Nieztsche

1.HISTORIA DE LA DECADENCIA

– Esplendor y decadencia del mundo griego
La época de esplendor del mundo griego era el tiempo anterior a la aparición de la filosofía,
el mundo del arte trágico y de la religión politeísta como expresión de la vida.
El inicio de la
decadencia está en Sócrates y Platón.
El mundo griego arcaico supo captar la contradicción de la realidad, sin ocultar ninguna de
sus dimensiones, bajo las figuras de Apolo, Dios de las artes plásticas, del orden y del
equilibrio es el representante del mundo racional y ordenado, y Dionisio, Dios de la
embriaguez, del exceso, de la pasión, de la música, etc.
No solo se trata de dimensiones estéticas sino que revelan las intuiciones profundas de la
realidad. En esta tragedia griega, ambos dioses se complementan representando al
completo la vida. (Apolo personaje individual y Dionisio en la música y el coro).

– Etapas de la historia de la decadencia

Nietzsche nos dice que la decadencia empieza con el poeta Eurípides que empezó a
quitarle relevancia al coro (que representa a Dionisio). Posteriormente, la aparición de la
filosofía, hizo que lo racional se impusiera a lo irracional (mito y logos). Parménides, marco,
rasgos fundamentales en la tradición racionalista, el dualismo. Con Sócrates y su discípulo
Platón, el platonismo queda configurado: la creencia de un mundo “verdadero, racional,
bueno”, y el desprecio del cuerpo, el cambio, la temporalidad, etc. Los valores
suprasensibles se apoderan de la cultura y se venera la lógica del conocimiento.
Nietzsche llamó platonismo a toda teoría dualista, que divide la realidad en dos mundos, el
verdadero y el aparente. El platonismo no se reduce solo a Platón, pero este es el máximo
exponente. Este deriva de una actitud interesada (ocultar el devenir, el cambio,etc) y
cobarde (el miedo a la vida lleva a inventar una realidad suprasensible donde no se sufre).


La cultura occidental se inventa un mundo donde encontrar consuelo.
El cristianismo (platonismo para el pueblo), hace que estas ideas se expandan a grandes
masas. El mundo inteligible de Platón pasa a ser el mundo divino y el mundo sensible, el
terrenal. En el fondo todos los filósofos son en el fondo teólogos.
Durante la Edad Moderna, se llevaba a cabo un proceso de secularización. La propia
filosofía quita a Dios de este mundo, pero no prescinden de valores asociados a él como lo
Absoluto: la verdad, el orden racional, etc. Ahora el dualismo se traduce en lo evidente
racionalmente y lo falso, la Ciencia y la opinión.
En el Siglo XX, el materialismo es cada vez más pujante.Es una época de crisis de valores,
pero todavía no ha generado los propios. Creen que si Dios no existe todo está permitido
(Dostoievski). Se buscan nuevos absolutos: la justicia, la igualdad, el progreso, la nacíón, la
raza… Todavía no se ha desligado del pasado y por eso no puede avanzar.

2. CRÍTICA A LA MORAL


– Crítica a la moral antivital y dogmática

La moral tradicional es antivital (antinatural) pues presenta leyes que van en contra de las
tendencias de la vida. Es una moral de resentimiento contra los instintos y el mundo
biológico, esto se ve en la limitación del papel del cuerpo y de la sexualidad.
Es dogmática porque considera los valores morales como objetivos y universales. Pero los
valores no tienen una realidad objetiva, son creados por las personas a través de nuestra
subjetividad, pasiones, sentimientos e intereses. El valor es siempre un punto de vista
escogido por su utilidad.

– Método genealógico

Este método es utilizado para investigar cómo han evolucionado los conceptos morales. En
el origen de la moral judeo-cristiana se han transvalorado los valores de la vida, donde lo
bueno-malo corresponde a lo fuerte-débil o noble-vulgar.


Con la moral judeo-cristiana, lo
débil es lo bueno y lo bueno en malvado. Esto tiene su origen en el resentimiento.

– Idea de resentimiento, mala conciencia y pecado

Según Nietzsche, a los esclavos, ante la imposibilidad de alcanzar la plenitud vital, les
queda el resentimiento y el odio hacia aquello que los ha esclavizado. No luchan contra lo
odiado sino que se lo quedan en el interior. El hombre del resentimiento, a su venganza la
llamada justicia y responsabiliza de ella al Dios justiciero.
La mala conciencia nace del hombre que no puede desahogar sus instintos hacia fuera y
genera el valor del altruismo, el sacrificio y la idea de pecado.
La idea de pecado es una de las más dañinas inventadas por la sociedad occidental. El
cristianismo tiene necesidad de la idea de pecado y de la noción de la libertad: ya que para
poder hacer culpables a las personas antes hay que hacerlas responsables de sus acciones
ante el deber universal de todos.

– Ideal ascético

Nace del resentimiento y la culpa, es la lucha interna para alcanzar la justicia divina, la
expiación del pecado. Las virtudes de la moral decadente se consideran el camino para
alcanzar la felicidad: la mansedumbre, la obediencia, la prudencia (disfraz de la cobardía).
Los valores tradicionales son los de la moral de esclavo, aquellos que no aguantan el dolor
de la vida.

– Moral señores y esclavos

Los señores son fuertes, noble, con
sentido de la plenitud
Su moral es arrogancia por su fuerza, fe en
sí mismos, falta de compasión y simpatía,
la grandeza por su abundancia de poder.
Su origen es de los “estados de alma
elevados”, es una moral caballeresca,
creadora y activa, propia del superhombre.


Los esclavos son débiles, pobres,
enfermos.
Su moral está basada en la compasión, humildad, resignación, obediencia, renuncia.
Su origen es el instinto de venganza contra
toda forma de vida superior y pretende la
igualdad para todos. No crea valores, por lo
que es pasiva.

3. EL Nihilismo EN Occidente

– Significados del Nihilismo
Se refiere a la historia de Occidente como la decadencia de los valores vitales, la confianza
depositada durante siglos en valores inexistentes, la nada.
También se refiere a la situación del XIX (pérdida de valores en los que creer) y las
actitudes que se manifiestan ante la pérdida de valores.

– Evolución del Nihilismo

El Nihilismo como decadencia de Occidente es la creencia en un mundo objetivo y
verdadero como fundamento de los valores. Empieza en el mundo griego y está llena de
valores suprasensibles (la vida. Belleza, bien y los principios de la lógica). La decadencia
nace con el platonismo.
A partir del Renacimiento, ha habido un Nihilismo parcial con valores que sustituyen a los
platónicos y cristianos: la moral kantiana con sus valores “laicos”, el socialismo con la
promesa de felicidad en este mundo, el positivismo con sus valores científicos. También son
valores decadentes el progreso, la nacíón, el estado, la raza. Se produce una pérdida de fe
en los valores tradicionales y la ausencia de valores alternativos, producen el grito ¡Dios ha
muerto!
– Actitudes ante el Nihilismo
El Nihilismo pasivo no cree en ningún valor, pues considera que estos son posibles con la
existencia de Dios. Termina en la desesperación, la renuncia al deseo y el suicidio. Pesimismo de Schopenhauer y Dostoievski.
El Nihilismo activo pretende adelantarse a la instauración del vacío, creando valores propios,
apareciendo como una exaltación de la vida.


4. LA VIDA COMO REALIDAD FUNDAMENTAL: VOLUNTAD DE PODER Y ETERNO

RETORNO


– Conceptos de realidad y vida

La realidad es devenir, una multiplicidad de fenómenos en lucha constante. La vida, como
multiplicidad de fenómenos, se opone a una visión única y estática de la realidad.
La vida humana es interpretación, selección del aspecto bajo el que se enfrenta y relaciona
con la realidad, una estimación bajo una perspectiva. No existe un sentido de la realidad.

– La voluntad de poder

Es el concepto ontológico de Nietsche, la fuerza creadora que busca mantenerse del ser y
ser aún más. En el mundo inorgánico es la fuerza que anima todo lo existente. En el mundo
orgánico se manifiesta en las pulsiones, instintos y necesidades. En el hombre es la
multiplicidad de deseos, motivaciones e ideales.
La voluntad de poder no es una facultad del alma ni de la psicología del momento. No es un
simple deseo de poder como búsqueda de un fin concreto. Es impulso de creación, de ser
más, la aceptación del flujo continuo de las cosas. La metáfora de la voluntad de poder se
completa con la del eterno retorno.

– El eterno retorno

Ante la realidad de continua cambio, de interpretación, seleccionamos un punto de vista:
– Si en esta elección tomamos como falsas el resto de perspectivas, dará lugar a una vida
decadente. Rechaza la multiplicidad y crea el platonismo.
– Si en la elección se asume todo el flujo de la vida, cíclico, dará una vida ascendente. Aquí
se introduce la metáfora del eterno retorno, la doctrina más profunda de Nietzsche respecto
al significado de la vida relacionado con el tiempo y la actitud del ser humano.


Identificar el eterno retorno nos lleva a dos explicaciones:
– Frente a la concepción lineal del tiempo y la realidad, propone la repetición cíclica de todo
lo existente: nacimiento, vejez, muerte, dolor…
– El eterno retorno como doctrina moral supone la máxima aceptación de la vida, de su
sentido no trascendente. Es la aceptación de que el mundo sea una y otra vez como ha
sido. Pero no es solo aceptar, es querer que se vuelvan a producir los mismos sucesos
(Amor fati). El resentimiento de la vida nace de no poder asumirla plenamente, si aceptamos
la vida cada instante es único y eterno a la vez, ya que en él se encuentra el sentido de la
existencia. El eterno retorno es necesario para acabar con el platonismo e identificar al
superhombre.

– El superhombre

El nuevo hombre afirma que Dios, como concepto máximo, ha muerto y que el Nihilismo
pasivo es superado porque hay nuevos valores por el descubrimiento de la pluralidad de la
realidad. Se afirma la vida terrenal y múltiple. El amor eterno a la vida hace que el hombre
se supere continuamente, este es el sentido de “Superhombre” en Nietzsche.
El hombre es solo un puente hacia el superhombre, lo que todavía es (antes del
superhombre) y lo que puede ser (el superhombre).
Esta transformación tiene tres cambios:
– Camello. Es el Nihilismo pasivo, el animal obedece sin quejarse y vive afectado por la
pérdida de valores.
– León. El hombre-camello se revela de su amo y se vuelve crítico de sí mismo, “yo quiero”.
Nihilismo activo.
– Niño. El hombre creado de sus propios valores, busca la afirmación de sí mismo, el
superhombre. Se utiliza la metáfora del niño porque es un ser inocente que no conoce lo
bueno y lo malo.


El modo de vida del superhombre se caracteriza por:
– Su ansia de vivir, manifestada en su esteticismo (vida como obra de arte) y la aceptación
del eterno retorno.
– Situarse por encima del bien y del mal de la moral del rebaño. Es creador de valores. Lo
que favorece a la naturaleza es bueno y lo que no malo.
– Practicar la moral de los señores, huye de la igualación de los individuos, la resignación…
Quiere la lucha, es un espíritu libre.
– Vivir la fidelidad a la tierra, lejos de la trascendencia metafísica de los filósofos. Vive en la
plenitud, no tiene ideales absolutos.

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