadas

En cuanto a la visión política, Platón recurrirá al concepto de alma, defendiendo que existirá justicia cuando haya orden y todos los individuos se dediquen a cumplir la función que les corresponde según el alma a la que pertenecen. Según el filósofo, aquel que posee el alma racional deberá gobernar la polis (el rey filósofo), gobierno que se vinculará con la aristocracia.

En contraposición, la visión política aristotélica partirá de la idea del «Zoon Politikon» (animal político), que sostiene que el hombre es un ser social por naturaleza, lo que lo impulsa a vivir en sociedad. La política aristotélica tendrá como objetivo la búsqueda del bien común, por lo que la politeia será la mejor forma de gobierno.

En cuanto al ámbito ético, Platón centró su ideal en la justicia y el conocimiento de la Idea del Bien. Para Aristóteles, en cambio, el objetivo de la ética es alcanzar la eudaimonia (felicidad).

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