Resumen conocimiento a priori y giro coprnicano

Kant nacíó en 1724, fué un filosofo incfluenciado por Hume y por el Racionalismo. Kant creó la corriente del criticismo, de esta nace de la oposición a las conclusiones de que el saber humano es dudoso, enunciadas por filósofos empiristas como Hume. Hay que destacar a Inmanuel Kant como el representante más conocido y prestigioso de la Ilustración alemana. Este movimiento ideológico tiene tres ideas básicas: en primer lugar, el progreso, basado en la racionalidad humana, y que permite a los hombres liberarse de las cadenas de la sociedad; la razón, es la que aporta la luz en la solución de problemas; la naturaleza, que se entiende como la igualdad entre los hombres y el modelo ideal del conocimiento para alcanzar la verdad. También critica la religión católica considerada como fomentadora de la incultura y del fanatismo. Este autor representa un intento original de superar, sintetizándolas, las dos corrientes filosóficas fundamentales de la modernidad: el Racionalismo y el Empirismo. Todo esto queda recogido en una de sus obras más representativas, critica de la razón pura. Kant propone un cambio en el planteamiento sobre la concepción del conocimiento que se tenía hasta entonces. Este cambio se denomina giro copernicano basado en una analogía de la revolución de Copérnico. Pero ¿de que se trata este giro copernicano de la filosofía kantiana? A continuación trataremos de dar respuesta a esta cuestión.



Como Kant reflejó en el prólogo de su Crítica a la razón pura, la Metafísica no podía justificar que existiera un conocimiento que fuera universal y necesario, que aumentara los conocimientos ya obtenidos, y que no fuera a posteriori, ya que solo contaba con la razón. Fue gracias a su método que percibíó unas categorías a priori en el objeto, de donde se derivaban los conceptos a priori. A partir de ahí llegó concluyó con la propuesta de los Juicios sintéticos a priori, mediante los que justificó un conocimiento que estuviera pensado por la razón y no dado en la experiencia. Un conocimiento formado, por lo que nosotros mismo ponemos en él.

En astronomía, Copérnico comprendíó que no se podía entender el movimiento de los objetos celestes con la tesis según la cual la Tierra está en el centro del Universo y el Sol y los demás objetos celestes giran a su alrededor, comprendíó que para entender el movimiento de los objetos celestes era necesario cambiar la relación poniendo al Sol en el centro y suponiendo que es la Tierra la que gira a su alrededor. Kant considerará que en filosofía es preciso una revolución semejante a la copernicana: en filosofía el problema consiste en explicar el conocimiento sintético a priori.

La filosofía anterior a Kant supónía que en la experiencia de conocimiento, el sujeto cognoscente es pasivo y es el objeto a conocer, el que determina las condiciones del conocimiento.


El inconveniente de este planteamiento es que no permite el conocimiento a priori, con el que podemos conocer las cosas antes de experimentarlas. Kant propone un giro, es decir, invertir la relación entre el sujeto cognoscente y el objeto a conocer, tomando al sujeto como activo, de manera que la realidad la configura el propio sujeto, el cual a partir de una serie de condiciones a priori determina las condiciones del objeto. Según Kant, podemos entender el conocimiento sintético a priori si negamos que nosotros nos sometemos a las cosas, si aceptamos que son más bien las cosas las que se deben someter a nosotros: dado que para conocer un objeto antes ha de someterse a las condiciones de posibilidad de toda experiencia posible, es decir a las condiciones formales –a priori– impuestas por la estructura de nuestras facultades cognoscitivas, es posible saber a priori alguno de los rasgos que ha de tener cuando esté presente ante nosotros, precisamente los rasgos que dependen de dichas condiciones.

Giro Copernicano, es una expresión metafórica empleada por Kant para dar cuenta del cambio metodológico que se requiere para entender cómo es posible el conocimiento científico (juicios sintéticos a priori). Kant explica la revolución que supone su filosofía en la concepción del conocimiento, proponiendo para ello una analogía con la revolución copernicana.


Copèrnico supuso que para entender el movimiento de los objetos celestes no valía la hipótesis geocéntrica, comprendíó que para entender ese movimiento era necesaria cambiar la relación situando el Sol en el centro y la Tierra girando a su alrededor (hipótesis heliocéntrica). De igual forma, Kant considera que la filosofía también precisa una transformación similar para poder explicar el conocimiento científico. La filosofía tradicional supónía que en el conocimiento el sujeto es pasivo, pues se limita a representar el objeto fielmente, a captar sus leyes.  La consecuencia es clara: esta explicación permite entender el conocimiento empírico, pero no el conocimiento a priori, que nos permite saber algo de las cosas antes de experimentarlas, de modo universal y necesario. Sin embargo, hay que invertir esa relación en nuestro modo de conocer: es el objeto el que debe someterse al sujeto, pues este, al conocer, es activo. El objeto es el que se adapta, cuando es conocido, a las leyes del sujeto. En conclusión, solo conocemos de las cosas aquello que nosotros mismos hemos colocado en ellas.

El conocimiento científico es fruto del orden que vamos introduciendo en el mundo, del que no podemos conocer más de lo que previamente hemos puesto.



El giro copernicano es la revolución que plantea Kant desde un punto de vista de la realidad. Este plantea que debemos de centrarnos en el ser humano y no en el ecterior, ya que el sujeto aporta el modo de ser al objeto. En resumen, este cambio de planteamiento de la Concepción del conocimiento hace mención al hecho de que solo podemos comprender el conocimiento a priori, si admitimos que solo conocemos los fenómenos y no las cosas en sí misma o noúmenos, y si admitimos el idelismo transcendental como la filosofía verdadera. Por lo tanto, el conocimiento es posible mediante este giro: que los objetos se sometan a las condiciones que el propio sujeto les impone. Por ello, la universalidad y la necesidad las impone el ser que conoce (naturaleza del sujeto). El giro copernicano concuerda con los conceptos de “filosofía critica” (juicios sintéticos a priori) y de “trascendental” (la parte del conocimiento que es independiente de la experiencia y es lo que el sujeto aporta en el conocimiento). En conclusión, Kant en su filosofía propone una síntesis entre el Empirismo y el Racionalismo. Cambia la visión que se tenía hasta el momento del conocimiento, invirtiendo los términos del sujeto y el objeto. De esta forma, el ser humano pasa a ser un agente activo en el conocimiento, donde somete a los objetos a las condiciones de percepción del ser humano. De esa manera se puede hablar de un conocimiento a priori que aporta el sujeto que conoce al objeto percibido.

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