Descartes: Razón, Duda y la Búsqueda de la Certeza en la Filosofía Moderna

René Descartes: El Padre de la Filosofía Moderna y el Racionalismo

Este texto pertenece al Discurso del Método, obra escrita por René Descartes, considerado el padre de la Filosofía Moderna e iniciador del racionalismo. Este ilustre filósofo y matemático hizo de la Filosofía un saber universal y válido. Su pensamiento se basa en el traspaso del teocentrismo al antropocentrismo y naturalismo, lo que coloca al ser humano como centro de interés intelectual y supone la superación de las ideas y creencias dominantes en la Edad Media, como las de Aristóteles y Santo Tomás.

Contexto Histórico y Filosófico del Siglo XVII

En la época de Descartes, los cambios del Renacimiento seguían presentes, aunque los conceptos metafísicos fueron sustituidos por otros de carácter físico-matemático. Así, autores como Copérnico, Kepler, Galileo y Newton fundamentaron la nueva ciencia y un nuevo método científico experimental. Descartes apoyó esta búsqueda, compartiendo la importancia de un método fiable que propusiera demostraciones.

En el siglo XVII se consolidaron dos movimientos que coincidían en puntos clave:

  • El sujeto es el centro y fin de toda actividad, y quien decide sobre la verdad o falsedad.
  • El análisis del conocimiento para determinar su alcance.

Por otro lado, el racionalismo sitúa el criterio de verdad en la autonomía de la razón y construye el conocimiento deductivamente a partir de principios innatos, independientes de la experiencia sensible. En contraste, el empirismo parte de la experiencia y, por inducción, llega a hipótesis explicativas de los fenómenos.

Descartes, en su intento de crear una nueva filosofía, propone un método que, aunque se inicia desde la Escolástica, parte de sus fundamentos para dar origen a su racionalismo.

El «Cogito, Ergo Sum»: Fundamento de la Certeza

En este fragmento, Descartes expone el fundamento de su nueva filosofía, cuyo tema principal es el célebre «Pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum), sinónimo de la certeza que resiste la duda metódica. No puedo dudar de que dudo, al menos mientras lo estoy haciendo; por lo tanto, soy, existo. Para dudar es imprescindible pensar, y para pensar es necesario existir. Este es el primer principio, el fundamento de todo conocimiento que buscaba.

En él encuentra el punto de partida de la deducción (la verdad fundamental: «yo existo») y la base para reedificar la ciencia (la evidencia como criterio de certeza). «Pienso, soy» es la única proposición absolutamente verdadera, pues la misma duda la confirma.

La Duda Metódica: Camino hacia la Verdad Absoluta

A partir del tema anteriormente mencionado y basado en su planteamiento filosófico, Descartes tuvo como objetivo obtener la verdad o certeza absoluta. Así, se propone la reforma de la filosofía. Para este autor, si realmente se busca la verdad, no se puede aceptar como verdadero ningún conocimiento que sea susceptible de la más mínima duda. Así, emprender la duda metódica es la única manera de fundar la filosofía sobre un cimiento sólido.

Su proceso comienza dudando de los datos que proporcionan los sentidos, porque a veces engañan. También duda de los conocimientos intelectuales, ya que en ocasiones ha incurrido en paralogismos. A través de la hipótesis del Genio Maligno o de la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño, llega a la duda sistemática de todos los conocimientos acerca de lo que le rodea. Pero cuando parece que no puede estar seguro de nada, alcanza la verdad del primer principio que estaba buscando.

La duda sistemática implica que no puede dudar de que está dudando. Y mientras duda, piensa. «Pienso, luego existo» es una verdad tan firme que no se puede dudar de ella. Así, del proceso de la duda llega al principio sólido que buscaba, pues no se puede dudar de que existe y piensa; de que es el «yo» el que duda y piensa.

Descartes en la Cultura Actual: El Caso de Matrix

En la actualidad, podemos explorar diferentes vías que nos acercan a la filosofía de Descartes:

  • La ciencia actual como heredera del Método cartesiano.
  • La informática, robótica e inteligencia artificial.
  • Obras literarias o películas de referencia.

En este caso, me centraré en la relación entre la filosofía de Descartes y una de sus películas de referencia, Matrix. En Matrix existen dos mundos: el «real», donde las máquinas controlan a los humanos y los «cultivan» para obtener energía, y el de Matrix, un mundo virtual donde las mentes de los humanos son esclavizadas y creen vivir en la normalidad. Por lo tanto, el componente filosófico central de la película es el problema de la realidad.

Para Descartes, el ser humano es la unión de cuerpo y mente, pero solo de la mente puede provenir nuestra certeza. El ser humano es una «cosa que piensa». Incluso dormidos, en el sueño tenemos la duda de si estamos dormidos, lo que nos permite tener una experiencia mental que afirma nuestra existencia. Esto es lo que sucede en Matrix. En la película, los humanos no saben si lo que viven es real o un sueño. Las máquinas han creado una realidad simulada que se confunde con la auténtica.

Descartes, una vez que llega a la conclusión de que ha sido engañado, postula que no ha sido Dios quien ha llevado a cabo el engaño, sino el Genio Maligno. Ese Genio Maligno de Descartes en la película Matrix son las máquinas, que han creado una realidad virtual malvada.

Apéndice: El Realismo Político de Maquiavelo

La figura de Maquiavelo es conocida popularmente en el ámbito político como sinónimo de astucia, perfidia y falta de escrúpulos en los medios empleados para la consecución de un fin propuesto. En gran medida, esta interpretación negativa se fundamenta en la crítica de la que fue objeto la obra de este autor, especialmente desde el ámbito religioso, asimilándose el concepto «maquiavélico» al de lo maligno y perverso.

Fue un pensador florentino del siglo XV, activo en la vida política de su país. Considerado el fundador de la ciencia política, contribuyó a la forja del concepto moderno de Estado. Fue un gran conocedor del pasado histórico de la política y sometió a un minucioso análisis la realidad de la actividad política de su momento.

Parte de una visión negativa de la naturaleza humana en la que prima la competición y la pugna por el poder. Según esta visión, y a fin de conseguir sus objetivos, el ser humano es capaz de cualquier acción, aunque ello conlleve infligir daño o destruir al otro. Dado que la política va unida inevitablemente al conflicto, su recto ejercicio requeriría de astucia por parte de quien la ejerce, y el empleo del instinto además de la racionalidad.

Maquiavelo es un autor que podemos situar dentro del realismo político, un modelo que postula que los Estados se conducen por el principio de interés nacional. Lleva a cabo un análisis de la dinámica política no subyugado a principios de carácter moral o altruistas. El Estado es el poder político, y las relaciones de poder juegan un papel decisivo en la defensa de sus intereses. Ocasionalmente, pueden provocarse tensiones entre la moral y la política; en estos casos, se da prioridad al éxito político de la decisión tomada.

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