Aristóteles: Fundamentos Esenciales de su Pensamiento Filosófico

ARISTÓTELES

Contexto Histórico y Filosófico

Aristóteles vivió en el siglo IV a.C. Nació en Estagira, en el seno de una familia aristocrática. Se trasladó a Atenas e ingresó en la Academia de Platón, donde fue su discípulo más destacado.

Cuando nació Aristóteles, la sociedad griega era predominantemente esclavista. Entre las polis más importantes —Esparta, Tebas y Atenas— se producían enfrentamientos constantes que llevaron al agotamiento de las tres. Macedonia supo aprovechar esta situación en sus ansias expansionistas. La vida de Aristóteles transcurrió en medio de una gran crisis política, ya que el modelo de la polis estaba desapareciendo. Por ello, Aristóteles fue testigo del fin de la autonomía de las polis griegas y del auge del poder macedonio.

La guerra del Peloponeso (entre Atenas y Esparta) había terminado con la victoria de Esparta, pero su hegemonía no duró mucho. Así, durante la primera mitad del siglo IV a.C., tres ciudades se disputaron la primacía en el mundo helénico: Esparta, Tebas y, finalmente, Macedonia.

Macedonia adquirió el protagonismo con su rey Filipo II. Cuando este fue asesinado, le sucedió en el trono su hijo Alejandro Magno, quien había sido alumno de Aristóteles. Alejandro extendió la cultura helénica (helenismo) y fundó Alejandría, que pasó a ser un nuevo e importante centro cultural, aunque Atenas continuó siendo el principal referente filosófico.

De su maestro Aristóteles, Alejandro aprendió la importancia de virtudes como la sabiduría, la magnanimidad, la amistad y la justicia, aunque también surgieron diferencias significativas entre ellos, especialmente en cuanto a la visión política y la valoración de las culturas no griegas.

Desde el punto de vista filosófico, Aristóteles es la figura central de su época. La escuela que él fundó, el Liceo, se convirtió en un importante centro de saber e investigación. Junto al Liceo, destacaron la Academia de Platón y diversas escuelas filosóficas, incluyendo las socráticas menores (como el cinismo y la cirenaica). El epicureísmo y el estoicismo también fueron escuelas influyentes que surgieron y se desarrollaron en el período helenístico posterior.

Metafísica u Ontología: El Estudio del Ser

Aristóteles critica la teoría de las Ideas de Platón y niega la existencia de un mundo inteligible separado. Sostiene que la esencia de cada cosa (su forma) es inmanente, es decir, reside en la propia cosa y no en un mundo trascendente. No obstante, al igual que Platón, Aristóteles afirma la existencia de las esencias (universales) y considera que estas son el objeto del verdadero conocimiento científico (episteme).

La Sustancia y los Accidentes

Para Aristóteles, solo existe un mundo, el mundo sensible, formado por seres concretos e individuales llamados sustancias (ousía). La sustancia es el individuo particular y concreto (ej. este hombre, este caballo), el sujeto fundamental de la realidad, aquello que existe en sí mismo y no en otro. Las sustancias poseen diferentes características o determinaciones, llamadas accidentes (ej. blanco, alto, aquí), que existen en la sustancia y no por sí mismos.

Hay dos tipos principales de sustancias:

  • Sustancias naturales: Aquellas que tienen en sí mismas el principio de movimiento y reposo. Comprenden los seres del mundo físico:
    • Seres inanimados (ej. los cuatro elementos —tierra, agua, aire, fuego— y los minerales).
    • Seres vivos: plantas (dotadas de alma vegetativa), animales (alma sensitiva) y seres humanos (alma racional).
  • Sustancias artificiales: Aquellas producidas por el arte o la técnica humana (ej. una mesa, una estatua). Su principio de movimiento no está en ellas mismas, sino en su productor.

Hilemorfismo: Materia y Forma

Aristóteles sostiene la teoría hilemórfica, según la cual todas las sustancias sensibles (es decir, todas excepto Dios) son un compuesto de dos principios o elementos co-esenciales:

  • Materia (hylé): Es aquello de lo que está hecha la sustancia, su sustrato físico e indeterminado. Es potencia, capacidad de recibir una forma.
  • Forma (morphé): Es la esencia de la sustancia, aquello que la sustancia es y que la define, lo que la hace ser lo que es. Es acto, lo que actualiza la materia.

Materia y forma son principios constitutivos de la sustancia y, en el mundo sensible, no pueden existir por separado. Lo que existe primariamente es el compuesto hilemórfico (synolon) de materia y forma.

El Cambio: Acto y Potencia

Una característica esencial de las sustancias naturales es que cambian y se mueven. Este cambio (metabolé) puede ser de dos tipos:

  • Cambio sustancial: Es la generación de una nueva sustancia o la corrupción (destrucción) de una sustancia existente. Implica un cambio en la forma sustancial (ej. el nacimiento y la muerte).
  • Cambio accidental: Las sustancias sufren alguna modificación en sus accidentes, pero continúan siendo la misma sustancia. Este cambio accidental puede ser de varios tipos:
    • Cuantitativo: Aumento o disminución (ej. crecer).
    • Cualitativo: Alteración de una cualidad (ej. cambiar de color).
    • Local: Cambio de lugar o movimiento (ej. trasladarse).

Para explicar la posibilidad del cambio, Aristóteles introduce los conceptos de acto (enérgeia o entelécheia) y potencia (dýnamis). El acto es aquello que una sustancia es actualmente, su realidad presente. La potencia es aquello que una sustancia puede llegar a ser, su capacidad de cambiar o desarrollarse. El movimiento y el cambio se entienden, entonces, como el paso de la potencia al acto.

Las Cuatro Causas

Para explicar completamente cualquier ser o cambio en el mundo natural, Aristóteles recurre a su teoría de las cuatro causas (o cuatro tipos de explicación):

  • Causa material: La materia de la que algo está hecho (ej. el bronce de una estatua).
  • Causa formal: La forma o esencia que define a la cosa, aquello que llega a ser (ej. la idea de estatua en la mente del escultor, que se plasma en el bronce).
  • Causa eficiente o motriz: El agente que produce el cambio o movimiento (ej. el escultor).
  • Causa final (telos): El propósito o fin para el cual algo existe o se hace (ej. adornar un templo, en el caso de la estatua, o la plena realización de la naturaleza de un ser).

Teología: El Primer Motor Inmóvil (Dios)

La explicación del movimiento en el universo lleva a Aristóteles a postular la existencia de un Primer Motor Inmóvil. Argumenta que todo lo que se mueve es movido por otro, y para evitar una regresión infinita en la cadena de motores y móviles, debe existir un primer motor que mueva sin ser movido por nada anterior. Este ser es el que mueve a todos los demás.

Este Primer Motor Inmóvil es descrito como Acto Puro (actus purus), sin mezcla de potencia, ya que si tuviera potencia podría cambiar y, por tanto, moverse. Es también Forma Pura, inmaterial, eterno, perfecto e indivisible.

Naturaleza del Dios aristotélico:

  • A esta Causa Primera o Primer Motor Inmóvil podemos llamarlo Dios, pero es importante destacar que no posee las características del Dios personal de las religiones judeocristianas.
  • El Dios aristotélico, al ser perfecto, se ocupa de la actividad más perfecta: el pensamiento. Y el objeto de su pensamiento solo puede ser lo más perfecto: él mismo. Por tanto, es noesis noeseos (pensamiento que se piensa a sí mismo).
  • No conoce ni se ocupa de las realidades imperfectas del mundo ni de los seres humanos individuales.
  • Este Dios no creó el mundo, ya que el mundo, para Aristóteles, es eterno. Dios es la causa del movimiento eterno del mundo, pero no de su existencia.
  • Mueve al mundo como causa final: es objeto de amor y deseo por parte del mundo, que tiende hacia su perfección, de la misma manera que el amado mueve al amante sin moverse él mismo. Dios es amado, pero no ama (en el sentido de un amor personal o providente), pues ello implicaría una cierta imperfección o necesidad.

Antropología: El Ser Humano como Compuesto Hilemórfico

Aristóteles concibe al ser humano como una sustancia natural, un ser vivo compuesto de materia y forma (hilemorfismo) y, por tanto, de potencia y acto.

Unión Sustancial de Cuerpo y Alma

En el ser humano, la materia se identifica con el cuerpo y la forma sustancial con el alma (psyché). El alma es, pues, el principio vital y la esencia del ser vivo; es el acto primero de un cuerpo físico orgánico que tiene la vida en potencia. Para Aristóteles, a diferencia de Platón, la unión entre alma y cuerpo es sustancial e inseparable, no accidental. El alma es la forma del cuerpo, lo que le da vida y unidad.

En consecuencia, dado que el alma es la forma del cuerpo, Aristóteles sostiene que el alma individual (en sus funciones vegetativa y sensitiva) es mortal y perece con el cuerpo. Sin embargo, existe un debate considerable sobre si consideraba inmortal una parte del alma racional, el entendimiento agente (nous poietikós).

Tipos de Alma (o Funciones del Alma)

Aristóteles distingue tres tipos o funciones jerárquicas del alma, que se encuentran en distintos tipos de seres vivos:

  • Alma vegetativa: Permite las funciones básicas de nutrición, crecimiento y reproducción. Es propia de las plantas, pero también está presente en los animales y los seres humanos.
  • Alma sensitiva: Permite las sensaciones, los apetitos (deseos) y el movimiento local. Es propia de los animales y también está presente en los seres humanos.
  • Alma racional o intelectiva: Permite el pensamiento abstracto, el conocimiento intelectual y la voluntad libre. Es exclusiva de los seres humanos.

Teoría del Conocimiento (Gnoseología)

El Proceso de Abstracción

El conocimiento humano, para Aristóteles, comienza necesariamente por los sentidos (empirismo). De este modo, se opone al innatismo platónico y a su desprecio por el conocimiento sensible. El proceso mediante el cual se pasa del conocimiento sensible (particular y contingente) al conocimiento intelectual (universal y necesario) se denomina abstracción. Este proceso implica varios pasos:

  1. Sensación (aísthesis): A través de los sentidos captamos los objetos particulares (sustancias primeras) con sus cualidades sensibles (colores, sonidos, etc.).
  2. Imaginación (phantasía): La imaginación (memoria sensitiva) produce una imagen (phantasma) del objeto percibido, que es una representación mental particular y sensible del objeto, conservada en ausencia de este.
  3. Entendimiento Agente (nous poietikós): El entendimiento agente, que Aristóteles describe como activo, separado, inmortal y eterno (cuya naturaleza exacta es objeto de debate), actúa sobre esta imagen (phantasma), iluminándola y despojándola de sus características materiales y particulares, para extraer la forma o esencia universal (el concepto).
  4. Entendimiento Paciente (nous pathetikós): El entendimiento paciente (o pasivo), que es individual y mortal, recibe esta forma universal o concepto abstraído por el entendimiento agente y la conoce. Así se forman los conceptos universales (ej. el concepto de «ser humano» a partir de la observación de individuos humanos concretos), que son la base de la ciencia.

Ética: La Búsqueda de la Felicidad (Eudaimonia)

La Felicidad como Fin Último

La ética aristotélica es eudemonista, es decir, sostiene que el fin último (telos) de todas las acciones humanas es alcanzar la felicidad (eudaimonia). Cualquier otro fin que persigamos (placer, honor, riqueza) no es más que un medio para lograr este Bien Supremo y Fin Último. La felicidad es aquello que se busca por sí mismo y no en orden a otra cosa.

Aristóteles argumenta que la felicidad para el ser humano consiste en realizar la actividad que le es más propia y perfecta, de acuerdo con su naturaleza racional. Por lo tanto, la felicidad más elevada se encuentra en la vida contemplativa o teorética, dedicada al ejercicio de la razón y al conocimiento de la verdad, que es la actividad más autosuficiente y divina.

Las Virtudes: El Camino hacia la Felicidad

Para alcanzar la felicidad, es necesario desarrollar las virtudes (areté), que son hábitos selectivos adquiridos mediante la práctica. La virtud consiste en un término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello que decidiría el hombre prudente (phrónimos). Se dividen en dos clases principales:

  • Virtudes éticas o morales (areté ethiké): Perfeccionan la parte irracional del alma que puede obedecer a la razón (los deseos y apetitos), es decir, el carácter. Consisten en establecer un término medio entre dos extremos viciosos (uno por exceso y otro por defecto) en relación con nuestras pasiones y acciones. Este término medio es determinado por la razón del hombre prudente. Ejemplos: la valentía (término medio entre la cobardía y la temeridad), la generosidad (entre la avaricia y la prodigalidad), la templanza (entre la intemperancia y la insensibilidad).
  • Virtudes dianoéticas o intelectuales (areté dianoetiké): Perfeccionan la parte racional del alma. Las principales son:
    • Prudencia (phrónesis): Es la sabiduría práctica, la capacidad de deliberar correctamente sobre lo que es bueno y conveniente para el ser humano en la acción y en la vida en general. Nos ayuda a determinar el término medio en las virtudes éticas.
    • Sabiduría (sophía): Es la virtud intelectual más elevada. Consiste en el conocimiento de los primeros principios y las causas, la comprensión de las verdades necesarias y eternas. Es la virtud propia de la vida contemplativa.

Política: El Hombre como Animal Político

Aristóteles define al ser humano como un «animal político» (zoon politikón) por naturaleza. Esto significa que los seres humanos están naturalmente inclinados a vivir en sociedad, específicamente en la polis (ciudad-estado), y solo en ella pueden alcanzar su pleno desarrollo, la vida buena y la felicidad.

La Polis como Espacio de Realización Humana

El ser humano que vive fuera de la polis, o bien es un ser degradado (una bestia, incapaz de vida social) o un ser superior (un dios, autosuficiente). Las bestias pueden dedicar todo su tiempo a sobrevivir cumpliendo así con su naturaleza básica, y los dioses no necesitan la convivencia para satisfacer sus necesidades. La plenitud del ser humano, que incluye el desarrollo de sus virtudes y su racionalidad, solo se da en el ámbito de la polis, que provee las condiciones para la justicia y la vida buena.

Clasificación de las Formas de Gobierno

Aristóteles clasifica las formas de gobierno o constituciones (politeia) según dos criterios: el número de gobernantes y si gobiernan en vistas al bien común (formas justas o rectas) o en vistas a su propio interés (formas desviadas o corruptas):

Formas Justas o Rectas (buscan el bien común):
  • Monarquía: Gobierno de uno solo.
  • Aristocracia: Gobierno de los mejores (unos pocos, seleccionados por su virtud).
  • Politeia o República: Gobierno de la mayoría (el conjunto de los ciudadanos) en beneficio de toda la comunidad.
Formas Desviadas o Corruptas (buscan el interés particular de los gobernantes):
  • Tiranía: Desviación de la monarquía; gobierno de uno solo en beneficio propio.
  • Oligarquía: Desviación de la aristocracia; gobierno de los ricos (unos pocos) en beneficio propio.
  • Democracia (en el sentido peyorativo que a veces usa Aristóteles): Desviación de la politeia; gobierno de la mayoría (los pobres) en beneficio propio, sin atender al bien común.

Para Aristóteles, las formas justas son la monarquía, la aristocracia y la politeia. Aunque teóricamente la monarquía y la aristocracia (si los gobernantes son verdaderamente virtuosos) podrían ser las mejores, en la práctica, Aristóteles considera que la politeia (a menudo traducida como república o democracia moderada) es la forma de gobierno más estable y deseable para la mayoría de las ciudades. Esta se caracteriza por ser un término medio entre la oligarquía (gobierno de los ricos) y la democracia radical (gobierno de los pobres), donde la clase media tiene un papel preponderante, asegurando la estabilidad y evitando los extremos de la lucha de clases.

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