Reflexión y acción moral

Seres humanos y animales en el medio físico:


los animales están dotados de una estructura biológica que les permite adaptarse perfectamente a su medio específico, su vida les viene dada. Sin embargo los seres humanos no nacemos adaptados a ningún medio físico. Podríamos decir que somos monos desnudos: no disponemos de una piel que nos abrigue, ni de garras para defendernos, ni de velocidad para poder huir. No tenemos más remedio que adaptarnos al medio y transformarlo en mundo, es decir, un hogar habitable para nosotros. Tenemos que decidir que hacer y elegir entre varias posibilidades. Esta capacidad y necesisad de elegir constituye uno de los sentidos que entendemos por libertad.

La responsabilidad de las acciones:


si los seres humanos al actuar elegimos entre varias posibilidades, entonces tenemos que ser capaces de responder de nuestra elección: a esto se le llama responsabilidad. Al elegir, uno a de ser capaz de justificar su acción ante sí mismo y ante los demás. El ser humano quiere sobrevivir y para esto tiene que crearse a si mismo. Las acciones pueden ser de distintos tipos y Aristóteles distingue entre producción y acción: la producción tiene como finalidad realizar un objeto exterior al agente mediante la inteligencia y la técnica y la acción no tiene otra finalidad que el obrar bien mediante la elección consciente.

La acción humana:


según la filósosfa Hannah Arendt, las actividades fundamentales son la labor, el trabajo y la acción. La labor consiste en los procesos biológicos del cuerpo humano, el trabajo es la actividad mediante la que se construye un mundo artificial y la acción corresponde a la condición humana de la pluralidad, la cual es específicamente la condición de la vida política. Para Habermas la acción humana es una acción social y distingue entre tres tipos: acción regulada por normas, acción dramatúrgica, acción racional instrumental y acción comunicativa.

Las normas:


 los seres humanos reconocemos y establecemos criterios o valores generales para justificar nuestras acciones, para aceptarlas como buenas. Estas normas pueden ser: higiénicas, legales, religiosas, morales y para ser aceptados en un grupo(constumbres).

La elección del bien:


el bien es como el imán de nuestras acciones, el ideal que queremos conseguir cuando obramos. Decimos que aquello que necesitamos o deseamos es un bien. Podríamos decir también que el bien es lo que es perfecto en su género. Así una casa es aquella que está bien hecha y cumple perfectamente sus funciones. Platón concibe el bien como la idea a la que corresponde la máxima realidad. Decimos también que una acción es buena cuando es conforme a un conjunto de normas reconocidas válidas.

Moral y ética:


 moral como contenido es un conjunto de normas que establecen un modelo ideal de buena conducta socialmente establecido y moral como estructura es la estructura moral del ser humano es la que obliga a tener que elegir continuamente el ajuste y la justificación de la conducta. La ética o filosofía moral es la reflexión filosófica sobre la dimensión moral del ser humano.

La moral hunde sus raíces en la naturaleza:


la conducta del ser humano surge de la interacción que se produce entre la constitución natural biológica, el medio natural y el medio social. Por lo tanto sus elecciones y decisiones se sitúan en el espacio comprendido entre la apertura de las posibilidades y también restricciones que el mundo natural y social le ofrece y los deseos o impulsos propios de su naturaleza, de los que no puede prescindir. Para Dewey la moral se ha de basar en el conocimiento que nos proporcionan las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales y del hombre. Para Kant hay una separación entre la razón teórica y la razón práctica. Hume separa el mundo de los hechos del de los valores.

¿Nacemos buenos o nos hacemos buenos?


Cada ser humano nace con una dispsición particular genéticamente heredada que resulta de su configuración biológica y recibe el nombre de temperamento. A lo largo de la vida se obtienen hábitos y el conjunto forma el carácter de una persona. Los hábitos configuran también nuestra personalidad. La voluntad consiste en la facultad que el individuo tiene para decidir una u otra orientación de su acción.

La fuerza de la virtud:


la virtud en el ser humano es aquello que le hace ser lo que es. Aristóteles había definido que las virtudes son hábitos por los que el hombre se hace bueno, es decir, realiza bien la función que es propia según su naturaleza. Las virtudes son los hábitos que nos llevan a actuar conforme a la ley moral. Virtudes dianoéticas son enseñadas y tienen que ver con el entendimiento y la búsqueda de la verdad y las virtudes éticas se originan por la repetición de acciones y se refieren a las constumbres.

Teorías deterministas:


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