Fundamentos de la Filosofía Presocrática: El Conflicto entre el Ser Inmutable y el Devenir Constante

Introducción a la Filosofía Presocrática: La Búsqueda del *Arjé*

Los primeros filósofos griegos, conocidos como presocráticos, se enfocaron en identificar el principio fundamental (Arjé) que rige el cosmos y la naturaleza. Sus postulados sentaron las bases de la metafísica occidental.

Los Monistas de Mileto y el Principio Material

Tales de Mileto

  • Postulado Central: Afirmaba que la Tierra estaba sobre el agua, flotando como un disco. Se le atribuye la afirmación: «Todo es agua» (textual).
  • Naturaleza del *Arjé*: Dicho principio o Arjé era de carácter material.

Anaximandro

  • Concepto del *Arjé*: Fue el primero en plantear la palabra Arjé.
  • El *Ápeiron*: Propone que el Arjé tiene que ser una materia desconocida para nosotros y, en cuanto tal, una materia indeterminada, indefinida e ilimitada, a la que da el nombre de Ápeiron.

Anaxímenes

Anaxímenes se opone a Anaximandro y a Tales en cuanto a la determinación del primer principio o Arjé, que él considera ser el aire.

Se apoya en las nociones de condensación y rarefacción para explicar el cambio de la materia:

  • Condensación: La condensación del agua da lugar a la constitución del hielo y de la tierra; y la condensación de la tierra da lugar a la constitución de las piedras y los minerales.
  • Rarefacción (Proceso Inverso): El proceso inverso lo representa la rarefacción: piedra, tierra, agua, nubes, aire y, fuego. Por último, la rarefacción del aire produciría el fuego.

Heráclito de Éfeso: El Devenir y el Logos

Respecto a los contenidos esenciales de su interpretación de la naturaleza, siguiendo la línea abierta por los filósofos de Mileto, podemos destacar:

La Afirmación del Cambio (Devenir)

a) La afirmación del cambio, o devenir, de la realidad. Heráclito sostiene que el cosmos es eterno y está en constante flujo:

«Este cosmos [el mismo de todos] no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según medida.”

La Oposición de Elementos Contrarios

b) El cambio se produce debido a la oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito como tensión o guerra entre los elementos. Esta idea se resume en la siguiente máxima:

«Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad.»

No obstante, esta «guerra» está sometida a:

La Ley Universal: El Logos

c) Una ley universal, el Logos (que podemos interpretar como razón, proporción o medida), que regula todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a la armonía, y unificando así los elementos opuestos; de donde se sigue la afirmación de la unidad última de todo lo real.

«Respecto a los opuestos, no comprenden cómo esto, dada su variedad, puede concordar consigo mismo: hay una armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira.»

El fuego sería la forma arquetípica de la materia, debido a la regularidad de su combustión, que personifica de un modo claro la regla de la medida en el cambio que experimenta el cosmos.

Nota: Las afirmaciones de que «todo fluye» y «no se puede bañar uno dos veces en el mismo río» se las atribuye Platón libremente en sus diálogos.

Parménides de Elea: La Inmutabilidad del Ser

Parménides representa la negación completa de Heráclito, postulando la permanencia del Ser y el rechazo absoluto del devenir o cambio. En su poema, luego de un proemio de carácter religioso, expone su doctrina: la afirmación del ser y el rechazo del devenir. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones.

Los Caminos de la Búsqueda

Parménides establece los únicos caminos de búsqueda que cabe convenir:

  1. El Camino de la Verdad (El Ser): «El que es posible y no es posible que no sea; esa ruta está acompañada a la verdad.»
  2. El Camino del Error (El No Ser): «El que no es, y del que es preciso que no sea; este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable.» (Negación completa de Heráclito: no existe la nada si no hay pruebas de ello).

Características del Ser

Afirma Parménides la unidad e identidad del ser. El ser es, lo uno es. El Ser posee las siguientes características:

«Y ya sólo la mención de una vía queda; la de que es. Y en ella hay señales en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero, entero, único, inmutable y completo.“

Rechazo al Cambio: Frente al devenir y al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios, Parménides alza su voz en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia supone el reconocimiento de que ahora «es» algo que «no era» antes, lo que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la aceptación de este paso del «ser» al «no ser» o viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el «no ser» no es.

Empédocles: Pluralismo y Fuerzas Cósmicas

Empédocles aceptó el postulado parmenídeo de la permanencia del ser, pero introdujo el pluralismo para explicar el movimiento y el cambio aparente.

Los Cuatro Elementos y las Fuerzas

Empédocles postula la existencia de:

  1. Cuatro Elementos (Raíces): Fuego, Tierra, Aire y Agua. Cada uno de ellos posee las características de permanencia e inmutabilidad del Ser.
  2. Dos Fuerzas Cósmicas: Amor (Unión) y Odio (Separación).

Estas fuerzas, siendo ya más o ya menos predominantes, se mezclan y se desunen, se agregan y se separan (Aristóteles).

Empédocles describe el ciclo cósmico mediante la acción de estas fuerzas:

«A veces, por efecto del Amor, todos los miembros que el cuerpo posee se reúnen en unidad en la cima de la vida floreciente; pero otras veces, separados por el Odio cruel, vagan por su lado a través de los escollos del mar de la existencia.»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *