Introducción
Descartes parte de la razón para explicar el conocimiento humano, mientras que los empiristas como Locke y Hume se basan en la experiencia. Descartes pertenece al racionalismo, un gran movimiento que se origina en el siglo XVII y que fundamenta que se puede construir deductivamente el conocimiento a partir de unos principios primeros evidentes, unos principios innatos que posee la conciencia en sí, sin mediar la experiencia sensible. Los empiristas, al contrario, apoyan la idea de que las ideas y el conocimiento se adquieren a través de la experiencia.
Origen del Conocimiento
Para los empiristas, el origen del conocimiento reside en una conciencia vacía que se irá llenando con los datos de la experiencia. Los racionalistas piensan que las ideas nacen con el sujeto y se encuentran en la conciencia.
Métodos de Conocimiento
Otra diferencia a destacar es que los racionalistas utilizan el método de las matemáticas, un método deductivo por el cual, a partir de unos principios evidentes, se llega a un pleno conocimiento. Los empiristas, en cambio, utilizan un método de las ciencias experimentales, un método inductivo por el cual, a través de la observación de un caso en concreto, podemos llegar a una demostración universal. Estas demostraciones nunca pueden ser completas.
Naturaleza de la Conciencia
Para los empiristas, la conciencia es funcional y está desustancializada, vacía de contenido, y cuando nacemos recibimos los contenidos que proceden de la experiencia. Los racionalistas apoyan que la conciencia es sustancial y está cargada de contenidos innatos.
Función del Pensamiento
En cuanto a la función del pensamiento en el conocimiento, los empiristas dicen que el pensamiento depende de los datos que le proporciona la sensibilidad, y los racionalistas apoyan que el pensamiento es autónomo frente a la experiencia sensitiva y puede juzgar sobre la validez de los datos que proporciona la experiencia.
Críticas a Descartes
Una crítica que se le hace a Descartes es la realizada por Locke a su innatismo. Para Descartes, las ideas innatas son las más importantes, y Locke trata de demostrar que no existen esas ideas.
Otra crítica que se le hace a Descartes es a su principio de causalidad, por el cual demuestra la existencia de Dios. Para Hume, lo único que existe son las impresiones, y para saber si una idea es verdadera debemos comprobar si procede de una impresión; si no es así, estaremos ante una ficción.
Locke y Berkeley habían utilizado el principio de causalidad para fundamentar la afirmación de que Dios existe, que, a juicio de Hume, esta influencia es también injustificada por la misma razón, porque no va de una impresión a otra, sino de nuestras impresiones a Dios, que no es objeto de impresión alguna.
También Hume critica que no tiene que existir una conexión necesaria entre causa y efecto. Nuestro conocimiento está limitado a las impresiones, y como no existe impresión de dicha conexión, no tiene por qué existir. Además, la certeza de que dada una causa se produce un efecto proviene de la costumbre de haber observado que siempre que se da la causa se da el efecto, pero eso no quiere decir que en el futuro se dé, solo lo suponemos.
En cuanto a la res cogitans, Hume dice que no existe una única impresión invariable del yo, sino una sucesión de impresiones de mis actos, y es gracias a la memoria que reconocemos o recordamos esa sucesión de impresiones. Con la filosofía de Hume se llega al fenomenismo, el cual lleva aparejado una actitud escéptica.
Actualización sobre Descartes
La revolución científica del siglo XVII y el agotamiento de las propuestas escolásticas llevó a la filosofía a situar en el centro de sus preocupaciones el problema del conocimiento: ¿Existe el conocimiento verdadero? Las dos grandes escuelas de este siglo se enfrentan a la misma problemática, pero se diferencian en la manera de afrontarla.
Por un lado, el Racionalismo, cuyo fundador fue Descartes, se caracteriza por conceder la primacía a la razón para alcanzar la verdad y sostiene como principio básico que nuestros conocimientos verdaderos de la realidad tienen su origen y fundamento en la razón. Identifican el conocimiento racional con el conocimiento científico y especialmente con las matemáticas, que toman como modelo deductivo del saber. El problema que se les planteará será cómo aplicar el método matemático a la filosofía.
En contraposición, los empiristas defienden que nuestro conocimiento procede en última instancia de los sentidos: el origen y el fundamento de nuestro conocimiento verdadero se encuentra en la experiencia sensible. Establece un límite en las posibilidades del conocimiento, que no puede ir más allá de la percepción sensible. Los empiristas toman el modelo experimental de la física y rechazan radicalmente la existencia de las ideas innatas de tipo platónico.
Por tanto, podemos decir que empiristas y racionalistas abordan con métodos opuestos el problema del conocimiento: los primeros fundamentándolo en la experiencia sensible y los segundos tomando la razón como principio básico y defendiendo el innatismo como punto de arranque del proceso deductivo para alcanzar el verdadero conocimiento.
Dios
Recordemos que para Descartes, Dios o res infinita es el garante del criterio de verdad y de la existencia del mundo, y demuestra su existencia mediante tres argumentos racionales. Actualmente no se puede defender la postura por la cual la existencia de Dios se demuestre racionalmente; en la actualidad se acude a Dios por un sistema de creencias, por fe. Quizás este abandono de Dios se debe a que el peso de la religión no es el mismo que ejercía antes al que ejerce ahora. Kant también criticará a Descartes diciendo que los argumentos que utiliza para la demostración de Dios no son válidos, pues la existencia es una categoría y este hecho solo se aplica a fenómenos, y Dios no lo es. Posteriormente a Kant, ya en el siglo XIX, Nietzsche y su frase «Dios ha muerto» hará derrumbarse toda la filosofía de Descartes, pues si Dios ha muerto, la garantía del conocimiento, entre otros, se rompe.
Método
Descartes apoya la idea de que, siguiendo un buen método, utilizando las reglas a la perfección, podemos llegar a cualquier tipo de conocimiento del que seamos capaces. Esa idea se conserva actualmente, pues es imprescindible en nuestro sistema educativo la existencia de un buen método de estudio para llegar a buenos resultados.
Matemáticas
La importancia que Descartes da a las matemáticas y al método de estas se observa hoy en día, pues todo está matematizado, ninguna teoría, ni científica ni filosófica, es aceptada sin una base que la apoye. Acudimos al ejemplo de la teoría de la relatividad de Einstein, la cual no fue aceptada hasta que no se presentó una teoría matemática conjunta.