Maquiavelo y Galileo

La teoría política
ESPINOZA.

Según Spinoza, el ser humano es egoísta por naturaleza, puesto que cada individuo tiene como prioridad la conservación del propio ser. Así, los humanos son enemigos entre sí, y el estado de naturaleza previo al surgimiento de la sociedad es un estado de peligro permanente para todos. La sociedad nace del interés racional por evitar ese peligro acechante. Es decir, quien usa la razón comprende que la sociedad es el mejor modo de conseguir el objetivo último, que es la conservación de uno mismo.

Una vez creada la sociedad, debe existir una fuerza que mantenga el vínculo que se genera en el convenio fundacional. Esa fuerza depende del poder que tenga la sociedad para imponer el cumplimiento de los acuerdos a todos sus miembros. La sociedad genera entonces la necesidad de un poder soberano, al que los individuos ceden algunos derechos naturales con el fin de que garantice el cumplimiento de los acuerdos. Por tanto, la sociedad impone restricciones al individuo, pero son un mal menor comparado con los peligros que entraña el estado de naturaleza.

El poder soberano puede ser ostentado por un individuo, por un grupo o por toda la sociedad. Spinoza distingue tres formas de gobierno:
La monarquía, la aristocracia y la democracia, y expresa que la forma de gobierno más racional es la más libre, puesto que la libertad consiste en vivir conforme a la guía de la razón, y que eso se consigue mejor en una democracia. A juicio de Spinoza, la libertad de pensamiento, la de palabra o expresión y la de creencia religiosa deben ser protegidas. Ningún pacto social puede enajenar los sentimientos o creencias religiosas de la persona, y la libertad de pensamiento y de palabra son imprescindibles para el progreso de la ciencia. Una democracia garantiza mejor el respeto de las libertades individuales ya que en ella, por definición, los individuos someten sus acciones al control de la autoridad, pero no su juicio o su razón.






El Realismo político

Maquiavelo señaló que a lo largo del tiempo todos los sistemas de gobierno se suceden unos a otros de modo necesario, y quiso establecer una regularidad en esa sucesión. Asimismo, ideó un modelo acerca de los hechos sociales que no se limita a describirlos, sino que pretende explicarlos por medio de la formulación de teorías. Todo ello hizo de Maquiavelo el padre de la ciencia política, pues por primera vez se pretendía encontrar una explicación a través de las teorías adecuadas.

Según Maquiavelo, la nueva ciencia política debía operar como lo hacen las otras ciencias, es decir, recopilando datos y tratando de explicarlos por medio de principios hipotéticos. Después, los hechos confirmarían o refutarían la teoría. Pero este proceso de construcción científica debe prescindir de valoraciones morales. A él le interesaba exponer cómo se gobierna efectivamente un Estado y de qué modo se comportan de hecho los príncipes que cumplen bien su cometido. Le interésó cómo son las cosas en la política, no cómo deberían ser.

La ciencia política, sin embargo, no debe quedarse solo con los hechos, sino que debe buscar los principios que expliquen la realidad. Según Maquiavelo estos principios son:

• La naturaleza humana es siempre la misma en todo tiempo y lugar. De aquí se sigue que, a la hora de decidir en una acción de gobierno, siempre es posible aprender del pasado

• Los seres humanos no están inclinados por naturaleza ni a la bondad ni a la maldad, pero si no se les ponen trabas, acaban inclínándose hacia la maldad. La consecuencia es que el gobernante debe partir del presupuesto de la maldad humana para combatirla o para evitar que se produzca.



Nícolás Maquiavelo

Según Maquiavelo, la mejor forma de gobierno es una república similar a la de Roma antes de la instauración del Imperio. Esta república era un sistema mixto entre democracia y aristocracia, puesto que el poder se distribuía entre el pueblo y los cónsules1, pretores2 y censores3, que eran elegidos periódicamente de entre la aristocracia romana.

Frente a otras formas de gobierno, la república tiene las siguientes ventajas:

• Consigue salvaguardar la libertad mejor que otros sistemas. El mayor peligro para la libertad son los excesos de quien gobierna; dado que en la república se da un equilibrio entre diversos poderes, existe menos riesgo de abusos.

• Hay más garantía de progreso. La mayor libertad e implicación del pueblo en la política favorecen la participación del gobierno en la consecución del bien común.

• Es el régimen más estable, porque está menos expuesta que las otras formas de gobierno a las imprudencias de los gobernantes. Es más probable la imprudencia de uno solo o de unos pocos que la de todos. Además, la república no sufre el problema sucesorio que desestabiliza a los estados monárquicos.

Maquiavelo resume su teoría del gobernante ideal en su obra El príncipe. Aquí nos dice que el gobernante ideal debe tener dos carácterísticas: virtud y prudencia.

• La virtud significa vitalidad, determinación para tomar las decisiones apropiadas y vigor para aplicarlas sin desfallecer.

• La prudencia debe ser entendida como sagacidad, es decir, la capacidad para valorar correctamente las situaciones y tomar las decisiones acertadas.

De nada vale, dice, tener una cualidad sin la otra. Como no todos los hombres disponen de ambas cualidades, no todos los hombres están capacitados para gobernar.

Además de estas dos virtudes, el gobernante ideal debe hacer que su interés personal coincida con el interés del Estado. Con tal de preservar el Estado, el príncipe debe estar dispuesto a todo, incluso a actuar con maldad si las circunstancias lo requieren. El príncipe cumple con su obligación incluso cuando hace daño a algunos, porque proporciona seguridad a la mayoría. Así obtendrá la gloria tras la muerte. Si, por el contrario, se arredra y flaquea en el cumplimiento de su deber, acarreará inseguridad para todos y la infamia para sí.

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