Aristóteles: El Primer Enciclopedista y la Ciencia Política
Aristóteles es considerado el primer enciclopedista. Es el primero que clasifica la política y la ciencia política, inscribiéndolas en el marco de las ciencias.
Clasificación de las Ciencias
Distingue tres operaciones del espíritu: el saber, el hacer y el crear. Así, existirían tres categorías de ciencias:
- Las teóricas
- Las prácticas
- Las poéticas
A su vez, las teóricas comprenden las matemáticas, la física y la metafísica. Las prácticas comprenden la ética, la economía y la política. Por último, la poética comprende la lógica, la retórica y la poética propiamente dicha.
Método y el Estado Ideal
Aristóteles recibe gran influencia de Platón y, siguiéndole, emprende la búsqueda de la mejor forma de gobierno, describiendo un Estado ideal. Sin embargo, a diferencia de Platón, que parte de principios a priori, Aristóteles utiliza el método experimental.
El Estado ideal para él sería la unión de: familia, una tribu, una aldea y ciudad.
Estudio de los Estados Reales
Con el método de observación, observa ciudades existentes y, comparando sus constituciones, trata de determinar las leyes generales del mecanismo político.
El método de observación también fue utilizado para analizar 158 constituciones.
Clasificación de Gobiernos y Constituciones
Clasifica los gobiernos y las constituciones, dividiéndolos según los principios de calidad y cantidad.
La Constitución hace referencia a principios y leyes fundamentales; las leyes son un producto principal, respondiendo siempre a un fin: el bien común.
«Cualquier Estado, para ser perfecto, debe hacer posible a todos sus miembros el ejercicio de la virtud».
Su clasificación de los gobiernos es:
- Formas sanas: monarquía, aristocracia, politeia o república.
- Formas corruptas: tiranía, oligarquía y democracia.
Si es una monarquía, el poder está en manos de una sola persona. Si es una aristocracia, el poder está en manos de unas pocas personas, y si es una politeia, está en manos de muchas personas.
El criterio para distinguir entre ambas es el interés común y el interés individual. Las formas sanas son aquellas en las cuales los gobernantes ejercen el poder teniendo en cuenta el interés público; en las formas corruptas, los gobernantes ejercen el poder de acuerdo con el interés individual.
El Legislador Ideal
Para una mejor forma de gobierno, el legislador debe conocer:
- La mejor forma de gobierno
- Sus intenciones
- Gobierno practicable
- Formas de mejorar el gobierno ya constituido.
Thomas Hobbes: El Estado de Naturaleza y el Contrato Social
Hobbes escribió el **Leviatán**, que es una de sus obras más conocidas. En el comienzo de todo está el mecanismo. Del movimiento nace la sensación.
Apetito o deseo, aversión y odio. El objeto del apetito o del deseo es el bien; la aversión y el odio es lo malo. Lo que se llama felicidad existe cuando nuestros deseos se realizan con un éxito constante. El hombre se distingue de los demás animales por su razón.
El Estado de Naturaleza
Pero el hombre no vive solo, tiene semejantes; esta es su condición natural. Para todo hombre, otro hombre es su competidor.
Competencia, desconfianza, avidez de gloria o reputación tienen por resultado la guerra perpetua de todos contra todos. Tal guerra impide toda industria, agricultura, ciencia, literatura, navegación; y lo peor de todo es el temor continuo y el continuo peligro de muerte violenta. La fuerza y la astucia son las dos virtudes cardinales en la guerra.
El Contrato Social
El hombre no busca compañeros por interés, sino por necesidad. Un tercero, mediante un contrato concluido entre cada uno, va a sustituir la voluntad de todos y representarlos a todos. Este tercero, por su parte, es completamente extraño al contrato por el cual la multitud se ha comprometido mutuamente en su beneficio; ninguna obligación le liga.
Hobbes no ha inventado la teoría del contrato en materia política.
Los teólogos de la Edad Media habían distinguido en realidad dos contratos. Uno era llamado **pacto societatis** (los hombres aislados del estado de naturaleza que se constituyen en sociedad) y el segundo llamado **pactum subjectionis** (la sociedad así constituida, transfiriendo sus poderes mediante ciertas condiciones a un amo, un soberano).
Hobbes realiza la hazaña de fundar sobre el contrato una soberanía absoluta e indivisible; lo consigue rompiendo el dualismo anterior, haciendo de los dos contratos uno solo. Y enseña que, por un solo y mismo acto, los hombres naturales se constituyen en sociedad política y se someten a un amo, a un soberano. No contratan con este amo, sino entre ellos.
La Soberanía Absoluta
Este elige la monarquía, que tiene como ventaja que todo hombre, y por tanto todo gobernante, piensa en interés personal, en el de los suyos y en el de sus amigos. Las riquezas, el poder y el honor de un monarca no pueden venir más que de las riquezas, de la fuerza y de la reputación de sus súbditos. Ningún rey puede ser glorioso, rico ni gozar de seguridad si sus súbditos son pobres, despreciables y débiles.
Para que reine la paz, todos han de abandonar, en favor del soberano, su derecho natural absoluto sobre todas las cosas. La renuncia de un derecho absoluto tiene que ser absoluta; de lo contrario, el estado de guerra natural continuaría entre los hombres.
Los signos de esta soberanía absoluta e indivisible son el poder de dar y de quebrantar la ley. El soberano es el único poder legislativo.
El derecho para Hobbes no tiene ni puede tener más que una fuente: el Estado. Se hace una aplicación de todo esto al derecho de propiedad.
Deberes del Soberano
El soberano no puede estar atenido a las leyes que él ha hecho; nadie puede obligarse a sí mismo. También debe procurar a sus súbditos la seguridad.
Tiene el deber de asegurar a sus súbditos una inocente libertad, en cuanto no perjudique a la paz.
Las leyes no se han hecho para perturbar la existencia de los hombres, sino para dirigirlos, para preservarlos contra ellos mismos y contra los demás, a fin de que reine la paz.
El soberano tiene aún otro deber: ser constantemente afortunado. Si se debilita hasta el punto de no poder asegurar a los súbditos la protección, que es su único fin, los súbditos quedan desligados de toda obligación.
Cuando el Estado es débil. Nada puede hacer que los súbditos renuncien a su derecho natural absoluto de protegerse a sí mismos o de buscar otro protector para comprometerse con él.
Lo que debilita al Estado es la ausencia de autoridad absoluta e indivisible; el gobierno mixto somete al soberano a las leyes.