El conocimiento de Dios y el ser mismo: bossuet

Vías de atribución

1ª) Vía de afirmación: Como nadie da lo que no tiene, toda perfección que en­contramos en una criatura se la atribuímos a Dios

  2ª) Vía de negación: Si esa perfección comporta en la criatura alguna imper­fección o limitación, hay que negar que en Dios exista esa imperfección.

 3ª) Vía de eminencia: Las perfecciones que atribuímos a Dios, se las atribuí­mos en grado eminente, es decir, en grado sumo e infinito, ya que El tiene el ser (la perfección) por sí mismo. 

   Esencia y atributos de Dios

A) Atributos entitativos – Dios, considerado en sí mismo, es: Simple  Único  Inmutable  Eterno Infinito

B) Atributos operativos – Dios, en cuanto a sus operaciones, es:

Inteligencia perfecta:

 1º) Dios es el ingeniero diseñador del cosmos, presidido por un orden complejísimo y admirable, que manifiesta una inmensa inteligencia y sa­biduría.

2º) Dios es, además, la fuente de la inteligencia de todos los seres ra­cionales creados por él.  

Amor perfecto: Dios tiene en grado sumo la perfección del amor. 

La relación de Dios con el mundo

Creación: Dios crea el mundo de la nada, es decir, no a partir de otra cosa. Esto significa que Dios produce absolutamente el mundo, esto es, que el mundo depende absolutamente en su ser (materia y forma) de Dios.

Conservación: Dios conserva el mundo en la existencia. La insuficiencia de las cosas creadas en orden al ser es tan grande que, si Dios las dejara abandonadas a sí mismas, volverían a reducirse a la nada. Por tanto, la conservación es una conti­nua creación.

Conocimiento: Dios conoce perfectamente el mundo que ha creado: el pasado, el pre­senté y el porvenir, ya que para El todo es un continuo presente.

Amor: Dios ama al mundo, en el que ha dejado un reflejo de su propia perfección. El mundo ha llegado precisamente a existir por una efusión generosa del amor divino. Y Dios ama de modo especialísmo al hombre, ya que el hombre, por su inteligencia y su voluntad libre, está hecho especialísimamente a imagen y semejanza suya.

Providencia: Dios se preocupa del mundo, es decir que, aun respetando las leyes de la naturaleza y la libertad de los hombres (leyes y libertad que El mismo ha cre­ado), vela para que los acontecimientos se orienten hacia el fin que El mismo, al crear las cosas, les asignó.


.- Corregir errata del libro de 3º de B.U.P., p. 511, 2º párr., línea 9.

Dice

Temporalidad.

Debe decir

Atemporalidad.


El contrato social en Hobbes

A) El  hombre es naturalmente egoísta

b) Por eso decidieron, mediante un pacto social, entregar todos sus derechos a un soberano, para que éste pusiera orden.

c) Así surgíó el Estado, que a partir de entonces acumuló un poder absoluto. El Estado es un Leviatán (monstruosa divinidad fenicia citada en la Biblia), puesto que tiene todos los derechos. Sólo podría ser depuesto en caso de actuar con debilidad.

Esta teoría es una justificación de la monarquía absoluta.

Teoría de la sociabilidad natural del hombre

El individuo humano tiene valor en sí mismo, pero para realizarse plenamente necesita de la sociedad, a fin de recibir de ella y de darse a ella. Por eso el hombre es un ser naturalmente social.

Entre los muchísimos representantes de esta teoría, podemos citar los siguientes


:

Platón,  Aristóteles,   Agustín,  Tomás de Aquino,  Francisco Suárez,  Jaume Balmes,  Jacques Maritain,  Emmanuel Mounier.

 Las principales razones que dan estos filósofos en apoyo de su actitud son:

La espontánea inclinacióndel hombre a relacionarse con otros hombres y a vivir en sociedad.

El hecho del lenguaje humano, articulado y simbólico, que permite la comunicación entre las personas, primera condición de la vida social.

El hecho de que el hombre, para alcanzar los bienes que lo perfeccionan como persona, necesita de la cooperación de otros seres humanos.

Los seres humanos necesitamos de los demás, no sólo para recibir de ellos, sino también para darnos a ellos. 

Teorías del origen divino del poder

Los filósofos teístas (o sea, los que afirman que la razón puede mostrar la existencia de Dios)

Consideran que quien da el poder al soberano es, en último término, Dios

El sentido de esta afirmación es el siguiente:

  • El ser humano puede, con su razón, comprender que existe Dios como ser supremo, creador del mundo  y del hombre.
  • Dios quiere la perfección y plenitud del hombre. Ahora bien, como el hombre, para llegar a esa plenitud necesita vivir en sociedad, eso significa que la sociedad es algo querido por Dios.
  • Ahora bien, vemos que para el correcto funcionamiento de la vida social es necesario que exista una autoridad, , eso significa que el mismo Dios, que quiere el bien del hombre y quiere la sociedad, quiere esa autoridad.

Ahora bien, esta doctrina se ha concretado en posturas muy diferentes, y en ciertos aspectos opuestas: 

Absolutismo de derecho divino

Bossuet y otros sostuvieron un absolutismo de derecho divino, según el cual el soberano recibe el poder y la legitimidad directamente de Dios. 

 Bossuet pensaba que el poder de los reyes de las monarquías cristianas europeas estaba legitimado por Dios directamente de la misma manera.

Teoría de la designación

Afirma que el pueblo designa quién ha de ser el soberano, o sea , la persona que va a tener el poder  pero el soberano recibe de Dios ese poder, en el sentido indicado anteriormente al hablar del conjunto del teísmo.

Teoría de la delegación

Afirma que Dios da el poder o autoridad, no directamente al soberano, sino al pueblo como sociedad, y es luego el pueblo el que delega esa autoridad en un soberano, designado igualmente por el pueblo de una forma u otra.

Así pues, el primer destinatario de la autoridad en una sociedad es el propio pueblo: Dios da al conjunto de la sociedad el poder de mandar sobre cada uno de los miembros para que actúen de cara al bien común.  

Es el pueblo el que designa al soberano


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