La Filosofía de Parménides y el Surgimiento de los Sofistas en Grecia

Introducción

Por ello, Parménides se pregunta qué significa ser, qué es la existencia. Sobre el ser, si quiero conocer qué es, no puedo hacerlo con los sentidos, ya que con estos solo vemos las apariencias y, por ello, solo vale la razón, la lógica, y debo hacerlo siguiendo el principio del pensamiento básico.

Principios del Pensamiento

  • Principio de identidad: Yo soy yo y no puedo ser otra persona.
  • Principio de no contradicción: Ser es y no puede no ser; ser o nada.

Por conclusión, el ser es y es imposible que no sea, o el ser no es y es imposible que sea. Las características del ser son que hay uno y, por tanto, no hay pluralidad; es ingénito, es decir, que el ser no nace; también es imperecedero, o sea, que no muere; y es eterno e inmóvil (no cambia).

Pluralistas

Los pluralistas son Anaxágoras, Empédocles y Abdera. Empieza a haber un ambiente escéptico por Heráclito y en contra, por lo que se creó esta corriente. Buscaban una intermedia aceptada con las características del ser de Parménides, excepto la movilidad y unidad, pero el resto sí. No hay un único arjé, dicen que hay más de uno, por lo que niegan la unidad del ser.

Empédocles

Empédocles tenía la teoría de los cuatro elementos. Esta decía que todo lo que existe lo hace compuesto por el fuego, aire, agua y tierra. La unión de estos hace que exista y su separación provoca la desaparición. Hay un continuo movimiento de separación y desaparición cíclico. Las fuerzas que hacen que se separen son el odio y que se junten, el amor. Esto da lugar a los cuatro elementos.

Anaxágoras

Existen infinitos arjés en la naturaleza, a los cuales llamó espermatan (semilla). Hay infinitos de estos y se diferencian entre sí cuantitativamente, pero también cualitativamente. El origen del universo, al principio, dichas semillas estaban mezcladas y no existía nada más, sino que lo hizo cuando las semillas empezaron a separarse, formándose el universo (teoría del Big Bang). El nous (inteligencia ordenada) fue lo que produjo la separación de las semillas; este dice que hay que ser para qué y no qué.

Abdera

Padre de la corriente del atonismo, los átomos. Todas las cosas reales están compuestas por átomos, que son partículas invisibles, aunque a día de hoy sabemos que pueden dividirse en partes. Estos átomos se diferencian cuantitativamente y están en movimiento; esto hace que choquen, uniéndose y formándose cosas. Para que exista este movimiento, tiene que haber clinamen.

Sócrates y los Sofistas

A mediados del siglo V a.C. en Grecia, hay dos corrientes muy potentes personificadas en Sócrates y los sofistas, que se enfrentan con tesis completamente opuestas. Surge un nuevo modelo de sabios; la filosofía deja de preocuparse por la naturaleza para hacerlo por el ser humano.

Los Sofistas

Los sofistas son nuevos sabios, los más sabios. Van dando clases y cobrando por ello. Una de las circunstancias políticas de la aparición de estos fue la aparición de la democracia, ya que cuando esta se inventó, necesitaron un nuevo modelo de educación que ya no fueran los mitos. Ya no se trataba de ser un buen guerrero, sino un buen ciudadano. Esto consistía en usar los argumentos bien, imponiéndose al resto de la gente. Ahora, el buen ciudadano es el que tiene dominio de la retórica, habla y convence, y los sofistas serán maestros de la virtud retórica; esto consistía en usar la palabra para persuadir. Otra razón de la aparición de los sofistas fue por las guerras médicas (griegos y persas); a los sofistas se les ve como relativistas, por lo que se les ve de mala manera.

Lo Natural (Pysis) y lo Convencional (Nomos)

Uno de los grandes temas de la filosofía es la distinción que hicieron los sofistas entre lo natural, es decir, aquello que exige la naturaleza humana y que, por tanto, el hombre no ha creado ni puede ni debería modificar, y lo convencional (nomos). A diferencia de lo natural, lo convencional es una invención o creación humana y, por tanto, sí puede modificarse. Para los sofistas, las costumbres y leyes limitan e incluso se oponen muchas veces a los deseos «naturales» del hombre. Para ellos, lo natural en el hombre es todo aquello que queda si eliminamos lo recibido por la sociedad, y por tanto se preguntan si es bueno que las leyes limiten esos deseos, habiendo una gran variedad de opiniones entre los sofistas.

Protágoras

Protágoras, que era uno de los más importantes junto con Góngora, dice que lo convencional limita a lo natural, es bueno y necesario, porque si no sucediese, para el hombre sería imposible la convivencia. De este modo, se evita el salvajismo, ya que en ninguna sociedad se ha vivido sin el sentido de la justicia y la moralidad. Pero aún así, considera que en cada cultura habrá un concepto de esto y que, por tanto, es relativo.

Hipias

Según él, las leyes convencionales se oponen a las leyes no escritas de la naturaleza; por eso, la ley convencional debe seguir de referencia y ser corregida por la ley natural, que sería la verdaderamente justa.

Trasímaco

Trasímaco, el cual no se sabe si existió o no, mantiene una tesis contraria a Protágoras, ya que dice que las leyes convencionales son creación de los hombres, pero no de todos los hombres, sino solo de los más fuertes, y que, por tanto, dichas leyes solo muestran el interés de estos.

Calicles

Por último, Calicles estaba en contra de Trasímaco, ya que decía que lo natural no es que el más fuerte limite al débil, sino que el más débil sea gobernado por el más fuerte. Por tanto, defiende que quienes imponen las leyes son los débiles para beneficio propio, ya que intentan convencer al fuerte de que no les impongan su fuerza.

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