La Libertad y la Autonomía Humana
Los seres humanos no estamos determinados, sino que somos capaces de decidir nuestros actos. La libertad se manifiesta en dos dimensiones:
Concepto de Libertad
- Libertad Externa: Consiste en que nadie nos impida trasladarnos y actuar como nos parezca oportuno, dentro de lo que permitan las leyes y costumbres del país. Por ello, puede ser más o menos amplia.
- Libertad Interna o de la Voluntad: Consiste en poder decidir por uno mismo sobre las cuestiones que nos afectan; es la libertad de querer una cosa u otra.
La auténtica libertad es la conjunción de ambas.
Libertad y Determinismo
Hay una gran cantidad de elementos que influyen en nuestra acción y nos condicionan a comportarnos de una manera u otra, tales como las normas y las costumbres, la cultura, el medio social, la educación, el temperamento, los deseos y apetencias, etc. Por ello, la libertad absoluta no existe; además, estos elementos la hacen posible y la potencian, ya que proporcionan lo necesario para poder elegir lo más adecuado. Si estuviéramos determinados, no habría libertad. Para privar a una persona de su libertad, habría que anular su voluntad. Por lo tanto, gracias a la inteligencia y la voluntad, existe la posibilidad de libertad (de elegir y dirigir nuestros actos).
La Autonomía
La autonomía es la capacidad no solo de elegir, sino de decidir, gracias a la razón, el sentido y dirección de nuestras acciones y nuestros fines, aun a pesar de los diferentes condicionamientos. Es la libertad específicamente humana.
Niveles de la Personalidad
La personalidad se construye a través de tres niveles interconectados:
- Personalidad Recibida: Se refiere a las capacidades y el temperamento innatos.
- Personalidad Adquirida: Comprende los hábitos aprendidos que constituyen el carácter.
- Personalidad Elegida: Son los proyectos de futuro que nos definen.
Orientando, adquiriendo o embarcándonos en cada uno de estos tres niveles, vamos construyendo nuestra personalidad: somos quienes elegimos ser.
Madurez Moral y Responsabilidad
Desarrollo de la Conciencia Moral
La conciencia moral se va desarrollando paulatinamente hasta que llegamos a adquirir la madurez o autonomía moral. Este proceso se divide en tres niveles:
Niveles de Madurez Moral:
- Nivel Preconvencional: La persona considera bueno y justo lo que satisface sus intereses y le conviene; las normas se respetan solo por las consecuencias. Las personas son inmaduras porque se dejan llevar por sus impulsos, no son dueñas de sí mismas, son heterónomas.
- Nivel Convencional: La persona considera justo lo que concuerda con las leyes de su sociedad, sintiéndose así miembro de una comunidad. Sigue siendo heterónoma porque son sus costumbres sociales las que determinan lo justo y lo injusto.
- Nivel Postconvencional: La persona hace uso de la razón y se rige por principios que su conciencia reconoce como universales e inalienables por ser inherentes a la dignidad de la persona, la cual puede desarrollar un sentido de cuidado, compasión y solidaridad por los más débiles y necesitados. La persona alcanza su plena autonomía moral.
La Responsabilidad
La responsabilidad es la otra cara de la libertad y está muy relacionada con ella, porque la posibilidad de elegir implica asumir lo que hemos hecho, hacernos cargo de ello y tener que responder de nuestras acciones. Ser libres en nuestra vida implica que somos también responsables.
Ser Moralmente Responsable Implica:
- Que hemos actuado con libertad, es decir, que esa acción podría no haberse realizado o haberse realizado de manera distinta.
- Que quien actúa es capaz de responder justificadamente de la acción realizada, dando las razones o motivos.
- Asumir las consecuencias derivadas de la acción realizada.
La Responsabilidad Profesional
Las éticas profesionales estudian las exigencias y los valores morales específicos de cada actividad profesional. Se trata de ver cuáles son los valores y hábitos que es preciso adquirir para cumplir bien esa función. El objetivo último es la excelencia: poner todas las capacidades al servicio de la realización más perfecta posible de su trabajo.
Moral y Ética: Fundamentos y Evolución
La Moral
La moral está presente en todas las culturas y es una serie de normas y costumbres que nos indican lo que está bien y lo que está mal. Estos sistemas normativos son necesarios para regular la convivencia, gestionando los conflictos de intereses entre personas y también los conflictos íntimos e internos de la persona entre deseos opuestos. Las normas morales aparecen porque son útiles, mejoran la convivencia y la posibilidad de ser felices, sirviendo para resolver problemas. Por ello, la moral es un fenómeno cultural y hay tantas morales como culturas.
La Ética
La ética es una reflexión racional acerca de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, con el fin de alcanzar la verdadera felicidad en la vida. Al ser elaborada desde la razón, la ética pretende llegar a unos principios universalmente válidos para todos los seres humanos. Considera que existen unos valores universales, busca lo común y no las diferencias; sería como una moral transcultural.
Genealogía de las Morales
Las morales tienen una larga historia y son fruto de la inteligencia social. Surgen de la interacción y el esfuerzo común, ya que tienen la función de ir resolviendo los conflictos que plantea la convivencia y, por lo tanto, los proyectos de cada persona han de coordinarse con los de los demás. Las morales evolucionan debido a:
Factores de Evolución de las Morales:
- Movimientos sociales
- Grandes personalidades
- El contacto con otras morales y culturas, etc.
Cuando esto sucede, hay dos opciones: cerrarse o tratar de mejorar y justificar la validez de las normas racionalmente.
Problemas Universales de las Morales:
Toda cultura y moral deben enfrentarse a desafíos comunes, como:
- El valor de la vida
- Los deberes hacia la comunidad
- El poder y su ejercicio
- Los conflictos de intereses
- Los bienes, su propiedad y su distribución
- La sexualidad, la procreación y la familia
- El cuidado de los débiles
- El trato con los extranjeros y diferentes
- Lo religioso y el sentido de la vida
En el fondo, hallamos la búsqueda de la felicidad y descubrimos que hay ciertos deseos básicos universales (el bienestar, relacionarnos con los demás, crear e inventar, aumentar nuestras posibilidades, etc.). Las diferentes morales van avanzando a lo largo de la historia en la búsqueda constante e insaciable del objetivo universalmente deseado, que es la felicidad.