Sociedad según Marx

Según Marx, el conjunto de creencias y doctrinas de una sociedad de una época determinada es denominada ideología. Para este autor, esta ideología es fundamentada en la materia, es decir, en este caso las ideas son fruto de la estructura económica en la que nos encontramos; y estas son un instrumento de opresión sobre la clase explotada de la clase explotadora, que también sirve para justificar y mantener el poder de la clase dominanteEste autor habla de cuatro bloques principales en los que la clase poderosa fundamenta una serie de ideas para cumplir sus objetivos de opresión y mantenimiento del poder.En primer lugar nos encontramos con la filosofía. Esta, según Marx, es un invento de los explotadores para mantener el sistema económico, ya que no proponen ideas revolucionarias produzcan cambios, si no que solo son teorías.

Por otra parte está la moral, que sirve para tranquilizar la conciencia del explotador ante sus actos

La teoría del estado es otro de los bloques. La función de esta es mantener la situación de la clase dominante y defender sus intereses y posiciones ante la clase explotada.Finalmente nos encontramos con la religión. Para Marx, esta es el “opio del pueblo”, puesto que es un invento que utiliza la clase explotadora para adormecer la conciencia del explotador y así evitar las sublevaciones. Esta idea puede que a simple vista resulte un tanto radical, porque resulta sorprendente que algo que haya estado desde hace siglos y esté tan extendido y aceptad0, solo sea un instrumento de opresión; pero si hacemos una análisis de los comienzos de una religión y las transformaciones sufridas a lo largo de las historia, hace darnos cuenta que esa idea ateísta de Marx va cogiendo peso.Para ello, aunque podamos elegir cualquier religión, basemos casi todas las comparaciones a la más cercana a nosotros, el catolicismo. En sus comienzos solo se promulgaba una forma de vivir basada en el amor y en el respeto al prójimo, y en pocos siglos pasó a ser uno de los sectores mas poderosos y ricos de la sociedad. Esta acumulación de poder no es debida a las enseñanzas en sus inicios, sino a los cambios en su desarrollo.El impedir el matrimonio a los sacerdotes es uno de ellos. En el comienzo del catolicismo no se ordenó a que los sacerdotes extendieran dicha religión no pudieran estar casados, ni si quiera se ordenó que hubieran sacerdotes. Esta instauración del celibato se produjo en el siglo IV porque se opinaba que si el clero tuviese relaciones sentimentales, estas los abstraería de su preocupación de agradar al señor.


Pero también encontramos otro argumento, en este caso económico, por el cual se cambio. También se instauró el celibato para que tras la muerte de los sacerdotes, todas sus pertenencias y riquezas pasasen a pertenecer de la Iglesia, puesto que si hubieran tenido familia, las riquezas pasarían a pertenecer estas.

Además, siempre está muy a la orden del día la tergiversación o invención de la “palabra de Dios”. Con ella se consigue un sometimiento, además de opresión, de la clase dominada. Idea como que todo lo malo que la persona soporte en este mundo le será recompensado en el otro, hace entrever que la religión no es más que un instrumento por parte de la clase dominante para que la clase dominada aguante la explotación que recibe y no se subleve.Otra idea impuesta por la Iglesia es la abstención del consumo de carnes rojas en semana santa. En primer lugar no se permite su consumo porque esta representa la carne de Cristo, idea que no aparece en ningún momento en las ideas del profeta; y también es utilizada como símbolo de abstinencia, o sea, otra forma de reprimir los deseos de la clase explotada y de esta forma evitar la ideas revolucionarias por parte de este sector. Lo más curioso de esta abstención es que se puede evitar si pagas la gula, un impuesto que pone la Iglesia para permitir comer en semana santa carne a quien la pague. Si se hace un análisis más riguroso comprenderemos que en épocas pasadas, cuando se instauró esta idea y la religión era muy poderosa, quien únicamente podía pagar la gula era la clase dominante, debido a su alto poder adquisitivo, mientras que la clase obrera se abstenía a pagarla porque no tenían suficiente poder adquisitivo. Con esto se observa la gran diferenciación de las clases y la forma de enriquecerse de la Iglesia a costa de la fe.Pero como se dijo anteriormente, también se puede hacer un análisis con otras religiones. El Islam, por ejemplo, jamás su profeta expuso la idea de prohibir la ingesta de carne de cerdo. Esta prohibición se instauró más adelante, para evitar el trato con esta carne fácil de corromper en las zonas donde se encontraba el Islam. La religión judía tienen esta misma prohibición con el marisco. Como hemos podido comprobar, este ateísmo que mantiene Marx, debido a la sospecha de este al mantener que la religión no es más que un instrumento de la clase dominante para controlar la sociedad, se ha podido comprobar con los anteriores argumentos que más que una hipótesis, es una realidad.



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