Monismo emergentista

1.1. ¿Qué es el hombre?


Se ha hablado del ser humano como de un ser natural (procede por evolución de otros primates con los que mantiene una serie de rasgos en común, aunque posee también rasgos que le diferencian de ellos), pero también se dice que es cultural, puesto que, por su constitución fisiológica, necesita aprender del medio social en el que vive.
Para enfrentarse a ella es necesario tener en cuenta lo que las diversas ciencias, pero sabiendo que ninguna ciencia agota su estudio y, por lo mismo, ninguno de ellas “imponer” su visión del mismo. De todas formas, al recurrir a la visión que del ser humano poseen algunos filósofos no se va a tratar de determinar esos factores de forma detallada. La posición de cada filósofo es válida sólo para él. Es su forma de pensar. El resto de las personas lo que podemos hacer es reflexionar sobre su pensamiento para intentar adquirir una posición personal fundamentada, razonada.
1.2. El problema “cuerpo
alma” o “mente-cerebro”
El problema hacer referencia a si existe o no en el hombre una realidad cualitativamente distinta del cuerpo, un “alma” y en caso de afirmar su existencia, el de cuál es su relación con el “cuerpo”.
El hombre se percibe a si mismo realizando acciones de muy diversos tipos. De estas acciones, algunas las tiene en común con otros seres vivos, pero otras, sobre todo el pensamiento y la autoconscienencia son suyas específicamente. Aunque también le ha preocupado saber que hay detrás de la muerte, es decir, cuando el cuerpo ha muerto. Por ello el ser humano intenta que su “alma” sea pura y se pueda reencarnar.

1.3. Dificultades del problema

La importancia del tema no ha servido para conseguir una solución únicamente. Las numerosas religiones o incluso la neurobiología, han intentado descifrar la complejidad del ser humano sin poder dar una solución definitiva y universal. Los motivos por los que este tema ha creado tanta controversia son:
*No solo está implicado el hecho de un problema científico conceptual o filosófico, sino que también están implicadas las distintas religiones.
*Las tradiciones religiosas o culturales de Occidente.
*Falta de posición compartida y el poco desarrollo de la biología y la neurobiología.
*Falta de unanimidad en determinados términos como “materia”, “espíritu”, etc. Y el hecho de pensar que es un problema filosófico “mente-cerebro”.

1.1. EL DUALISMO DE Platón

Platón piensa únicamente en una política basada en la verdad, al contrario que los sofistas de su época, que pensaban que la verdad no existe, que solo hay opiniones. A través de su filosofía Platón intenta justificar la existencia de la verdad, o los conocimientos científicos. Para Platón los conocimientos científicos son universales, necesarios e inmutables.
Como los objetos del mundo son particulares, contingentes y cambiantes, Platón admite que existe otro mundo donde las realidades son universales, necesarias e inmutables, el “mundo de las ideas”, mundo donde las almas han de vivir antes de llegar al mundo sensible. Para Platón el cuerpo, solo es una cárcel del alma, esta se libera de él cuando el cuerpo muere, pero el alma nunca muere.
Para demostrar este pensamiento Platón recurre a la simplicidad de ideas, Solo se pueden disolver las cosas complejas como el cuerpo, mientras que el alma que es simple vivirá eternamente.

1.2. EL DUALISMO DE Descartes

R. Descartes, padre de la filosofía moderna, intenta hacer una filosofía sin errores tomando como modelo las matemáticas. De esta manera forma sólo encuentra un enunciado del que esté seguro de que sea verdadero “pienso luego existo”. El “yo” del que parte Descartes es un “yo” de pensamiento, por eso necesita tener un “yo” que tenga cuerpo. Esta separación del cuerpo y el alma ha tenido malas consecuencias para las ciencias humanas.
El cerebro es la base donde se realizan las funciones vitales, pero la mente (el alma), controla el cerebro. La relación entre los estados mentales y los sucesos neuronales se transmite mediante la “glándula pirenal” (hipófisis), que es donde se une el cuerpo con el alma.

1.1. EL MONISMO MATERIALISTA

Por un lado Leucipo y Demócrito (siglo V a.C.) son los padres del atomismo. El atomismo creía que todas las realidades, así como el alma, estaban compuestas por átomos más sutiles y finos. El alma y el cuerpo mueren, es decir, no son inmortales.
Por otro lado, los distintos filósofos del Renacimiento y concretamente La Mattrie en la Edad Media retoman el materialismo, que se plantea para explicar los procesos materiales. Se diferenciaban del grupo de los atomistas porque no hablan de átomos, sino de neuronas. Tienen distinta naturaleza, propiedades y funcionamiento de la base material que produce el pensamiento.

1.2. EL MONISMO REDUCCIONISTA

Para el monismo reduccionista, el ser humano es un agrupamiento de células iguales a las de otros seres vivos. Sostiene que los procesos celulares se pueden explicar mediante la física y la química. A estos defensores se les denomina fisicistas.
El monismo reduccionista mantiene que el cerebro es como una máquina y que las funciones intelectuales son reacciones físico-químicas. También mantiene que la sinapsis neuronal es el contacto electroquímico entre neuronas y como cada neurona tiene miles de sinapsis, las posibilidades del cerebro humano son casi infinitas.
Los defensores más importantes de este monismo son: José Ferrater Mora, Paúl Feyereband, Paúl churchland y Alán Turing.

1.3. EL MONISMO EMERGENTISTA

El monismo emergentista mantiene que los procesos mentales son también procesos del sistema nervioso central y que el cerebro no es como una máquina, no se puede reducir las células que lo componen. Para los emergentistas sólo existe la materia, no existe el alma. La materia está dividida en tres niveles: el nivel físico-químico, el nivel biológico y el nivel psíquico.
Anteriormente, sólo existía una realidad inerte de carácter físico-químico, pero desde que aparecieron los seres vivos el nivel físico-químico se ha ido organizando en estructuras más complejas hasta alcanzar el sistema nervioso. Todos los procesos emergen del cerebro y de su actividad neuronal.
Uno de los principales representantes del monismo emergentista fue Mario Bunge.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *