Fase expositiva del método científico

Contexto cultural


El carácter ilusorio de la vida y la presencia amenazante de la muerte, como consecuencia de la experiencia tan dramática de la vida, serán ideas recogidas por el Barroco. Calderón de la Barca con su obra teatral La vida es sueño
juega con esa visión de la vida que influirá en el proceso de duda cartesiano. También crisis religiosa. A raíz del conflicto bélico, la autoridad del Papa en la interpretación de la Biblia desaparece. La reforma luterana había valorado el papel de la razón individual: es el propio cristiano quien, mediante la gracia de Dios, interpreta la Biblia. Así, uno de los pilares de la estructura medieval, la autoridad del Papa y la unidad religiosa, pierde peso y lo gana la autonomía de la razón. No obstante, el resultado de esta Guerra no hace sino
acentuar la pérdida de autoridad de la fe católica ya iniciada por el nominalismo, el Humanismo y Revolución científica.
La física y la astronomía habían estado dominadas por la autoridad de Aristóteles y Ptolomeo. Ambos constituían el otro referente que guiaba a la razón en la investigación científica. Los trabajos de Copérnico, Kepler, Galileo y Huygens provocaron una revolución científica que generó la caída del modelo geocéntrico y una nueva concepción heliocéntrica. Pero más importante que el cambio de modelo, fue que la revolución científica acabó con la autoridad de Aristóteles y de la Biblia en cuestiones también científicas. El resultado fue la reacción de la Iglesia mediante la condena a Galileo y la inclusión de las obras de Copérnico en el catálogo de obras prohibidas. Nuevamente, ahora que Aristóteles había dejado de ser una referencia externa para la razón, la necesidad de un método para decidir cuándo estamos frente a una verdad se hacía inevitable. Pero la publicación de esa propuesta metodológica, precisamente por la actitud defensiva de la Iglesia, debía ser muy cauta (de ahí el anonimato) y donde su dominio fuera menor (por eso en Holanda). No sólo el desarrollo físico y astronómico, sino también los descubrimientos geográficos, náuticos, bélicos …Fueron posibles por la matematización de las ciencias. Los trabajos de Isaac Beeckman, Golius, Faulhaber y los del propio Descartes mejoraron el saber matemático.
Las matemáticas eran las únicas ciencias que propónían demostraciones indudables, y cuando lo matemático se aplicaba a otras ciencias, se producía un inmediato desarrollo. Por ello, el método cartesiano será deudor no de las matemáticas, sino de «lo matemático», de lo que hace que las matemáticas alcancen su certeza. Descartes espera así éxitos semejantes.


CONTESXTO Filosófico

La filosofía escolástica había desarrollado un enfoque teocéntrico de lo existente. Toda reflexión comenzaba afirmando la existencia de Dios (así empieza la Suma de Teología). El hombre y el mundo son sus consecuencias. La afirmación del valor del hombre y de su dignidad durante el Humanismo y su expresión artística en el Renacimiento provocaron la crisis de esa visión para dar lugar a una antropocéntrica: el hombre pasa al lugar central y se convierte en el arranque de cualquier reflexión posible. Sin esta influencia, el proyecto cartesiano de un método que guíe al hombre en su solitaria búsqueda de certezas sin contar con Dios, carece de sentido. El nominalismo de Ockham criticó la relación tomista entre razón y fe. Según Tomás de Aquino, la fe era el criterio extrínseco de verdad para la razón, de modo que los contenidos de fe no podían ser contradichos por la razón que, por tanto, perdía su autonomía. Guillermo de Ockham defendíó una absoluta separación entre razón y fe: los contenidos de la fe son completamente distintos a los de la razón, porque ésta no puede llegar al conocimiento de
Dios. Por tanto, la razón pierde como referencia a la fe y recupera su autonomía. El Discurso no tiene ningún sentido si no se supone esa autonomía de la razón no sólo respecto a la autoridad eclesial sino también respecto a las creencias
religiosas personales. La crisis y pérdida de referentes trajo el escepticismo que en la Francia de la época tenía sólidos representantes como Michel de Montaigne (del que en la Segunda parte del Discurso aparecen expresiones literales), Pierre Charron
o Francisco Sánchez. Por eso la estrategia cartesiana empezará por vencer el escepticismo con sus propias armas transformando la duda escéptica en metódica.


Sin referentes no racionales, con lo matemático como modelo y frente al escepticismo, Descartes afronta un proyecto metodológico que le permita superar la crisis, acompañando así a otros autores que asumen la misma intención. El método que Francis Bacón propone en el Nuevo Organon pretende conseguir una inducción correcta para llegar a establecer una afirmación universal y, por tanto, siempre válida. Al científico le interesa conocer las propiedades físicas de los cuerpos que se expresan en leyes, y el método para elaborarlas es la realización, mediante la anotación de las observaciones de un fenómeno, de tres tablas (de presencia, de ausencia y de grados). Sin embargo,
este método se aleja del cartesiano ya que desconoce la importancia tanto de las matemáticas para formular leyes como de la formulación de hipótesis. El método resolutivo-compositivo de Galileo permite expresar los fenómenos observados en lenguaje matemático. Galileo defiende que la naturaleza está «escrita» con lenguaje matemático (está «matematizada»), por lo que su conocimiento sólo será posible descifrando sus relaciones matemáticas y exprésándolas en fórmulas. Para legar a esas fórmulas propone tres pasos: resolución (análisis de los datos), composición (formulación de una hipótesis) y resolución experimental. El mundo físico de Descartes también será un mundo matematizado. Estas propuestas metodológicas se consolidaron en el Siglo XVII en dos sistemas filosóficos contrapuestos,
Racionalismo y Empirismo, que configuran la Modernidad. Coinciden en que 1) el sujeto es el centro y el fin de toda actividad y quien decide sobre la verdad o falsedad de cualquier enunciado y 2) comienzan por un análisis del conocimiento para determinar su alcance. Pero mientras el Racionalismo pone el criterio de verdad en la autonomía de la razón y construye el conocimiento deductivamente a partir de unos principios innatos, independientes de la experiencia sensible, el Empirismo parte de la experiencia y, por inducción, llega a hipótesis explicativas de los
fenómenos.


FRASECILLA DE LOS COJONES

Este fragmento pertenece al Discurso del método, era un prólogo de su obra científica Dióptrica, Meteoros y Geométrica. Publicada en 1637 en La Haya, Holanda. Escrito en francés de manera anónima, es una autobiografía intelectual.

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