Platón nació en Atenas en el año 427 a. C. y murió en el 347 a. C. Su primer maestro le enseñó el devenir más radical y la imposibilidad de la ciencia. Estableció contactos con los pitagóricos, creó un proyecto político de un gobierno de filósofos y fundó la Academia. Utilizaba el diálogo para exponer su pensamiento; sus temas eran la juventud, la transición, la madurez y la vejez.
I. La Teoría de las Ideas: Aspectos Ontológicos (Lo Relativo al Ser)
La Teoría de las Ideas consiste en aceptar, junto al mundo físico (constituido por los cuerpos materiales, sensibles, particulares, mutables, compuestos, generables y corruptibles), la existencia del mundo de las Ideas (inteligibles, universales, inmutables, indivisibles y eternas).
Se distinguen las siguientes posturas sobre la existencia de las ideas:
- Realismo: la idea existe dentro y fuera de la mente.
- Conceptualismo: la idea solo existe dentro de la mente.
- Nominalismo: la idea no existe ni dentro (como icono) ni fuera (como individuo) de la mente.
La realidad en sí es aquello de cuyo ser damos razón en nuestra pregunta y en nuestra respuesta. Por ejemplo: ¿Qué es esto? Esto es un triángulo. ¿Qué es? Es un polígono de tres lados. ¿Qué es la virtud? La areté.
Las Ideas son la esencia y la causa de todas las cosas; son aquello que pensamos en los conceptos y que designamos con un nombre. Las Ideas existen realmente en un mundo aparte, fuera de las cosas y de la mente humana. Son la auténtica realidad frente a la aparente realidad sensible. Entre estos dos mundos se establece el vínculo de la imitación y el vínculo de la participación.
Definición de Idea o Forma
Las Ideas son las esencias de las cosas, pero separadas de ellas y situadas en otro mundo, el mundo inteligible. Las Ideas tienen cuatro características fundamentales (pensemos en la idea del triángulo):
- Universales
- Inmutables
- Inteligibles
- Eternas
Las cosas, por el contrario, son particulares, mutables y sensibles.
Consideremos el término «TRIÁNGULO»:
- Significante: La palabra «triángulo».
- Significado o Concepto: La noción mental de triángulo.
- Idea: La Forma o Idea de Triángulo en el mundo inteligible.
Conclusión: de este modo, Platón se ve obligado a admitir, al menos, los siguientes niveles de realidad (vinculados a las posturas sobre las ideas como el Realismo platónico, que difiere del conceptualismo y nominalismo):
- Las cosas concretas (objetos sensibles).
- El pensamiento o concepto con el que nos referimos a dichas entidades concretas (el concepto de triángulo en la mente).
- Las entidades universales o Ideas (la Idea de Triángulo, existente por sí misma según el realismo platónico).
Naturaleza de las Formas
La forma circular de que hablan los geómetras no se encuentra entre los objetos sensibles, aunque algunos de ellos se parezcan o aproximen a ella. Si no existieran más que los objetos sensibles, la geometría y la matemática no tendrían objeto. Han de existir objetos que correspondan exactamente a las definiciones de los geómetras (objetos inteligibles). Estos poseen los caracteres que Parménides atribuía a lo existente: son eternos e inalterables. Si llegamos al conocimiento de las formas geométricas, ello es señal de que tal conocimiento es un reconocimiento, una reminiscencia.
La doctrina de las Formas no se limita a la geometría, sino que lo abarca todo.
Para analizar los predicados generales se han hecho preguntas que han producido innumerables discusiones en la historia de la filosofía. Para Platón, la respuesta a si estos predicados se refieren a algo real es afirmativa.
Así como los sujetos individuales se refieren a determinados objetos o individuos materiales existentes, también los predicados generales se refieren a determinados objetos o individuos existentes (las Formas o Ideas).
Habiendo visto las Formas en otra vida, el verdadero conocimiento es perfecto y permanente. Cuando varios sujetos predicamos el mismo término, ese término se refiere a una Forma. Platón afirma: “Nuestra costumbre era la de poner una Forma para cada multitud de cosas a las que damos un mismo nombre”.
Dualismo Ontológico
Platón postula dos formas de ser, dos especies de realidades:
- Mundo sensible: caracterizado por la multiplicidad de las cosas (por ejemplo, cosas bellas). Es particular, cambiante y se conoce por medio de los sentidos corporales. Lo particular es lo propio de un ser individual.
- Mundo de las Ideas (o inteligible): donde reside la Idea en sí (por ejemplo, la Belleza en sí). Es universal, inmutable y se conoce por medio de la inteligencia. Lo universal es lo que comprende o es común a diversos seres.
Definiciones clave:
- Sensible: que se conoce por medio de los sentidos corporales.
- Particular: lo propio de un ser individual.
- Inteligible: que se conoce por medio de la inteligencia.
- Universal: lo que es común a diversos seres o los comprende.
II. La Teoría del Alma (Psique)
Para Platón, el alma vive accidentalmente en un cuerpo (dualismo antropológico). El alma es lo que da vida al cuerpo y es también la facultad que conoce las Ideas.
La Inmortalidad del Alma
La teoría de la reminiscencia presupone la preexistencia del alma. El alma se asemeja a lo divino y el cuerpo a lo mortal.
Purificación (Catarsis)
Esta idea, de herencia pitagórica, postula que el alma tiene la necesidad de dominar el cuerpo y el deseo de librarse de él. “Pero desde el momento en que se muestra inmortal, no le queda otra salvación y escape de males que el hacerse lo mejor y más sensata posible” (lo que implica una cierta heteronomía, dependencia de principios externos para su bien).
Platón interpreta el alma principalmente en dos sentidos: el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales y, en el caso del alma humana, como el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena (ética).
Platón distingue tres partes o funciones del alma:
- Alma Racional (nous): Es la parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento y la vida buena. Se localiza en la cabeza.
- Alma Irascible (thymós o ánimo): Parte del alma donde se sitúan la voluntad, el valor y la fortaleza. Platón la sitúa en el pecho, en el corazón. Es mortal.
- Alma Concupiscible (epithymía o apetitiva): Parte mortal del alma humana responsable de las pasiones, placeres y deseos sensibles. Se sitúa en el abdomen. Es mortal.
III. La Teoría de las Ideas: Aspectos Epistemológicos
III.1. El Conocimiento como Anámnesis
La Teoría de la Reminiscencia o Anámnesis sostiene que el conocimiento genuino es siempre recuerdo (conocimiento a priori). Asimismo, Platón sostiene también la importancia de lo sensible a la hora de provocar una reminiscencia. La teoría de la reminiscencia es el complemento de la teoría socrática del conocimiento y de la enseñanza (mayéutica): enseñar no es introducir un conocimiento en la mente de un sujeto, sino incitar al alumno a que descubra en su interior una verdad.
El arte de la mayéutica implica la teoría platónica de la reminiscencia, pues al considerar al discípulo competente para encontrar dentro de sí la verdad, debe suponer que el alma de aquel la ha debido conocer en algún momento antes de encarnarse y volverse ignorante.
“Porque la investigación y el saber no son, en definitiva, más que reminiscencias.” La anámnesis (recuerdo) es el acto de recordar algo, a menudo porque otra cosa nos lo recuerda por estar asociada a ella. Aprender es recordar (como se expone en el diálogo Fedón, influenciado por cultos órficos). Dos aspectos son de interés para la teoría del conocimiento: en primer lugar, la afirmación del innatismo (a priori) de las Ideas y, en segundo lugar, el reconocimiento del papel que al conocimiento sensible corresponde en el acceso de la mente a las Ideas (como un estímulo para el recuerdo).
III.2. Conocimiento y Opinión en el Teeteto
Platón distingue entre:
- Episteme (Ciencia o Conocimiento): Opinión verdadera, pero fundada y argumentada en razones que avalen su verdad.
- Doxa (Opinión): Creencia que puede ser falsa o verdadera, pero, en el caso de ser verdadera, no está fundada o argumentada en razones.
Conclusión: Si sabes algo, pero no sabes demostrarlo, es doxa; cuando aprendes a demostrarlo, se convierte en episteme. Si te olvidas de cómo demostrarlo, deja de ser episteme para convertirse en doxa.
El saber (episteme) es algo infalible; por el contrario, la opinión (doxa) es falible. Aunque todo saber implica una opinión (correcta), no toda opinión es saber. No toda opinión verdadera alcanza el nivel del saber; para que una opinión verdadera sea auténtico saber, ha de estar basada en razones. Podemos decir que los griegos fueron los creadores de la idea de ciencia o saber en este sentido. La idea de saber, para los griegos, está desconectada de la técnica y se enfoca en la comprensión racional.
La ciencia (episteme) es un conocimiento racional y versa sobre lo que es real, universal, necesario e inmutable, es decir, las Ideas. Lo particular, sensible y cambiante —los seres del mundo físico— solo puede ser objeto de opinión (doxa), pero nunca de ciencia.
Si el único motivo que tenemos para afirmar ciertas proposiciones es solo que las hemos leído en un libro, que nos las ha comunicado otra persona o, simplemente, que todo el mundo está de acuerdo con ellas, entonces nuestro «saber» sobre ese tema es una simple opinión. Una y la misma proposición puede ser para una persona ciencia y para otra, opinión. Es imposible comprobar por nosotros mismos todo aquello que sabemos. Las ciencias particulares, como la física o la química (en la concepción moderna, no platónica), estudian temas que, para Platón, ocuparían un lugar secundario; los hombres que cultivan esas ciencias (en el sentido moderno) suelen estar de acuerdo en muchos aspectos (este es un argumento del consenso, aunque Platón lo aplicaría principalmente a la filosofía y las matemáticas como vías hacia la verdad).
III.3. La Teoría del Conocimiento en la República
La alegoría o símil de la línea aparece en el diálogo República (Politeia), en los libros VI y VII. En el libro VI se describen los objetos de conocimiento y en el libro VII, los niveles o grados de conocimiento, que son cuatro, tantos como objetos, y van de menor a mayor claridad:
- En el ámbito de la doxa (opinión), que se refiere al mundo sensible [Dentro de la Caverna]:
- Eikasia (imaginación o conjetura): Conocimiento de imágenes, sombras y reflejos.
- Pistis (fe o creencia): Conocimiento de los objetos físicos directos (seres vivos, objetos fabricados).
- En el ámbito de la episteme (ciencia o conocimiento inteligible), que se refiere al mundo inteligible [Fuera de la Caverna]:
- Dianoia (pensamiento o razón discursiva): Conocimiento de objetos matemáticos, que utiliza representaciones sensibles (diagramas) y parte de hipótesis no demostradas.
- Noesis (intuición intelectual, intelección pura o sabiduría): Conocimiento directo de las Ideas, especialmente la Idea del Bien, mediante la dialéctica, sin recurrir a imágenes sensibles y superando las hipótesis.
Asimismo, el mito de la caverna aparece en el libro VII de la República. Tanto este mito como la alegoría de la línea son dos recursos utilizados por Platón para representar los géneros de realidad (mundo sensible y mundo inteligible) y los tipos de conocimiento (conocimiento sensible u opinión, y conocimiento intelectual o ciencia, con sus respectivas especies).
La Dialéctica
La dialéctica es el método filosófico propuesto por Platón para acceder al mundo de las Ideas:
- Su objeto es el conocimiento del mundo inteligible y de las relaciones existentes entre las Ideas.
- Es una actividad cognoscitiva, pues se trata del ejercicio de la razón pura.
- Su aspiración última es el conocimiento de la Idea del Bien, ya que esta es el fundamento último de toda la realidad y de todo conocimiento.
- No acepta hipótesis (supuestos) como principios incuestionables, sino que las utiliza como peldaños para ascender a un principio no hipotético; examina críticamente las premisas, buscando el sentido último y la razón más profunda de cada tema que trata.
- Es la búsqueda de verdades cada vez más universales, hasta llegar a una única y suprema verdad: el Bien. El amor al Bien (eros filosófico) sería una fuerza que elevaría el alma de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al auténtico conocimiento. (El término «antipoético» en el texto original podría sugerir que este ascenso es arduo y riguroso, no meramente una contemplación pasiva o estética en un sentido superficial).
Amor y Conocimiento (Ascenso Erótico)
El camino hacia el conocimiento de la Belleza en sí (y, por extensión, del Bien), tal como se describe en el Banquete, es un ascenso gradual:
Cuerpos bellos → Bellas almas → Bellas normas de conducta y leyes → Bellas ciencias → La Belleza en sí.
Niveles de Conocimiento en el Símil de la Línea (Reiteración)
MUNDO INTELIGIBLE (Episteme o Ciencia)
- Noesis (Intuición o Dialéctica): Es la ciencia suprema, que conoce las Ideas directamente y, en última instancia, la Idea del Bien. Comprueba la validez de los principios de las ciencias inferiores. La abstracción es total. Esta sección de lo inteligible se aprehende por medio de la dialéctica, que trata los supuestos no como principios, sino realmente como supuestos o peldaños para alcanzar un principio no hipotético.
- Dianoia (Pensamiento Discursivo o Propedéutica): Se ocupa de las Ideas matemáticas. El matemático estudia los números y figuras a partir de representaciones sensibles (e.g., dibujos) de objetos inteligibles y parte de principios indemostrables (supuestos/hipótesis) que no justifica.
MUNDO SENSIBLE (Doxa u Opinión)
- Pistis (Creencia): Con ella conocemos los seres físicos (animales, plantas, cosas fabricadas) de los que las imágenes son copias.
- Eikasia (Conjetura o Imaginación): Es el nivel más bajo de conocimiento. Es la facultad de percibir imágenes (sombras, reflejos en el agua, etc.). Implica una aceptación ingenua de estas apariencias.
Estas dos grandes secciones (Doxa y Episteme), y sus subdivisiones, están ordenadas según el grado de claridad y verdad de sus objetos: cuanto más participan de la verdad, tanto más participan de la claridad.
Analogía del Bien y el Sol
Como Platón consideraba difícil definir directamente el Bien, establece una comparación con el Sol en la República. En el mundo sensible (físico), el Sol es la causa de la luz (que permite la visión) y de la generación y crecimiento de las cosas. De manera análoga, en el mundo inteligible, la Idea del Bien sería la causa de la verdad (que permite el conocimiento o la inteligencia de las Ideas) y de la existencia misma de las demás Ideas. Conocer las cosas en su verdad más profunda es conocer el Bien que hay en ellas o del que participan.
La región que se manifiesta por medio de la vista (mundo sensible) es análoga a la prisión de la caverna, mientras que el ascenso y contemplación de las cosas de arriba (mundo inteligible) representa la liberación del alma y su camino hacia el conocimiento verdadero.