La contingencia de los seres creados según Santo Tomás

Esencia de Dios


Santo Tomás pretende determinar qué es Dios, es decir, explicar su esencia; atribuyéndole todas las perfecciones que se encuentran en las criaturas con sus efectos (usando el principio de causalidad) elevándolas al infinito. También niega que se den en Dios todos los defectos con que dichas perfecciones se realizan en las criaturas. La propiedad primaria de Dios (lo que hace a Dios ser Dios) de la que derivan todas las otras consiste en que Dios es el único ser en el que se identifican esencia y existencia. Gracias a esta carácterística podemos obtener los siguientes atributos referidos a Dios: Entitativos (dicen cómo es Dios: simple, perfecto, infinito, inmutable, eterno, único) y operativos (dicen cómo actúa: es inteligente, justo, misericordioso…).
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Los seres creados

Dios, que es causa eficiente, ejerce la causalidad de modo eminente en el acto creador. La creación consiste en la producción total del ser, y Dios crea el universo a partir de la nada absoluta: de la nada de sí mismo y de la nada de una materia o sujeto preexistente. Para Santo Tomás de Aquino el mundo creado aunque procede de Dios no es Dios (al contrario de lo que piensan los neoplatónicos). En los seres creados la existencia (lo que hace existir a los seres) y la esencia (lo que hace a algo ser lo que es y no otra cosa) son distintas, mientras que en Dios se identifica existencia con esencia. Los seres creados son seres contingentes, ya que su existencia no depende de ellos mismos mientras que Dios es el ser necesario, es obligatorio que se produzca su existencia, ya que pertenece a su esencia. Según Santo Tomás hay varios tipos de seres creados: Las sustancias inmateriales (los ángeles) y las sustancias compuestas (los seres materiales). Para explicar los seres materiales usa la teoría hilemórfica (según la cual los seres corpóreos están constituidos por materia y forma) y los conceptos acto/potencia para explicar el cambio (el acto es el ser actual, el conjunto de rasgos que un ser es; mientras que potencia es el poder para ejercer una transformación en un objeto -potencia activa- o para poder llegar a ser algo-potencia pasiva-).



Antropología tomista


Santo Tomás adopta la concepción aristotélica del hombre, aunque modificándola para que no contradiga la doctrina católica. Dice que el hombre es una sustancia compuesta de cuerpo (que constituye la materia) y alma (que constituye la forma). El alma está destinada a ser forma sustancial del cuerpo y por ello, para hablar de un hombre completo, el alma tiene que estar unida al cuerpo. Además el alma es una sustancia que puede existir independientemente del cuerpo, por lo que es inmaterial e inmortal.

CONOCIMIENTO INTLECTUAL


Como el hombre es cuerpo y alma, y el alma está condicionada por el cuerpo, el entendimiento estará vinculado a los sentidos; por ello, lo que el entendimiento conoce más rápidamente es la esencia, el ser de las realidades sensibles. Pero debido a ello, este conocimiento se inicia en los sentidos, por lo que, se basa en la experiencia sensible. A partir de esta experiencia, el entendimiento elabora conceptos, gracias a un complejo proceso llamado abstracción que es la capacidad de universalización de los datos particulares que obtiene mediante los sentidos para la obtención de los conceptos con los que trabaja el entendimiento (que son universales).
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Ética tomista

Santo Tomás tiene una ética tomista teleológica y eudemonista, ya que dice que tendemos hacia un fin, y ese fin último es la felicidad, la cual sólo se puede alcanzar alcanzando el Bien Supremo, mediante la visión beatífica de Dios en la otra vida. Dios orienta todas las cosas hacia él y gobierna el mundo mediante la ley eterna, que se encuentra participada en las criaturas como ley natural. Por lo tanto, diremos que el hombre actúa correctamente cuando sigue la ley natural. La ley natural es hábito (estado o disposición que se adquiere mediante el entrenamiento o repetida ejecución de ciertos actos) de la razón práctica. La ley natural está en todos los seres pero sólo el hombre puede conocerla y orientar su conducta de acuerdo con ella. Tres leyes naturales principalmente: Puesto que somos sustancias tendemos a conservar nuestra existencia, como somos animales tendemos a procrear y como somos humanos tendemos a vivir en sociedad organizándonos según
ciertas reglas. Esta ley natural es mutable en el caso de añadir nuevos principios que no entren en contradicción con los primeros (los de antes), pero sus primeros principios son inmutables. Aparte, el hombre crea sus propias leyes, las cuales serán leyes positivas (nomos) si siguen la ley natural. Estas leyes serán contingentes y mutables.

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