La crítica de la razón pura: Kant y el conocimiento científico

La crítica de la razón pura:

El propósito de Kant es establecer las condiciones de validez del conocimiento científico, para intentar superar el escepticismo de Hume, analizar la imposibilidad de la metafísica, en la medida que se excluye desde la perspectiva kantiana, la viabilidad de un conocimiento que no se apoya en la experiencia.

Su estatus ha sido objeto de discusión y de polémica constante a lo largo de la historia de la filosofía. El problema de la metafísica se centra en que constituye un examen de la realidad que da resultados imposibles de verificar o falsificar por la experiencia. Esta disciplina formula proposiciones de algo más allá de la experiencia.

Kant constata con otras disciplinas han encontrado el rigor y la certeza de la Lógica (logros matemáticas griegos, y física desde el Renacimiento) esto sucedió como consecuencia de un cambio de perspectiva, pero la verdadera revolución ocurre de forma consistente en primar un enfoque a priori en la indagación de los estudios. Kant trató de aplicar en el terreno de la teoría del conocimiento el método de las disciplinas científicas.

Entendía que si el triunfo de la astronomía había sido propiciado por Copérnico, en el ámbito metafísico era necesario realizar un giro copernicano: así pues el sujeto va a ser el centro de la explicación y justificación del conocimiento. Aun así el sujeto para Kant no es el sujeto de Descartes, es decir, no está cargado de ideas innatas y es necesario que lo adquiera a través de la experiencia los contenidos de su conocimiento pero aunque esto concuerde con los empiristas, Kant va a decir también que es necesario algo más además de la experiencia y que esta es solo una parte.

Si según los empiristas, la observación consiste en recibir impresiones sensibles, Kant sostendrá que la misma es algo distinto de la mera recepción de registros sensoriales y no se reduce a esa recepción. Afirma que el empirismo de Hume es falso ya que afirma que el conocimiento no consiste únicamente en recibir impresiones sensibles. Es decir, ninguna impresión sensible podría ser percibida por nosotros. Estas condiciones han de ser universalmente validadas y necesarias, y se dividen en:

condiciones bajo las cuales una impresión puede ser tal, es decir requisitos a priori de la sensibilidad (ej: espacio y tiempo)

condiciones que autorizan el que podamos pensar una impresión sensible, conceptos a priori como las categorías



La crítica de la razón pura V2:

Solo podemos conocer gracias a las formas a priori, que ordenan el material caótico de las impresiones sensibles. Pero Kant no analiza el funcionamiento de nuestra mente al conocer. Kant se sitúa en un punto de vista que él llama transcendental: analiza el conocimiento mismo, para poder descubrir allí las condiciones a priori que lo hacen posible.

Las formas a priori no son formas anteriores a la experiencia, sino independientes. Kant utiliza «transcendental» para aludir al punto de vista y a aquello que se refiere a las condiciones a priori del conocimiento, es decir, todo aquello que no depende de la experiencia concreta, sino que es preciso suponerlo para que se pueda dar la experiencia.

Su validez no estará reducida a una experiencia particular, sino que abarcará toda la experiencia que se pueda dar. La filosofía transcendental hace referencia al conjunto de principios que son necesarios para justificar la experiencia en toda su amplitud (moral, estética y cognoscitiva). Sostiene Kant que la pregunta acerca de las condiciones que posibilitan la ciencia, podría concretarse en una acerca de las condiciones que hacen posible los juicios de la ciencia.

Para determinar los juicios que están en la base de la ciencia, se establecen 2 criterios:

A) según la inclusión o no del predicado en el sujeto

B) según el modo como es posible conocer la verdad de los juicios.

A) Juicios analíticos y sintéticos, que se encuentran en relación. Un juicio es analítico cuando el predicado está compuesto al menos implícitamente en el sujeto, y por tanto basta con analizar el sujeto para comprender que el predicado conviene necesariamente (el triángulo es un polígono de 3 lados). Los juicios analíticos no nos dan información alguna, no amplían conocimiento que no estuviera en el sujeto. Son juicios con una validez universal que se rigen por el principio de contradicción.

Un juicio sintético es aquel que no está contenido dentro de un sujeto, estos sí dan información, es posible decir que son contingentes, dependen de la experiencia. Si la ciencia estuviera formada por juicios analíticos tendría validez general, pero no diría nada sobre la realidad, y si fuese al revés, nos daría realidad pero tendría valor restringido.



La crítica de la razón pura V3:

B) Existen 2 tipos: a priori y a posteriori. Los juicios a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la experiencia ya que su fundamento no se haya en ella.

Los juicios a posteriori son a partir de la verdad, son universales y necesarios, no son ni universales ni necesarios. Kant acepta en este punto la posición de Hume, según la cual no puede darnos conexiones necesarias la experiencia, y la misma razón tampoco, pero se admiten excepciones.

El mérito de la filosofía de Kant se centra en el reconocimiento de una clase de juicios como son los a priori. Estos juicios son extensivos por ser sintéticos ampliando nuestro conocimiento; y son también estrictamente universales y necesarios, por ser a priori. Por todo ello este tipo de juicios son los auténticos científicos, los principios fundamentales de las ciencias físicas y matemáticas son sintéticos a priori.

Kant al mantener que hay juicios sintéticos a priori, también sostiene que el conocimiento no puede consistir solo en la recepción de impresiones, cualquier juicio que sea un informe de las impresiones sensibles que hayamos recibido, solo puede ser sintético o a priori y no puede ser universalmente válido.

La crítica de la razón pura tiene como objeto nuclear el estudio de los juicios a priori (Matemáticas y la Física)



La síntesis entre elementos a priori y experiencia.



La crítica de la razón pura se presenta como un canon de la facultad cognoscitiva, para ordenar conocimientos. Dos fuentes de conocimiento:

A) La sensibilidad, el hombre recibe una determinada representación de los objetos de un modo inmediato, denominándose dicho acto intuición. Toda intuición es una forma que permite que se nos den los objetos y no puede existir pensamiento alguno que no tenga un referente.

B) El entendimiento, segunda forma de conocimiento que autoriza a pensar, dos tipos: 1) la formulación de juicios, posibles en virtud de los conceptos a priori. 2) la elaboración de razonamientos, mediante el enlace o encadenamiento de juicios entre sí, llamándose razón.

La estructura tiene 3 grandes apartados:

1) La estética trascendental: se centra en el análisis de los elementos a priori del conocimiento sensible, del conocimiento en su aspecto sensible, se muestra por ejemplo en las matemáticas.

2) La analítica trascendental: se estudia la facultad del entendimiento, las condiciones que hacen posible los juicios sintéticos a priori en la física.

3) La dialéctica trascendental: Analizar el funcionamiento y el modo de operar de la razón, estudia la posibilidad o imposibilidad de la metafísica, de si la metafísica satisface las condiciones que hacen posible la formulación de juicios sintéticos a priori.



La estética trascendental



Estudia las condiciones sensibles del conocimiento. La pluralidad, contenidos informativos y diversidad de datos que nos aportan nuestros sentidos comienzan a organizarse, desde la sensibilidad misma. Esta organización es objetiva porque cuenta con dos formas a priori, es decir, modos de percibir independientes de la experiencia, ej tiempo y espacio.

Espacio y tiempo no son propiedades de las cosas o de las afecciones que las cosas producen en nosotros, sino también son algo que pertenece a nuestra facultad de sentir. Debido a que nuestra facultad está configurada de una manera, somos nosotros los que estructuramos temporal y espacialmente las sensaciones que nos llegan de las cosas.

El espacio es una forma de nuestra sensibilidad externa que nos autoriza a percibir espacialmente; el tiempo es una forma de nuestra sensibilidad interna que nos permite disponer de sensibilidad temporal y las representaciones de nuestros estados internos. Espacio y tiempo no serían algo real, sino condiciones a priori de nuestra facultad sensible que hacen posible la representación de cosas exteriores, algo que aporta nuestra propia facultad cognitiva.

Si la sensibilidad se da tanto una materia, esto es los datos sensibles, como una forma o intuición pura representada por el espacio y el tiempo.

Kant afirma que cuando consideramos el tiempo y el espacio como propiedades de las cosas en sí y no como formas a priori de la sensibilidad, ya que entonces se forma el objeto por una cosa en sí y no por un objeto construido y organizado por nosotros. Si queremos referirnos a fenómenos tienen que ser dados en el espacio y el tiempo. Desde el punto de vista de Kant es el carácter fenoménico del objeto lo que nos permite enunciar verdades acerca del mundo.

Conocimiento matemático, en el cual Kant piensa que la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en matemáticas, depende de que el espacio y el tiempo son intuiciones puras. La geometría y la aritmética se ocupan del espacio y del tiempo respectivamente, la primera atiende a conceptos y propiedades, mientras que las segundas se centran en el estudio de los números y las series numéricas. Dentro del conocimiento matemático se justifica la formulación de juicios a priori, en tanto que el espacio y tiempo son intuiciones a priori de la sensibilidad, por lo siguiente:

– Si el espacio y el tiempo son condiciones previas de toda experiencia particular, entonces los enunciados matemáticos son independientes de todo contexto empírico.

– Si todos los objetos de nuestra experiencia se dan en el espacio y el tiempo, en todos los objetos de nuestra experiencia se cumplirán necesariamente las proposiciones geométricas o aritméticas, estas últimas serán estrictamente universales y necesarias, sin excepción posible.

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