La Libertad Política y la Igualdad: Conceptos Fundamentales en la Filosofía Moderna

T. 13 La libertad política. Para Spinoza, la libertad era una perfecta racionalidad. Para Leibniz, es espontaneidad de la inteligencia; para Hegel, aceptación de la necesidad. Sin embargo, todas estas libertades se refieren a la libertad dentro del hombre in interiore hominis. La libertad política es una coexistencia con la libertad ajena y una resistencia a la falta de libertad (gran diferencia entre libertad interior y exterior, como no podía ser de otra manera). Con la filosofía nos ocupamos de la libertad interna y con la política de la externa. El que mejor acertó con la noción de libertad política fue Hobbes, con la definición: “La libertad significa propiamente ausencia de impedimentos externos”. La libertad política, en definitiva, sirve para proteger al ciudadano de la opresión. ¿Pero cómo? Locke, en el siglo XVII, dijo: “Donde no hay ley, no hay libertad”, pero quien terminó de dar en el clavo fue Rousseau: “Cuando la ley está sometida a los hombres”. ¿Por qué? Porque si gobiernan las leyes, que recordar cabe que son generales e impersonales, no gobiernan los hombres. Cierto que la ley nos prohíbe en algunos casos, pero siempre nos tutela. (Decir aquí que también frena a los poderosos, a los que han hecho sus propias leyes). La libertad política es, a priori, una libertad defensiva, una libertad de, a las que posteriormente se consolidan las libertades para. Las libertades para no pueden pasar por encima de las libertades de.


T. 14 Igualdad Einstein dijo que la política es más difícil que las matemáticas. La igualdad es un concepto bicéfalo: por un lado, es lo idéntico; por otro lado, es justicia. Aristóteles dijo: “Injusticia, desigualdad. Justicia, igualdad”. Aristóteles también señala que hay dos igualdades: numérica (lo mismo para todos) y proporcional (lo mismo para los mismos). La igualdad que más interesa hoy en día es la igualdad de oportunidades, que también es bicéfala, por cierto:

  1. Las oportunidades iguales vienen dadas por un acceso igual; se piden los mismos reconocimientos para las mismas capacidades, carreras iguales para capacidades iguales.
  2. Vienen dadas por puntos de partida iguales; mientras que la igualdad de acceso elimina obstáculos, la igualdad de puntos de partida exige fabricar dichos puntos.

Para que haya libertad, hay que comprender que todo depende de hacer iguales, igualmente sometidos a las mismas leyes. CÓMO IGUALAR A QUIENES IGUALAN. (Leer este capítulo bien de todas maneras desde el libro)

T. 15 Liberalismo económico y Liberalismo político El término ‘liberales’ aparece por primera vez en los años 1810-11 e indicaba a los que se oponían a la conquista napoleónica. Empieza a circular en Francia (libéraux), pero este término creaba desconfianza, ya que se asociaba a nosotros, los españoles, a los rebeldes españoles. Adquiere la palabra respeto en Inglaterra del siglo XIX como ‘liberal’. Desde luego, la palabra nació y surgió en el tiempo menos adecuado, sin duda, ya que se asociaba a la revolución. El liberalismo político se confundió con el económico (el sistema económico de la Revolución Industrial), ya que fue declarado burgués y capitalista, y se granjeó la hostilidad de la prole, o sea, del proletariado industrial. (Nos tendríamos que ver nosotros ahí… madre mía… yo aún en Ciudad Real, y me veo de vez en cuando como si fuera de la prole; bueno, yo en realidad de la nobleza… jaja). La verdad es que el término, el pobre, el liberalismo político tuvo mala suerte al nacer en ese momento determinado. (Yo la verdad es que también tengo mala suerte, madre mía, qué cuatrimestre; pensé que nunca iba a terminar… aunque a decir verdad tampoco se me ha hecho tan eterno, lo que pasa es que tengo a dos espíritus burlones, Reyes y Nigel, que me traen por el camino de la amargura). ¿Por qué sabemos que no es lo mismo el liberalismo económico que el político? Pues mirad, por la sencilla razón de que hablaban del liberalismo político señores como Locke, Coke (este tiene nombre de perro), Montesquieu, Constant (acordados de Constantinopla para este último y verás cómo no se nos olvida), y la verdad es que los pobrecitos míos no tenían ni idea de economía; fueron, sin duda, los teóricos constitucionalistas. En algunos países, la palabra liberalismo aparece cuando “la cosa” ya ha caído en desgracia, como en Alemania. Por ejemplo, en EE. UU. no llegó a establecerse el liberalismo, ya que pasó de una república a una democracia; de hecho, la constitución de EE. UU. es el prototipo de constituciones liberales.

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