La Evolución, la Filosofía y la Ciencia a lo largo de la Historia

La Evolución y la Filosofía

En el siglo XIX, Lamarck propuso el «transformismo», defendiendo la herencia de características adquiridas, pero fue descartado por falta de evidencia. Darwin y Wallace, más tarde, desarrollaron la teoría evolutiva, donde la selección natural favorece variaciones espontáneas transmitidas a la descendencia con el tiempo.

Las críticas a Darwin incluyeron su falta de conocimiento sobre las leyes de la herencia. En el siglo XX, surgieron teorías que enfatizaban las mutaciones genéticas para mejorar la explicación evolutiva. Actualmente, ninguna teoría explica completamente la evolución, y cada avance genera nuevas preguntas.

La evolución no contradice la idea de Dios o el alma, ya que la ciencia se ocupa de aspectos medibles, no de preguntas filosóficas o religiosas sobre el propósito de la vida.

La Filosofía y sus Áreas

La filosofía, con sus áreas teóricas y prácticas, se sumerge en la comprensión de la realidad y la orientación de nuestro actuar.

La Filosofía Práctica

En la filosofía práctica, la ética filosófica aborda problemas éticos y reflexiona sobre lo permitido, lo que debemos hacer y evitar, lo que está bien y mal, y cómo alcanzar la felicidad. La filosofía política examina cuestiones de poder, legitimidad y organización social. Por su parte, la filosofía del derecho estudia leyes, derechos y deberes ciudadanos, junto con los principios de justicia.

La Filosofía Teórica

En la filosofía teórica, la lógica desentraña las partes del pensamiento, dividiéndose en formal e informal, y se pregunta sobre las reglas para pensar correctamente. La metafísica se sumerge en la existencia y se descompone en ontología, gnoseología y teología natural. La antropología filosófica se centra en el ser humano, explorando su identidad, origen y libertad.

Otras disciplinas filosóficas, como la filosofía de la naturaleza, analizan aspectos fundamentales del mundo. A medida que diversas ramas se desprenden de la filosofía, emergen filosofías específicas, como la de la ciencia, el arte y la historia.

La historia de la filosofía, crucial en lo histórico y filosófico, examina respuestas a problemas filosóficos a lo largo del tiempo.

La Ciencia a lo largo de la Historia

-La Ciencia en la Edad Media: En la era medieval, el conocimiento integró aportes filosóficos y científicos de griegos, judíos y árabes desde una perspectiva cristiana. San Alberto Magno se destacó en esta fusión, y franciscanos como Roberto Grosseteste y Roger Bacon abogaron por el avance científico mediante la combinación de experimentación y matemáticas.

-La Ciencia Contemporánea: En el siglo XX, revoluciones científicas transformaron la percepción humana de la realidad. Max Planck introdujo la física cuántica en 1900, Albert Einstein propuso la teoría de la relatividad en 1905, y en 1953, Watson y Crick descubrieron la estructura del ADN, impulsando la biología molecular. La revolución informática, aunque tecnológica, se sustentó en los avances científicos del siglo XX.

-El Nacimiento de la Ciencia Experimental Moderna: Surgió durante la revolución científica de los siglos X y XV. Copérnico, Kepler y Galileo fusionaron las matemáticas con la observación rigurosa, desarrollando el método hipotético-deductivo. Posteriormente, Isaac Newton unificó la astronomía y la mecánica.

-La Ciencia en la Antigüedad: En épocas antiguas, los presocráticos fueron pioneros al tratar de comprender las relaciones entre los fenómenos naturales y hacer ciencia. Su búsqueda de un principio o fundamento último para explicar y unificar estos fenómenos no distinguía claramente entre filosofía y ciencia experimental. Avances notables se dieron en geometría, aritmética, astronomía (destacando los pitagóricos), zoología, geología y botánica, siendo Aristóteles una figura dominante hasta la Edad Moderna en la física y la astronomía.

En los siglos XVI y XVII, la revolución científica transformó nuestra percepción del universo con la Visión Moderna, centrada en el Mecanicismo. Copérnico, Kepler y Galileo fueron clave en este cambio.

Kepler desafió la idea de movimientos celestes uniformes y circulares, mostrando que las órbitas planetarias son elípticas, ofreciendo una explicación más precisa para movimientos como el de Marte. Copérnico, por su parte, propuso que la Tierra gira alrededor del Sol, desafiando ideas antiguas y la física aristotélica, enfrentando resistencia por contradecir textos bíblicos.

La física aristotélica, incapaz de explicar fenómenos como la caída de objetos, fue rechazada por Galileo, quien demostró que objetos pesados y ligeros caen a la misma velocidad. Introdujo el principio de inercia: un objeto permanece en reposo o movimiento uniforme a menos que actúe sobre él una fuerza. Newton luego utilizó estas ideas para explicar los movimientos planetarios, abandonando la antigua física.

Newton propuso una fuerza universal de atracción entre masas, con una ley que establece que dos masas se atraen con una fuerza proporcional a su producto e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. Esta visión del mundo se consolidó en la Ilustración, con Immanuel Kant como su principal exponente filosófico.

La Cosmovisión y la Filosofía

El término «cosmovisión» adquiere importancia gracias al filósofo alemán Wilhelm Dilthey, representando nuestra forma de ver el mundo. Vivir implica relacionarse con la realidad y formular preguntas que configuran nuestra cosmovisión, un mapa del universo que guía nuestras decisiones y evaluaciones de situaciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *