Immanuel Kant y la Ilustración
El ensayo de Immanuel Kant, ¿Qué es la Ilustración?, fue publicado en Königsberg (Prusia) el 30 de septiembre de 1784, un momento crucial que precedió al inicio de la Revolución Francesa.
“¿Qué es la Ilustración? Esta pregunta, que quizá sea tan importante como la pregunta ¿qué es la verdad?, tiene que ser respondida antes de que se comience a ilustrar y, hasta el momento, no he encontrado respuesta en ninguna parte.”
El Imperativo de la Ilustración: ¡Sapere Aude!
¡Sapere aude! ¡Ten valentía para servirte de tu propio entendimiento! Esta es la consigna de la Ilustración. Esta expresión latina se traduce como: “¡Atrévete a saber!”
La Libertad como Condición de la Ilustración
Para la Ilustración no se requiere más que la libertad; y, por cierto, la menos dañina de todas las que se puedan llamar libertad, es decir, aquella para poder hacer uso público de la razón en todos los asuntos.
El uso público de la razón debe ser siempre libre, y este es el único camino para lograr la Ilustración entre los hombres.
La Minoría de Edad: Un Obstáculo para el Entendimiento
A cada hombre en particular le resulta difícil salir de la minoría de edad, convertida, ahora sí, en casi una segunda naturaleza. Incluso se ha encariñado con ella y será, en realidad, incapaz de servirse de su propio entendimiento, por cuanto no se le permitiría ni siquiera hacer el intento. Las prescripciones y las formalidades, es decir, los instrumentos mecánicos de un uso racional —o mejor, del mal uso de sus dones naturales—, son los grilletes de una minoría de edad que se vuelve permanente.
La Libertad como Condición de la Ilustración (Reiteración)
Para la Ilustración no se requiere más que la libertad; y, por cierto, la menos dañina de todas las que se puedan llamar libertad, es decir, aquella para poder hacer uso público de la razón en todos los asuntos.
El Intelectual y el Uso Público de la Razón
Un individuo no actúa sin consideración en contra del deber de cualquier ciudadano cuando, en cuanto intelectual, manifiesta en público sus pensamientos en contra de la inconveniencia o incluso de la injusticia de tales ordenanzas. (Esto se refiere al control de la sociedad en nuestro razonamiento).
La Religión y la Minoría de Edad
El asunto principal de la Ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad causada por él mismo, primordialmente en asuntos de la religión. Esto se debe a que, con respecto a las artes y las ciencias, nuestros gobernantes no tienen ningún interés en jugar a tutores sobre sus súbditos; sin embargo, esta minoría de edad en la religión es quizá la más perniciosa y también la más humillante de todas.
Los seres humanos son mucho más que máquinas, de acuerdo con su dignidad.
Conclusión y Reflexiones Críticas
El Rol de los Tutores y la Resistencia al Pensamiento Propio
Los tutores que permanecen interesados en mantener a la humanidad en su minoría de edad en realidad tienen una clara motivación política. Kant se refiere irónicamente a médicos, abogados y sacerdotes como instrumentos del gobierno para manejar a sus administrados. Los peligros inevitables de comenzar a pensar por uno mismo son calificados por dichos tutores como obstáculos insalvables, mientras que Kant ve en ellos tropiezos necesarios en el camino hacia la libertad.
En realidad, esos tutores y administradores del Estado hacían bien en luchar contra la expansión de la consigna “piensa por ti mismo”, pues en poco tiempo esta consigna sería el germen de revoluciones y desórdenes sociales que cambiarían el mapa de Europa.
Paralelismos Filosóficos: Platón y la Caverna
El papel de esos tutores es análogo al que desempeñan los sofistas en el mito de la caverna de Platón.
Nótese también el toque sexista que atribuye a algunos hombres la posibilidad de abandonar la minoría de edad, pero excluye de esta proeza a la mayoría de los hombres y a todo el “bello sexo”.
Kant compara a los individuos en minoría de edad con los personajes encadenados del mito de la caverna, tan acostumbrados a la oscuridad y las sombras que de ningún modo desean abrirse paso hasta la luz. Al individuo solitario le resulta extraordinariamente difícil “pensar por sí mismo”, abrirse paso hacia la verdad y la libertad, pues durante toda su vida ha tenido el entendimiento constreñido por dogmas políticos y religiosos. También se debe destacar que los prisioneros de la caverna calumnian y persiguen hasta la muerte al filósofo que intenta enseñarles el camino hacia la luz.
Contradicciones en el Pensamiento Político de Kant
El pensamiento político de Kant es contradictorio: por un lado, estimula el librepensamiento y, por otro, sus ideas políticas son extremadamente conservadoras. En realidad, Kant confía en que el monarca, su idolatrado Federico II, irá introduciendo las reformas paulatinas para que la sociedad progrese lentamente hacia la constitución republicana, caracterizada por el principio de representatividad y la separación de poderes.
Kant vs. Marx: La Revolución
Los prejuicios de Kant contra las posibilidades de la revolución representan una gran diferencia con el pensamiento de Marx. Se observa que para Marx la revolución es el único modo de dar paso a una sociedad postclasista.
Libertad y Orden Social: El Dilema Kantiano
La Ilustración solo requiere de la forma más sencilla e inofensiva de libertad: la libertad política negativa. Los administradores del Estado, los tutores (el ejército, Hacienda y el clero) no cesan de dar órdenes y, además, prohíben a todos razonar. Ven en el librepensamiento un peligro para el orden social y no una condición necesaria para el progreso de la Humanidad. Solo un hombre invita a su pueblo a razonar, Federico II, aunque, por otro lado, también le exige obediencia. Así, el uso público de la razón debe ser limitado por su uso privado.
Kant entiende que la libertad es un derecho natural del hombre que debe ser potenciado en orden al progreso de la humanidad. Pero, por otro lado, si dicha libertad no está encauzada por un rígido orden social donde la autoridad del soberano es inapelable, puede conducir al desorden o la anarquía.